Desisto
de luchar contra el destino y me pongo a favor del viento de la Historia y que
nos lleve a donde proceda. Nos dejamos bailando sobre una barcaza la semana
anterior los cadáveres de una madre y de su hijo y reflexionamos sobre su
testimonio. Hoy recordamos que varios miles de pequeños les habían sido
arrebatados a sus familias y aislados en jaulas metálicas como una manera más
del imposible empeño de que dejaran de entrar en los EEUU a través de la
frontera sur de cuatro mil kilómetros. El asunto alcanzó tal crueldad que hasta
Melania había comentado que no se podía permitir. Se decidió entonces devolver
los menores a sus familias y ya se buscarían otras medidas disuasorias. Pero
este es el día en el que casi mil pequeños todavía no han podido encontrarse y
siguen esperando que les llegue su momento. En este baile de locos en el que
parece que los límites no existen se me ocurren dos reflexiones.
A ojos
del mundo ajeno a EEUU parece que el señor Trump tiene todas las de perder y su
imagen no digo que está deteriorada sino que semeja directamente a alguien que
ha perdido la cabeza y que se mueve políticamente como un pollo sin cabeza. Podría
ser así si las cosas de la vida tuvieran una lógica elemental ligada al sentido
común pero la realidad es muy otra y muy tozuda por cierto. Tradicionalmente cada
cierto tiempo han venido apareciendo los niveles de popularidad de los
presidentes. Yo no he conocido ninguno desde que este hombre alcanzó el poder y
no creo que esa ausencia sea casual. No hay más que recordar que cuando empezó
la campaña electoral muy pocos dudábamos de que Hillary se alzaría con la
victoria con diferencia. Sin embargo, aquí tenemos la realidad. Este señor fue
votado por un montón de millones de conciudadanos suyos para nuestra sorpresa.
Podría repetirse la sorpresa y tendríamos que asumir su legitimidad de nuevo como
la estamos sufriendo desde el primer día.
La
segunda característica tiene que ver con los menores. Se está produciendo que
llegan las familias a recogerlos y los pequeños los rechazan porque no los
reconocen. El tiempo tiene estas gracias y no me creo que la primera potencia
del mundo no lo supiera cuando inició el tratamiento. Hace varios meses que
esos menores fueron separados de sus familias y ahora que parece que se pretende
deshacer el entuerto resulta que ya les ha pasado por encima todo un mundo de
extensión y de intensidad, de modo que los más pequeños no son capaces de unir
lo que les llega con quienes vienen a recogerlos con aquellos que un día los
dejaron a la fuerza. En aquel momento la vida se les cortó y a partir de
entonces toda una estructura nueva se ha impuesto para ellos. Nada es
irreversible en este mundo pero el precio que habrá que pagar para conseguir
recomponer semejante desaguisado puede ser muy bien un precio de años.
Estoy
muy preocupado por la cantidad de silencios que rodean el mandato de este
supuesto intruso que ha llegado a la presidencia con todos los honores porque
no han sido ni un voto ni dos los que lo han aupado a la primera magistratura.
Podría pasar, espero que no pero no las tengo todas conmigo, que la popularidad
del señor Trump no estuviera cayendo y todos esos exabruptos que le vemos
soltar por su boca realmente estuvieran conectando con una amplia base del
pueblo americano y hubiéramos de tragárnoslo otra vez cuando se cumpla este
primer mandato de los infiernos. Por no mencionar cómo es posible que la sombra
del tongo esté volando sobre su cabeza desde el primer día que llegó a la Casa
Blanca y no se haya podido investigar a fondo desde entonces y andemos un día
que sí y al siguiente que no mientras el tiempo nos va demoliendo y la
estructura política del mundo se va deteriorando por momentos hasta alcanzar el
nivel de auténtica alcantarilla en el que nos estamos moviendo a estas bajuras.
Muy interesante ...
ResponderEliminarSaludos
Mark de Zabaleta
Conmovedor tu relati fuel de los hechos y espeluznante, la deriva hacia la locura con este personaje que encarna la maldad en todas sus variantes.
ResponderEliminarPero, para no de JJ se dé ser cobclusivis, en el caso flagrabre CV de Trump y lo que representa, *cada cual tiene lo que ha elegido*
No eran necios los que lo auparon al poder.
No querida Pilar, no eran necios. Eran millones de personas de las que nosotros no teníamos conciencia pero que estaban esperando un fantoche semejante que les hiciera creer que son los más grandes y que no serán capaces nunca de enseñar sus trapos sucios. Un beso consolador, amiga.
Eliminarinteresante
ResponderEliminar