Acaban
de comunicarme desde la organización a la que ella pertenecía ROSA SENSAT que Irene ha muerto. Así,
sin más. Irene Balaguer Felip, hija intelectual de Marta Mata i Garriga que en
paz descanse. Dos mujeres que son orgullo de Cataluña y de España, ambas
presidentas del Consejo Escolar del estado español dedicaron su vida a la
educación como primera militancia, aunque vivieron adscritas al Partido
Socialista de Cataluña. Su prestigio personal hace que tengan que ser
necesariamente un referente en la educación de este país y que aunque su cuerpo
ya no esté, su memoria perviva cada vez que los educadores queramos pensar en
la dignidad profesional y en el compromiso por la mejora educativa.
Conocí
a Irene en el INCIE de Madrid en 1974 en unas Jornadas sobre la primera
infancia y desde entonces hemos vivido unidos por el empeño en dignificar esta
primera etapa de la vida, ella desde su privilegiada posición en Barcelona,
siempre de la mano de Marta y todos los demás seguros siempre de que su
colaboración para cualquier iniciativa sobre el tema tendría, sin duda, la
inestimable colaboración de ambas. Yo confieso haber dicho muchas veces que la
distancia más corta desde Granada era Barcelona, 1000 km, después Madrid, 500 y
por último Sevilla, 250. No es por desmerecer a nadie pero hablar de Educación
Infantil con Barcelona era saber que la sintonía y la comprensión estaban
aseguradas. Esta foto que veis de Irene no es la mejor ni mucho menos, pero la
tomé yo en un congreso en Murcia y tiene el valor de lo propio, el mismo que os
quiero transmitir hoy sobre una persona valiosa para la educación de la primera
infancia.
En ese
mismo congreso de Murcia fraguamos lo que después sería la revista INFANCIA, tanto en castellano como en
catalán que en poco tiempo se convirtió en un referente del rigor y de la
autenticidad sobre los contenidos ideológicos y educativos de los primeros años
de la vida de las personas. Años después se llegó a publicar una versión para
Europa y para el mundo entero con los más brillantes extractos obtenidos de
nuestras propias versiones. La casa de Irene ha sido mi casa cada vez que hemos
tenido algún acontecimiento en Barcelona, que han sido muchos y he asistido a
algunos de ellos con la profunda confianza de que estaba en mi casa y con mis
amigos intelectuales y personales.
A
estas alturas de la vida sé de sobra que un día nos moriremos todos y que hoy
le ha tocado a Irene como hace unos años le tocó a Marta y como cualquier día
me tocará a mí. Ningún dramatismo por tanto sobre el acontecimiento pero como
el acto de sentir es libre y personal quise cuando Marta sentirlo mucho y hoy
con Irene, más cercana a mí por edad y por vivencias comunes os lo comunico con
todo el sentimiento de que soy capaz, aunque las lágrimas me las guardo para mi
intimidad, para que quienes la conocisteis lo podáis compartir y quienes no,
podáis saber que os habéis perdido el contacto con una gran persona, con una
trabajadora infatigable en favor de la primera infancia y con una ambiciosa
empedernida en encontrar las mejores ideas para aportar a este sector
educativo.
Espero
que su familia pueda tener acceso a estas sencillas palabras que sabrán que salen
de la cabeza de un amigo y de la autenticidad de un compañero que la ha
respetado siempre como persona y que la valora hoy en su ausencia para que su
memoria nos sirva a todos como acicate para saber que el camino es largo y que
personas como Irene nos enseñan que no hay que desfallecer porque la primera
infancia merece todo el esfuerzo que seamos capaces de poner a su servicio.
Irene,
querida amiga y compañera, tú no morirás mientras yo viva y siempre te tendré
como ejemplo de dignidad profesional y de compromiso político en favor de los
más pequeños.
El trabajo, remunerado menos mal, me roba un tiempo que aprecio mucho. He tenido que saber seleccionar a quienes seguir leyendo.
ResponderEliminarCreo haber leído tus entradas de diciembre, algunas muy buenas y otras mejores.
He pasado por acá, cerca de la medianoche de Año Nuevo para desearte un año de buena salud y de proyectos entretenidos.
Abrazos.