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domingo, 2 de junio de 2019

CALOR

 


         A estas alturas del año, todavía en plena primavera,  ya hemos rozado los 40 grados. No se trata de un año excepcional ni nada de eso. Es que Granada tiene esa gracia durante las horas tórridas de las 5 de la tarde. La ventaja, siempre, es que la noche tira del termómetro hacia abajo y permite dormir, que es la prueba de fuego para saber si el descanso se permite o no porque esa es una línea divisoria muy clara entre lo asumible y lo angustioso. Puede que sea la cercanía de Sierra Nevada que las amplitudes térmicas se amplían de modo que llegar a los 40 puede ser frecuente pero bajar de los 20 por la noche también. Los edificios escolares viven una situación que es difícil resolver. Cuando el calor ataca con toda su dureza es un problema para los pequeños y uno echa de menos el aire acondicionado que es un signo de los tiempos y que se ha generalizado en casi todos los hogares. Pero claro, también conviene hacer cuentas y pensar la importante inversión que supone climatizar los grandes espacios de los colegios.

         La costumbre es que durante junio y después en septiembre la escuela empieza un poco antes por la mañana y termina a las dos de la tarde que no son las horas más tórridas del día. Es verdad que cuando el calor aprieta es difícil ponerse comprensivos y uno busca la solución inmediata del aparatito que es capaz de bajar la temperatura interior hasta donde se quiera, pero no estaría mal encontrar un punto de armonía para resolver los problemas derivados del calor pero con una cierta medida porque se trata de una necesidad que si bien puede ser un poco agobiante, no voy a negarlo, lo cierto es que no se extiende más allá de un mes antes del verano y otro al comienzo del curso siguiente, lo que quiere decir que la importante inversión que requiere la climatización general sólo tiene utilidad dos meses no completos y el resto del año prácticamente se hace innecesaria. En este sentido, una cierta ponderación del gasto tampoco nos viene mal porque los recursos son limitados y conviene tenerlo en cuenta.

         Sé perfectamente que el sentido del equilibrio climático es muy bonito decirlo cuando uno no lo está soportando en su propio cuerpo pero no estaría mal contar con el aire libre para que los pequeños puedan sobrellevar el calor de manera más natural. Ni encontrar sombras arbóreas en los centros que con demasiada frecuencia adolecen de árboles y se convierten en desiertos de cemento que uno se lo piensa dos veces antes de cruzarlos a pleno sol. El agua puede ser otro recurso para acercarse y permitir su manipulación. Las salidas de los espacios interiores cerrados. Seguramente ninguno de estos elementos por sí solos nos va a resolver la situación climática de por sí pero si nos damos cuenta, en conjunto estamos hablando de una serie de medidas que contribuyen a facilitar el día a día en aquellos lugares, yo pienso en mi Granada, pero cada uno puede pensar en el que tenga más cerca, que no tengan que estar pendientes siempre de grandes gastos y de los beneficios artificiales solamente para hacer la vida más llevadera en los periodos más dificultosos del año.

         Lo que sugiero no es más que una reflexión. Lo último que querría es que alguien pudiera interpretar que lo que promuevo es que nos aguantemos con las inclemencias del tiempo. Lo que pasa es que estamos en un momento en el que parece que ya todo lo sabemos y hemos aprendido que a base de inversiones todo se puede resolver y creo que es necesario que entendamos que las inversiones son importantes y está muy bien que las podamos tener a nuestro alcance cuando sea necesario, pero también está bien que tengamos conciencia de que los recursos son limitados y no podemos perder de vista que nuestras necesidades también se pueden modular y alcanzar niveles de satisfacción que pueden no ser los óptimos en todos y cada uno de los momentos del año pero que nos pueden permitir resolver nuestras necesidades con niveles de inversión asumibles en función de lo que en cada momento vayamos necesitando. El sentido de la medida no debemos perderlo por nada del mundo.


2 comentarios:

  1. Con el calor (como con la Iglesia,)
    hemos topado!!!!
    Muy buen artículo !

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    1. Hay zonas de la educación que se pueden convertir en un peligroso jardín, pero los que no hemos sido nunca muy prudentes, a esta edad ya no vamos a dejar asuntos pendientes. Un beso

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