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domingo, 3 de octubre de 2021

ENCUESTAS


         Pronto empezamos. Desde el primer día de esta legislatura  el PP, esta vez en la oposición por la configuración de una mayoría de gobierno de centro izquierda, se las prometía muy felices anunciando a bombo y platillo que conseguiría derribar a un gobierno de base tan dispar, a las primeras de cambio. El tiempo ha ido pasando y el gobierno sigue en pie y no es precisamente porque desde la oposición se lo hayan puesto fácil. Desde la legítima función de control y de crítica que corresponde a la oposición hasta todo tipo de tropelías chapuceras, de todo hemos tenido hasta el momento contra el gobierno, incluida su legitimidad, sin que la oposición haya logrado derribarlo. En otros tiempos hemos conocido pactos de estado relacionados con la defensa, con asuntos exteriores o con una espantosa pandemia que ninguno habíamos conocido hasta el momento, podrían haber sido razones de peso para que gobierno y oposición se hubieran puesto de acuerdo en algunos asuntos para lograr una mínima estabilidad que facilitara la gobernabilidad. Pues ni gota.



         A modo de ejemplo podemos poner la renovación del órgano de gobierno de los jueces, que hace más de mil días que debía haber sido renovado por cumplimiento de su mandato de cinco años, como establece la Constitución, permanece bloqueado por el Partido Popular, gozando mientras tanto de una mayoría judicial en un momento como el presente en que no goza de una mayoría parlamentaria que lo justifique. Y seguimos en un fraude de ley sin que hasta se haya encontrado una fórmula eficaz que permita a los jueces renovar sus órganos de gobierno, el Consejo General del Poder Judicial, como establece la Constitución. No habíamos conocido un desarrollo parlamentario tan agitado y tan bronco como el que tenemos que soportar cada día. La estrategia de la oposición no parece haber tenido éxito porque desde el principio de la legislatura viene anunciando la caída del gobierno pero hasta el momento el gobierno sigue en pie y no tiene visos de flaquear por más que el desarrollo parlamentario eleve el tono de la crítica hasta niveles inusitados.



         En referencia a nuestro asunto estrella de la pandemia conviene decir que nos encontramos en la fase descendente de la quinta ola y que vamos alcanzando unos niveles de infección que rallan los 50 puntos, con lo que entramos en una zona de intensidad baja que, unido al 80% de la población con la pauta de vacunación completa, empiezan a aparecer normas que nos recuerdan a lo que era nuestra vida antes de esta pandemia, si bien parece que mantenemos algunas medidas de protección: mascarillas, distancias de seguridad, limpieza frecuente de manos…, que quiero pensar que esta vez sí vaya en serio. No podemos pasar por alto que el virus permanece entre nosotros, pero parece que nos sentimos o suficientemente fuertes como para aspirar a la vida que conocíamos antes de entrar en este bucle que ya supera el año y medio de duración y que, aunque nosotros veamos muy cerca la superación, el resto del mundo se encuentra todavía muy lejos de alcanzar nuestras  cotas de protección. Se denuncia incluso la existencia de vacunas que llegan a estropearse en los recipientes de conservación antes que repartirse en grupos de personas que la están esperando desesperadamente.



         Por completar la información, el volcán que lleva ya 13 días activo en la isla de La Palma ha soltado por las varias bocas que tiene en erupción más de 80 millones de metros cúbicos de lava que se ha llevado por delante a unas 1000 viviendas y ha arrasado miles de hectáreas de cultivo de plátano, hegemónico desde siempre en aquella región, antes de alcanzar el océano los ríos de lava que bajan montaña abajo. Nadie puede predecir, hasta el momento, si el flujo de lava se va a mantener con la intensidad presente o si puede aflojar en un momento determinado. Los expertos los estudian minuciosamente, pero hay ámbitos a los que la ciencia no alcanza por más que lo intente con toda su capacidad. Se puede decir, eso sí, que, hasta el momento no se ha producido ni una sola desgracia personal, lo que no es poco.   


1 comentario:

  1. Así es.
    Claro, diáfano. Preciso.
    Con los políticos, no podemos pedir peras al olmo. Vergonzoso. Preocupante.
    Con lo de las vacunas, mejoramos.
    Pero o todos, o ninguno.
    Y con nuestro volcán, a peor.
    Un auténtico drama.
    Sólo nos falta que caiga un enorme meteorito.
    Gracias y felicidades, querido Antonio.
    Besos 😘😘😘

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