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domingo, 25 de mayo de 2025

LA HISTORIA NO CEJA

 

         Al hilo de algunos comentarios recibidos la semana pasada decidí volver a leer el texto escrito por si en realidad lo que habían leído mis lectores era lo que yo había querido escribir o se me había ido el santo al cielo y mis propósitos iniciales, una vez encarnados en el blanco  sobre negro, me habían hecho salir por los cerros de Úbeda. Volví a repasar el texto y me pareció que mi planteamiento inicial no pretendía transcurrir por los derroteros por los que el texto escrito me llevó. Me di cuenta de que, a pesar de todo me identificaba con el resultado, me reconocía con su contenido y estaba dispuesto a firmar de nuevo lo escrito pese a no estar seguro de que el resultado se ajustara al planteamiento inicial. Me dio la impresión  de que algunos de mis lectores habían interpretado mis intenciones más certeramente que yo  mismo. Me comprometí a comentarlo en este inicio, que es lo que estoy haciendo, por si las dudas que me susciten las coherencias entre las intenciones y los resultados finales necesitaran de una cierta revisión y permitir que se introduzcan en los planteamientos iniciales sugerencias del momento de la escritura aunque el resultado final no tuviera que estar sujeto estrictamente a los planteamientos del comienzo.



         Hoy, sin ir más lejos, me hubiera interesado escribir este texto por la tarde, o mañana, porque me he comprometido a comer con un grupo de personas de las que fui su cuidador al comienzo de mis responsabilidades laborales, siendo todavía estudiante. Ya os comenté hace tiempo sobre el primer encuentro al que me convocaron, porque me impresionó profundamente, pero esta ya es la tercera vez que me convocan y lo que interpreto es que me han hecho parte del grupo, sencillamente. Desde luego, yo he quedado en comer con ellos, con todo el gusto por una parte, pero consciente de que me van a seguir invitando a encuentros sucesivos, que los habrá y a los que estoy seguro que asistiré cada vez más como un miembro cualquiera y menos como invitado que pasaba por allí. Esto corrobora lo del comienzo. Las iniciativas comienzan con unas intenciones, pero la propia dinámica de su desarrollo hace que su evolución vaya introduciendo novedades en su devenir.



         Quizá estos dos ejemplos de procesos diferentes en los que se ejemplifican las distintas evoluciones que experimentan las ideas que nacen, puedan ser lecciones de las que se puede aprender que las ideas nacen con unas motivaciones y en su propia materialización se van modificando hasta el punto de que el final, muchas veces las conclusiones andan lejos de las propuestas iniciales. Y no digo esto porque piense que hay que ajustar los comienzos para que se ajusten a los desarrollos, sino que tenemos que asumir que la materialización lleva implícita una modificación del planteamiento inicial, de modo que el resultado final no va a coincidir con lo que habíamos pensado al principio, de modo que debemos asumir como parte del contenido las modificaciones que se van a ir incorporando en el proceso de elaboración.



         O lo que es lo mismo, que cualquier planificación inicial debe estar abierta a una serie de imprevistos que se han de incorporar al propio desarrollo y que no contaban  en el planteamiento inicial. La ignorancia de que estas influencias específicas del proceso, terminarán formando parte del resultado final y que no será posible pensar en un resultado final fiable si no se incluye en él las muchas o pocas adherencias que se vayan incorporando en la elaboración. Unas pueden tener bastante cercanía al planteamiento inicial, pero otras pueden encontrarse bastante lejos de los previos de los que partimos porque cualquier elaboración tiene que saber que su resultado final va a estar relacionada con lo que se pretendía al inicio, sin duda, pero en el proceso se va a contaminar con una serie de novedades de los distintos contextos del aquí y del ahora que se le irán incorporando y que terminarán formando parte del núcleo del proyecto, de modo que una cosa es lo que queremos hacer y otra lo que terminará reflejándose en el resultado final.    



2 comentarios:

  1. Te levantaste filosófico esta mañana. Saludos a Nicolás.

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  2. Aquí estamos en la Zubia. Un besito Tere. Nos vemos en un ratito

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