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domingo, 4 de julio de 2021

AUTOPROTECCIÓN

 

         Recuerdo, desde el principio de esta pandemia, que cada día que pasa parece sin fin, se decía que la mejor forma de combatirla era encontrar acciones conjuntas porque las sumas de todas las individualidades era mucho más que la suma aritmética. Yo estaba de acuerdo y lo estoy en este momento pero creo que la afirmación adolecía mucho de sentido de la realidad. Cada día nos demuestra que las normas se imponen, no por consenso como deberían, sino a pesar del inevitable disenso. Estoy convencido de que nadie va a enfermar por estar de acuerdo en algo con su adversario pero la realidad de cada día nos viene demostrando que hemos confundido adversario con enemigo y, ya se sabe: al enemigo, ni agua. Vamos avanzando y las vacunas están cerca de inmunizarnos a todos o a la inmensa mayoría pero, por duro que parezca, creo que no se va a conseguir por nuestro esfuerzo sino a pesar de nuestro esfuerzo en contrario. Ojalá fuera una exageración lo que acabo de decir. Me temo que se parece mucho a la realidad.



         Esta semana el escándalo ha sido que unos miles de jóvenes han realizado su viaje de estudios a Mallorca y a otros lugares y nos han dejado como resultado más de 2000 infectados nuevos y una incidencia que a duras penas bajaba de los 100,  se ha plantado de golpe y porrazo en los 150. Hemos pasado, por tanto, de andar en una infección baja a colocarnos en una posición media, que hace que muchos países se cuestionen visitarnos porque en estas condiciones no ofrecemos suficiente seguridad. De ninguna manera pretendo atacar a los jóvenes como responsables de este palo, pero sí decir que tanto organizadores como familias como agencias de viajes como cada uno en particular tenemos cotas parciales de responsabilidad que, en conjunto dan como resultado una situación indeseable. En honor a la verdad hay que decir que a pesar del aumento de la infección, la gravedad de los casos, al ser jóvenes casi todos los nuevos infectados, ha descendido espectacularmente y las plazas hospitalarias, las UCIS y los fallecimientos también. Los efectos de las vacunas completas han funcionado y la inmunidad de los de más riesgo se ha mantenido al margen de esta nueva infección.



         Seguramente todas las particularidades de esta infección tan espectacular hay que tenerla en cuenta para lograr un análisis certero y equilibrado. Es cierto que estamos en unas condiciones muy distintas a las que vivíamos el año pasado pero las calificaciones internacionales no precisan tanto y se quedan, por ejemplo, sólo con la incidencia acumulada; con lo que habríamos crecido en riesgo de contagio mucho en apariencia cuando, al saber que muchos de los nuevos infectados son jóvenes y, por tanto, leves o asintomáticos sencillamente, nos podría decir que la infección no ha sido para tanto a pesar de lo aparatoso de las cifras. Es más, a pesar del aumento tan significativo, seguimos con la desescalada y empezando a eliminar la obligatoriedad de las mascarillas en espacio exteriores, siempre que podamos garantizar una distancia de seguridad de 1´5 metros entre nosotros. Es verdad que las cifras de aumento escandalizan, pero el contenido de los nuevos afectados, no tanto.



         En síntesis y una vez más, hay que insistir en que el virus sigue ahí, que está vivo y que busca a todo el que pueda darle cobijo para meterse dentro y expandirse. Los primeros consejos de ponernos de acuerdo y asumir las medidas de cuidado que se nos aconsejaban siguen siendo eficaces, si bien yo las recojo aquí para que no se diga que no colaboro, pero mi confianza en que nos las creamos es más bien pequeña, por decir algo. Son estrictamente las vacunas, cuyo ritmo de inoculación no para de aumentar afortunadamente, las que nos van convirtiendo en personas verdaderamente seguras. Nunca al 100 por 100, pero sí en unos porcentajes muy cercanos. Como puede verse, no nos faltan elementos de satisfacción y confianza, siempre que no olvidemos que el mundo es un poco mayor que nuestro ombligo y que para estar seguros por completo tenemos que poder hacerlo todos juntos y eso todavía nos queda bastante lejos.  


2 comentarios:

  1. Asi es. Funcionamos con muy poco cerebro. Penoso.

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  2. Magnífica crónica y reflexión.
    Felicidades y muchas gracias.
    Besos 😘

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