Tengo
el propósito firme de salir del bucle de la migración y volver a nuestro asunto
de la primera infancia de lleno. Y por Dios que voy a hacerlo por más que ya
puesto el título y todo, se me hayan cruzado por delante de los tres cadáveres
de bebés en brazos de tres voluntarios de un último grupo al parecer de cien
muertos que se habían tirado al mar en su balsa de goma y que no fueron
recogidos a tiempo y el Mediterráneo dio buena cuenta de ellos según la prensa.
Todo lo que he visto de la terrible secuencia han sido los tres cadáveres
recién llegados a la playa que ya nunca verán,
en manos de voluntarios que los ofrecen no sé a quién, quizá porque
tampoco entienden cómo es posible que no paremos de sumar mientras vamos
desgranando los argumentos para seguir eludiendo nuestras responsabilidades.
Con estos testimonios cierro el tema y me voy a lo que quería tratar.
Cuando
ya parecía que España no tenía remedio y estaba condenada a sobrevivir con el
inmobilismo desesperante del gobierno de la derecha y con las incansables ganas
de división de la izquierda, parece que ha pasado un ángel y en unos pocos días
todo el parlamento se ha confabulado y ha mostrado su rechazo al gobierno y ha
decidido apoyar una moción de censura propuesta por el Partido Socialista.
Ahora que había conseguido el gobierno hasta aprobar un presupuesto, después de
un año de prórroga, se encuentran en la oposición sin tiempo ni para encajar
por dónde les ha llegado la derrota después de tanto cacareo de que debe
gobernar la lista más votada que, evidentemente, eran ellos. Pues aquí estamos
con un gobierno con amplia minoría y dispuesto a pactar con casi todos para
desbloquear las leyes que había aprobado el parlamento anterior y que el
gobierno tenía retenidas inexplicablemente.
Una de
las primeras es la de poner en marcha una alternativa a los pequeños que han de
pasar el verano en sus casas y no tienen asegurada la alimentación que
necesitan. La mayoría son familias marginales que, o bien no tienen trabajo o
con la nueva modalidad que se puso en marcha de la reforma laboral
indispensable para salvar a España que vivía por encima de sus posibilidades, a
la vuelta de unos años estamos creando empleo pero con salarios cada vez más
bajos y con unos parados de larga duración que no hay donde colocarlos y unos
jóvenes que han de salir a colonizar el mundo porque después de habernos
gastado un dineral en su formación, no sabemos qué hacer con ellos. No quiero
dejar de mencionar a ese padre que se nos ha mostrado en todo su esplendor,
enarbolando la bandera de sus treinta hijos, de los que la administración ya le
ha quitado creo que nueve y él sigue jactándose de que ni ha trabajado nunca ni
piensa hacerlo en adelante.
Es
cierto que a la nueva administración le cabe la responsabilidad de resolver
estos problemas de carencia de lo elemental para muchas familias enquistadas en
la degradación social y marginadas por una ley que dijo en su día que iba a
solucionar los problemas pendientes de una vez pero también estaría bien que
miráramos de cara los aspectos perniciosos
a los que la injusticia nos ha ido llevando para que entendamos que
todos tenemos que contribuir para resolver los problemas que nos acucian, que
no son pocos. A los hijos de este padre exhibicionista creo que hay que ofrecerles
un plato de comida o los que necesiten pero creo que a él no le vendría mal una
dieta de adelgazamiento forzoso hasta que entendiera con su mismo lenguaje que,
aparte de traer hijos al mundo dejando embarazada a cualquier hembra que se
ponga a tiro, resulta que hay que mantenerlos, dotarlos de una vida digna y que
puedan encarar el futuro con garantías.
Vaya, Antonio, después de la magnífica crónica que leí en el Independiente del homenaje a Manolo Navarro, esperaba que hoy aquí nos deleitaras con esa intervención tuya en homenaje a una de las cabezas del movimiento Freinet en Granada.
ResponderEliminarMe gustra tu observación y llevas toda la razón. Hubieraa dedicado con mucho gusto un texto a Manolo Navarro con mucho gusto. Pero lo que percibí en el homenaje es que se hablaba de Manolo de Granada Laica cuando el Manolo con el que yo había trabajado era el maestro. Y me sentí como antiguo. Un abrazo
EliminarCiertamente interesante ...
ResponderEliminarSaludos
Mark de Zabaleta
He estado leyendo la entrevista que le hiciste a Manolo en 1983 y me sigue pareciendo un texto actual, a pesar de que el MCEP de nuestros amores se quedara varado en las playas de los CEP.
ResponderEliminarGracias, Manuel. Eres muy amable. Un abrazo
EliminarEs la era y la hora nueva.
ResponderEliminarNo va a ser ni era ni hora de los milagros. Por más que quisiéramos
Es verdad que los milagros pertenecen a otro terreno. Lo que pasa en la tierra es más prosaico. Un beso
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