No
podemos hacer otra cosa que hundir la conciencia en la oscuridad y en la
desolación, si seguimos la estela del señor Netanyahu. Hasta sus aliados
americanos le han hecho llegar un aviso de que no más mentiras y de que no
puede contar con un nivel de agresión sin límite alguno. Pero mientras nos
vamos escorando en la vergüenza y en la ignominia como si el único destino para
el pueblo palestino fuera su desaparición, el mundo contempla su desaparición a
manos de un gobernante que actúa sin límites, hasta el momento. Es verdad que
las guerras son todas deleznables pero lo son más cuando la desproporción entre
ambos contendientes es tan manifiesta como en este caso. Hasta en el conflicto
de Ucrania con Rusia se dejan ver niveles de proporcionalidad cuando nos enteramos que el ejército ucraniano está
penetrando en territorio ruso y tomando algunas poblaciones y hasta una
importante central atómica. No quisiera alcanzar el grado de ceguera para
justificar cualquier guerra, pero no deja de tener su punto justiciero
encontrarse al señor Putin quejándose de los avances ucranianos y de la
humillación a sus tropas, después de haberse atrevido, con todo descaro, a
tomar toda la zona del Dombás, casi un 20% de Ucrania, en el sur y el este.
Una
vez de dar cuenta de cómo va el mundo y de las ganas de esconderse donde nadie
nos vea, hemos podido presenciar este fin de semana, no la peripecia del señor
Puigdemón, con su visto y no visto que la prensa mundial se ha encargado de
airear a bombo y platillo como si la secuencia de aparición y escape hubiera
sido el asunto central de los acontecimientos vividos y la proclamación del
señor Illa como nuevo President de la Generalitat salido de las últimas
elecciones catalanas y tras un largo y arduo proceso de negociación entre las
fuerzas de izquierda, tanto independentistas como defensoras de la constitución
española. Me niego a centrarme en los conflictos o en los acontecimientos casi
jocosos por los que hemos pasado todo el fin de semana entre un líder político
que intenta reventar una laboriosa nominación que, por fin ha terminado en
éxito y algún juez que se resiste a aplicar una amnistía aprobada por el
parlamento.
Quizá
haya que dar por bueno un pulso que ha noticiado lo anecdótico de la presencia
y desaparición del político y las motivaciones del juez que no acepta lo que
acuerda el parlamento sino que considera que su criterio está por encima de la
voluntad popular y debe ser cumplida por encima de todo. Mientras, sin hacer
apenas ruido, este es el momento en que Cataluña dispone ya de un gobierno
legitimado por su parlamento y que, a partir de este momento empieza a gobernar,
que es lo que venía haciendo falta. Estoy seguro que la anécdota del político
huido y del juez rebelde seguirá su recurrido hasta ver si son galgos o son
podencos las cuitas sin fin que nos entretienen, y no son sino linderos y
estribaciones, que llegan a ser hasta
jocosas y que sirven para distraer el fondo de la noticia, que no ha sido otro
que la elección del señor Illa como nuevo President de la Generalitat.
He titulado UN PUNTO DE LUZ el texto de hoy porque, pese a no faltar argumentos de distracción del meollo del contenido de lo que ha ido pasando, muchos hemos tenido que elevarnos por encima o al margen de lo anecdótico, y llegar al corazón de la noticia. Seguramente muchas de las noticias importantes necesitan altas dosis de humildad y discreción para no dejarnos vencer sobre los aspectos circunstanciales de lo que está pasando, que sólo sirven para dispersarnos del meollo de la cuestión y hasta confundirnos. En este caso ha sido una prueba manifiesta, de que era necesario superar todo lo circunstancial y anecdótico, y entrar en el corazón del contenido, mucho menos vistoso pero de más enjundia y quedarnos con la dificultad con que debemos luchar para alcanzar los contenidos que vamos alcanzando con dificultad, pero que nos hacen sentir que avanzamos, aunque tenga que ser al margen de las aparatosidades que intentan despistarnos a base de subterfugios.
Buenos días amigo querido.
ResponderEliminarNo sé qué decir que valga la pena.
No encuentro ese punto de luz todavía...
Lis escenarios, tanto de España, como de Europa, América, Asia... Son demasiado desalentadores.
Por ahora y desde hace tiempo, el dolor y la vergüenza que siento son muy grandes.
Realmente brutal.
Gracias y felicidades de nuevo por tu crónica y punto de vista.
Te quiero, lo sabes. Cuidate mucho...
Besos para tí y toda la familia
Podia decir que estoy de acuerdo contigo, pero quiero apostar por el futuro a ver qué pasa. Un hermoso 😘.
EliminarEstá siendo una atrocidad imperdonable, a la vista de todos, como imperdonable es que todos juntos no podamos hacer algo por frenarlo. Cuánta impotencia se siente de ser testigos de algo tan injusto e inequitativo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es verdad que lai mpotencia desespea mucho. Un beso
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