El Gobierno anulará este mes
de octubre los sumarios judiciales abiertos por la dictadura contra Miguel
Hernández
- El Ejecutivo atiende así la petición de la familia y zanja la polémica
con el PP que ha votado mociones para reparar la memoria del poeta en
contra en Orihuela y a favor en la Diputación de Alicante.
El Gobierno reparará este mes de octubre la memoria del
poeta Miguel Hernández y anulará los sumarios judiciales abiertos por la
dictadura franquista contra él, en aplicación de la ley de memoria democrática,
Esta declaración incluirá la
nulidad de los sumarios judiciales contra Miguel Hernández, que luchó
activamente durante la guerra civil en defensa del gobierno de la II República
y fue condenado a muerte tras la contienda, pena que le fue conmutada por otra
de 30 años de prisión.
El poeta murió a los 31 años
por una tuberculosis aguda que no llegaron a tratarle en la prisión de
Alicante.
La ley de memoria democrática
declara el carácter ilegal y nulo de todas las condenas y sanciones producidas
por razones políticas, ideológicas, de conciencia o creencia religiosa durante
la guerra civil y la dictadura franquista, y da derecho también a obtener una
declaración de reconocimiento y reparación personal.
Recientemente el pleno del
Ayuntamiento de Orihuela, localidad natal de Miguel Hernández, rechazó con los
votos de PP y Vox una iniciativa del PSOE que pedía anular los sumarios contra
el poeta, mientras que Sumar ha presentado una iniciativa para debatir y votar
esta petición en el Congreso de los Diputados. La Diputación de Alicante y
otras instituciones gobernadas por el PP sí que han votado a favor de anular
los sumarios judiciales.
TRE MAGISTRALES
SONETOS DE SU OBRRA “EL RAYO QUE NO CESA”
Umbrío por la pena, casi bruno,
porque la pena tizna cuando estalla,
donde yo no me
hallo no se halla
hombre más
apenado que ninguno.
Sobre la pena
duermo solo y uno,
pena es mi paz
y pena mi batalla,
perro que ni
me deja ni se calla,
siempre a su
dueño fiel, pero importuno.
Cardos y penas
llevo por corona,
cardos y penas
siembran sus leopardos
y no me dejan
bueno hueso alguno.
No podrá con
la pena mi persona
rodeada de
penas y cardos:
¡cuánto penar
para morirse uno!
----------------------------------------------------
Fuera menos penado si no fuera
nardo tu tez
para mi vista, nardo,
cardo tu piel
para mi tacto, cardo,
tuera tu voz para mi oído, tuera.
Tuera es tu voz para mi oído, tuera,
y ardo en tu voz y en tu alrededor ardo,
y tardo a
arder lo que a ofrecerte tardo
miera, mi voz para la tuya miera.
Zarza es tu mano si la tiento, zarza,
ola tu cuerpo si la alcanzo, ola,
cerca una vez
pero un millar no cerca.
Garza es mi pena, esbelta y triste garza,
sola como un
suspiro y un ay, sola,
terca en su error y en su desgracia terca.
---------------------------------------------------------
Te me mueres de casta y de sencilla:
estoy convicto, amor, estoy confeso
de que, raptor intrépido de un beso,
yo te libé la
flor de la mejilla.
Yo te libé la flor de la mejilla,
y desde
aquella gloria, aquel suceso,
tu mejilla, de
escrúpulo y de peso,
se te cae deshojada y amarilla.
El fantasma del beso delincuente
el pómulo te
tiene perseguido,
cada vez más patente, negro y grande.
Y sin dormir
estás, celosamente,
vigilando mi boca ¡con qué cuido!
para que no se
vicie y se desmande.