Esta
semana el texto tendría que resultar positivo si tenemos en cuenta que se ha
celebrado la Convención Demócrata de los EEUU, una vez que Joe Biden ha
decidido no presentarse como candidato y permitir que fuera su vicepresidenta,
Kámala Harris quien optara al puesto. Con toda la parafernalia americana se ha producido
el relevo y ya tenemos candidata con todos los honores y con el beneplácito de
todo el partido. Si hace unos días Trump salía con su nominación republicana
colgada al pecho y dispuesto a comerse el mundo frente a un Biden disminuido
por la edad y por su dudosa lucidez, ahora nos encontramos a toda una fiscal
cincuentona con toda su fuerza personal
y la de su partido respaldándola, dispuesta a hacer frente al republicano Trump,
que ahora no puede competir en capacidad con Kámala, ni por edad ni por
curriculum. Y todo este cambio, en un periodo de un mes más o menos, que es
algo así como decir que las perspectivas del mundo han cambiado radicalmente,
como manifiestan las encuestas, que ahora empiezan a ser favorables para los
demócratas cuando era el republicano Trump el que las encabezaba cuando obtuvo
su nominación.
Como
no se puede vender la piel del oso antes de cazarlo, conviene mantener la
prudencia hasta el 5 de noviembre, día de las elecciones, en las que podremos
disponer de los resultados finales dictados por las urnas. Tampoco hay que
desdeñar que en estos 70 días que faltan hasta entonces, si bien las encuestas,
en este momento empiezan a ser favorables para los demócratas, las diferencias
no son demasiado significativas y cualquier error de cualquiera de los dos
candidatos en liza, puede hacer que las previsiones cambien en un sentido o en
otro. Lo que sí es verdad es que las perspectivas han cambiado radicalmente y ahora
tendrá que ser la estrategia de cada uno de los candidatos la que incline a la
balanza en un sentido o en otro. Puede que, incluso los errores que cada uno
cometa en el camino sirva también para inclinar la intención del voto hasta
influir en el resultado final. Todo un mundo en 70 días.
Bien
es verdad que ninguno de los dos candidatos se ha pronunciado de manera tajante
sobre los dos conflictos importantes que tenemos entre manos. Se conoce, eso sí, que Trump presume de sus buenas relaciones con Putin y de
cierta tensión con la OTAN porque
considera que los miembros europeos no aportan suficientes fondos para su
mantenimiento, en comparación con lo que aporta EEUU. En el conflicto de Gaza
la situación está más igualada puesto que ambos candidatos ejercen un sólido
apoyo a Israel y le dotan de todo el armamento que precisa. Se ve que el lobi
judío americano se encuentra muy bien imbricado entre la ciudadanía y en el
territorio. Por lo demás, ninguno de los dos partidos ha desarrollado apenas un
programa en el que se puedan conocer las líneas básicas de lo que ofrecen a la
ciudadanía. Da la sensación de que tanto unos como otros ya tienen decidido de
antemano cual es su opción de cara al futuro y sólo esperan el día de las
votaciones para ejercer su derecho al voto.
Los
dos grandes bloques de votantes tendrían sus decisiones más o menos tomadas,
con los cual, el país estaría dividido en dos bloques hegemónicos. Habría que
contar, por una parte, la confianza de unos y de otros, para poder marcar las
primeras diferencias finales en función de que se acerquen o no a votar. Y
durante lo que queda de campaña, esforzarse ambos candidatos para convencer al
núcleo de dudosos, que todavía tienen su decisión en el aire. Por último el
sistema de recuento americano que lo que cuenta no es el número de votos solo
sino el número de compromisarios que tiene asignados cada estado y que deben
obtener la mayoría suficiente, 278 si no recuerdo mal. Hillary ganó a Trump en
votos, pero Trump logró los compromisarios suficientes de los estados. Cada
país tiene sus particularidades y en el recuento final deben ser respetadas. Y
el punto final, lo más difícil. Los resultados finales deben ser aceptados por
quien gana y por quien pierde. Pronto tendremos ocasión de comprobarlo.
Síii...
ResponderEliminarAlguna esperanza hay.
Aunque reservo con prudencia mi entusiasmo.
La mayoría del planeta empeora...
Gracias, amigo querido y sabio.
Besos 😘
A veces hay que conformarse con poco porque ese poco puede ser suficiente. Un beso
Eliminar