Marzo,
magarzo y el mes de marzo. Como marzo vuelva el rabo, no hay oveja sin pelleja
ni pastor enzamarrado y si marzo mallea, mayo marcea. Seguro que hay muchos más
refranes o dichos para aliñar el refranero o enriquecer el lenguaje ligado al tiempo.
No me fío de que su contenido sea fuente de sabiduría porque lo mismo
encuentras de un sentido que del otro, Formas, por tanto, cualesquiera, para no estar callados. La memoria es tan
frágil que nos hace más tontos que lo que ya somos de natural. A poco que
recuerdes, el año pasado alcanzamos e
marzo hasta los 30º y comentábamos de marzo malleando, ya casi de
veraneo y de manga corta. Este año nos tiene un poico asustados porque es
verdad que las reservas de agua dulce ha ascendido por encima del 60% cuando la
media de los últimos 10 años se quedaba en el 58%. Hay que contar, además, las
particularidades de las distintas zonas. Mientras el norte supera la media con
creces, el sur no alcanza el 30%, y ya es mucho. Ha tocado pleno invierno este
año, a estas alturas, y es perfectamente legítimo porque será a lo largo de
esta semana cuando alcancemos la primavera cronológica.
Un año
con otro, muchas veces se parecen como el culo a una castaña. La sequía se nos
había metido hasta los tuétanos y no había noticia sin humedales abiertos y la
sed presente hasta en los huesos, no sin razón. Hoy, el mismo Atlántico que
unos años nos negaba sus borrascas, otros, como este en el que andamos, por
ejemplo, nos las pone en chorro, una detrás de otra y hay que andar poniéndoles nombre a cada
una, por separado, para no perdernos. Pero nada es perfecto en la viña del
señor y a la vez que resurgen los humedales y se vuelven a llenar los pantanos,
tenemos que andar ojos avizores porque en cualquier momento nos encontramos una
riada por el camino que, sin llegar a la Dana del 29 de octubre de infausto
recuerdo, nos recuerda lo poco que somos y que haremos muy mal en olvidar que
cualquier elemento natural, la tierra, el agua, el viento o el fuego, nos trae
y nos lleva como si apenas fuéramos vilanos que van y vienen a su antojo.
Si hay
que contar con que año de nieves, año de bienes, podemos andar tranquilos
porque en los últimos días, en Sierra Nevada hemos pasado de los blancos picos
apenas, coger más de un metro de espesor en la Alpujarra y llevarlo sin mácula
alguna hasta el mismo Guadix y al Puerto de la Ragua, más de 50 kilómetros
arriba en línea rectas. Un almacén hídrico de privilegio que buscará sus
veneros para encontrar salidas, una vez que vuelva el sol, que tendrá su
momento, y fermentará semillas de todo tipo y las convertirá en vida una vez
más. Yo me quedo con el jaramago, mi debilidad.
JARAMAGO.-
1
Ha sido jaramago, escándalo
amarillo,
cuyo trasunto en flor humilde se estremece
mientras borda brisa fresca en los caminos.
De su arcana semilla,
junto al arcén postrada,
escombro, olvido,
al parecer simiente de la nada,
este abril, de goces rencoroso,
ha penetrado las oscuras galerías,
ha barrenado los hilos de la vida
con húmedo vigor,
y ha logrado el milagro.
La explosión ha sido en verde,
y el culmen amarillo, como un manto de oro.
Lirio morado pudo ser, pudo ser
cardo,
amapola sangrante, margarita.
¡Tanto azul incorruptible,
tanto sol implacable,
tanto polvo acumulado en las orillas,
tanta plegaria inútil!.
De imposible embarazo, parto al
fin exuberante.
Se llama jaramago y culmina, de momento, los anhelos,
reconcilia los temores del desierto,
a la vez que proclama
la síntesis de vida que aguardaba en la tierra
su preciso momento de hornacina,
de esplendor, de insultante presencia.
¡Aquí está para contarlo!.
Vuelvo a leer, entusiasmada...
ResponderEliminarTanto la prosa como el verso.
Me encanta 😍❤️😍
Todo.
Y tu poema final, de escándalo.
Precioso.
Bueno.
Sabio.
Impecable...
Una joya literaria.
Me encanta.
Gracias. Gracias. Gracias.
Felicidades 🎉 Besos 😘💞😃