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domingo, 15 de septiembre de 2024

TURISMO


         Volvemos los ojos de nuevo a la realidad que nos envuelve. Hemos resuelto el grueso de una campaña turística más y parece que estamos aprendiendo algunas lecciones sobre el tema que no debemos eludir. La primera y principal es que el turismo se ha convertido en la primera industria nacional, con un volumen de negocio que roza el 20% de la riqueza global. Significa, por tanto un recurso a mimar porque abarca una importante entrada de dinero, miles y miles de puestos de trabajo y una subida significativa del nivel de vida general. Todo esto no es poco y muchos países lo querrían para ellos. Pero en la vida nada es perfecto y lo que hace años deseábamos con desesperación, en este momento, que afortunadamente lo gozamos, empezamos a comprobar que tiene sus lados oscuros que hemos pasado por alto durante años, pero que tenemos de afrontar, mejor hoy que mañana, porque si nos descuidamos, podemos estar matando la gallina de los huevos de oro.



         El recurso más destacado no ha sido otro que el sol en el que no hemos tenido que invertir prácticamente nada y lo tenemos al alcance de la mano sin esfuerzo alguno. En pocos años hemos comprobado cómo el país ha cambiado y hoy podemos comprobar que la línea de costa acumula la inmensa mayoría de la población y su riqueza mientras que todo el interior se iba vaciando, porque la gente se desplazaba a los espacios en donde podían encontrar mayores y mejores recursos de subsistencia. Ya tenemos un gran reto, que es el de encarar lo que hemos dado en llamar LA ESPAÑA VACIADA, valorar las posibilidades que ofrece y adoptar las medidas necesarias para que esa mayoría de espacio interior que se nos ha quedado vacío, encuentre una utilidad y unas posibilidades de desarrollo que, si algún día las tuvo, hoy las ha perdido. Hemos concentrado en el AGOSTO, los meses de julio y agosto sobre todo, la concentración humana que nos deja los recursos de los que sobrevivimos casi todo el año, lo cual significa una concentración humana que ya vemos claramente que nos empieza a asfixiar. Bastaría incorporar los meses de junio y septiembre a la explotación de las playas para que el prorrateo del esfuerzo y la riqueza obtenida se modificara de manera sustancial.



         Ya se ha iniciado la explotación del turismo rural habilitando unas particularidades de disfrute, completamente distintas a las de costa, que permiten diversificar los recursos y que las personas puedan disponer de ofertas diferenciadas en las que emplear el ocio, a la vez que aflorar posibilidades que estaban inactivas y emplearlas como nuevos focos de atracción para quienes buscan otras formas de esparcimiento que no tengan que ser necesariamente las de playa. En las importantes fluctuaciones que se producen en las cifras de empleo entre unos meses y otros, podemos detectar con claridad las limitaciones de nuestra organización del trabajo. Así sabemos que hay buenos y malos meses para el empleo, en función de que hay meses de contratos a mogollón y otros en los se producen despidos masivos, coincidiendo con los meses de baja productividad en las costas.



         De ninguna manera pretendo dar lecciones a nadie sobre la  mejor distribución de las riquezas de las que podemos obtener mayores y mejores beneficios para el país. Estoy seguro de que, a estas alturas, disponemos de inteligencia suficiente para ofrecer posibilidades de futuro que hasta el momento no hemos usado. Todo tiene su explicación y nosotros nos hemos encontrado con un recurso fácil y barato al alcance de nuestra mano y nos hemos dedicado a gozarlo sin más y, ahora que empezamos a comprobar que también podemos morir de éxito, es cuando tenemos necesidad de sentarnos a pensar en nuevas y mejores maneras de organizar nuestras posibilidades, que nos permitan un presente más rentable y un futuro con mejores perspectivas. Porque me niego a pensar que estemos viendo las orejas al lobo de la desidia y esperemos sentados y mirando al cielo, hasta que el día menos pensado notemos cómo la dentellada de la catástrofe se nos clava y nos comunica que ya es tarde. 



5 comentarios:

  1. Nieves Merino Guerra15 de septiembre de 2024, 3:31

    Estupenda reflexión...
    Felicidades.
    Buen domingo, amigo.
    Abrazos

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  2. El turismo aporta grandes recursos económicos, a cambio de grandes aspectos negativos para los lugares y su población. Para sobrevivir y de la mejor manera, nada mejor para los países que la autosuficiencia. La grobalización terminó con la autosuficiencia y es algo

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  3. (Di "enviar" antes de tiempo sin querer)
    Es algo que se debe revertir. Y hay que tratar de ser autosuficientes.
    O... hacer enormes campañas de respeto a la ecología, a las costumbres, a los sitios, etc. de los turistas.
    Un abrazo.

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    Respuestas
    1. Llevas toda la razón. Este año estamos a punto de asfixiarnos de tanto turista. Los beneficios que aportan no compensan por las dificultades que crean. Un beso.

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