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domingo, 29 de julio de 2018

IRREVERSIBLE



         Desisto de luchar contra el destino y me pongo a favor del viento de la Historia y que nos lleve a donde proceda. Nos dejamos bailando sobre una barcaza la semana anterior los cadáveres de una madre y de su hijo y reflexionamos sobre su testimonio. Hoy recordamos que varios miles de pequeños les habían sido arrebatados a sus familias y aislados en jaulas metálicas como una manera más del imposible empeño de que dejaran de entrar en los EEUU a través de la frontera sur de cuatro mil kilómetros. El asunto alcanzó tal crueldad que hasta Melania había comentado que no se podía permitir. Se decidió entonces devolver los menores a sus familias y ya se buscarían otras medidas disuasorias. Pero este es el día en el que casi mil pequeños todavía no han podido encontrarse y siguen esperando que les llegue su momento. En este baile de locos en el que parece que los límites no existen se me ocurren dos reflexiones.

         A ojos del mundo ajeno a EEUU parece que el señor Trump tiene todas las de perder y su imagen no digo que está deteriorada sino que semeja directamente a alguien que ha perdido la cabeza y que se mueve políticamente como un pollo sin cabeza. Podría ser así si las cosas de la vida tuvieran una lógica elemental ligada al sentido común pero la realidad es muy otra y muy tozuda por cierto. Tradicionalmente cada cierto tiempo han venido apareciendo los niveles de popularidad de los presidentes. Yo no he conocido ninguno desde que este hombre alcanzó el poder y no creo que esa ausencia sea casual. No hay más que recordar que cuando empezó la campaña electoral muy pocos dudábamos de que Hillary se alzaría con la victoria con diferencia. Sin embargo, aquí tenemos la realidad. Este señor fue votado por un montón de millones de conciudadanos suyos para nuestra sorpresa. Podría repetirse la sorpresa y tendríamos que asumir su legitimidad de nuevo como la estamos sufriendo desde el primer día.

         La segunda característica tiene que ver con los menores. Se está produciendo que llegan las familias a recogerlos y los pequeños los rechazan porque no los reconocen. El tiempo tiene estas gracias y no me creo que la primera potencia del mundo no lo supiera cuando inició el tratamiento. Hace varios meses que esos menores fueron separados de sus familias y ahora que parece que se pretende deshacer el entuerto resulta que ya les ha pasado por encima todo un mundo de extensión y de intensidad, de modo que los más pequeños no son capaces de unir lo que les llega con quienes vienen a recogerlos con aquellos que un día los dejaron a la fuerza. En aquel momento la vida se les cortó y a partir de entonces toda una estructura nueva se ha impuesto para ellos. Nada es irreversible en este mundo pero el precio que habrá que pagar para conseguir recomponer semejante desaguisado puede ser muy bien un precio de años.

         Estoy muy preocupado por la cantidad de silencios que rodean el mandato de este supuesto intruso que ha llegado a la presidencia con todos los honores porque no han sido ni un voto ni dos los que lo han aupado a la primera magistratura. Podría pasar, espero que no pero no las tengo todas conmigo, que la popularidad del señor Trump no estuviera cayendo y todos esos exabruptos que le vemos soltar por su boca realmente estuvieran conectando con una amplia base del pueblo americano y hubiéramos de tragárnoslo otra vez cuando se cumpla este primer mandato de los infiernos. Por no mencionar cómo es posible que la sombra del tongo esté volando sobre su cabeza desde el primer día que llegó a la Casa Blanca y no se haya podido investigar a fondo desde entonces y andemos un día que sí y al siguiente que no mientras el tiempo nos va demoliendo y la estructura política del mundo se va deteriorando por momentos hasta alcanzar el nivel de auténtica alcantarilla en el que nos estamos moviendo a estas bajuras.


4 comentarios:

  1. Muy interesante ...

    Saludos
    Mark de Zabaleta

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  2. Conmovedor tu relati fuel de los hechos y espeluznante, la deriva hacia la locura con este personaje que encarna la maldad en todas sus variantes.
    Pero, para no de JJ se dé ser cobclusivis, en el caso flagrabre CV de Trump y lo que representa, *cada cual tiene lo que ha elegido*
    No eran necios los que lo auparon al poder.

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    Respuestas
    1. No querida Pilar, no eran necios. Eran millones de personas de las que nosotros no teníamos conciencia pero que estaban esperando un fantoche semejante que les hiciera creer que son los más grandes y que no serán capaces nunca de enseñar sus trapos sucios. Un beso consolador, amiga.

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