Las
tenemos de colores diversos, ni siquiera están tan lejos unas de otras, su
contenido implica a grandes capas de población, mueven enormes cantidades de
dinero y hay casos en que el jolgorio que implican parece no tener límite, la
de Sevilla, por ejemplo, que puso su cierre anoche, sobre las doce, con el
despliegue de fuegos artificiales, que espero que el tiempo les permitiera
cerrar la semana a base de consumiciones a placer y con temperaturas de los 30
grados en adelante. No tengo datos de las últimas horas, pero sé que el cielo
se abrió de par en par y, al menos por mi zona, Granada, recibimos un sonoro
concierto de relámpagos y truenos seguido de una Dana que descargó agua con
fuerza por zonas determinadas y, al menos, se llevó la vida de un pequeño de
ocho años como tributo inmisericorde de las fuerzas de la Naturaleza que pueden
hacer daño hasta cuando benefician. Espero que a los sevillanos les permitieran
cerrar su semana grande con el desmadre
de gozo y señorío que nos han demostrado a lo largo de toda la semana que
anoche concluyó.
Pero
hay otras ferias y suceden a la vez. En la interminable guerra de Rusia con
Ucrania, que ya supera los dos años, estábamos pendientes que los EEUU libraran
60000 millones de dólares con los que podrían torcer el pulso a la correosa
Rusia, que no me explico cómo acaba de encumbrar de nuevo a Putin hasta 2030
como si los miles de combatientes que va dejando muertos en Ucrania no le
dolieran. El dinero se venía retrasando por problemas internos de los americanos
y en Ucrania se estaban terminando hasta las balas. No sé si esta enorme
cantidad de dólares que van a recibir en breve serán suficientes, por fin, para
concluir un conflicto que parece eterno y que lleva enterrados a miles y miles
de rusos y de ucranianos y que parece que lo que necesita no es más vidas de
unos o de otros, sino más dólares que inclinen la balanza, por fin, hacia el
lado ucraniano y haga volver a los rusos a su casa, a ver si terminan de darse
cuenta de que el enemigo lo tienen en el Kremlin y no se acaba agrandando Rusia
un poco más sino tratando de mejorar las condiciones de vida de su gente.
Nos
queda una nueva feria de sangre en Gaza que, por obra y gracia del señor Benjamín Netanyahu lleva
enterrados ya a más de 34000 palestinos, más o menos la mitad niños, con la
excusa de terminar con Hamás, al que han convertido en el monstruo terrorista
que asalta territorio israelí sin que nadie lo reciba y le pare los pies, teniendo
el servicio secreto más famoso y eficaz del mundo. Todavía no se ha escuchado
ni una palabra de explicación sobe cómo los terroristas de Hamás pudieron
entrar impunemente en territorio israelí sin que nadie los recibiera como se
merecían en aquel momento. El mundo sólo sabe lo que nos llega de información
pero, por más cruel que resulte, no falta quien afirme que el desliz de
seguridad monumental pudo ser debidamente permitido para que la respuesta
israelí se desplegara a placer contra la población civil palestina y terminar
con la franja de Gaza. Yo reconozco que me faltan datos para emitir un juicio
solvente pero sí tengo ojos para ver lo que está pasando y comprobar que los
palestinos no paran de morir y el señor Netanyahu no para de matar.
Pues aquí dejo estos ejemplos de ferias diversas que se están produciendo al mismo tiempo y en espacios no demasiado lejanos. En la de Sevilla se van a batir, por lo visto, todos los record de asistencia y gasto, hasta el punto que ya se está pensando también si no hará falta reflexionar sobre algún tipo de control porque tanto éxito necesita equilibrar lo que se gana y lo que se pierde en el conjunto. Las otras dos muestras, cuyo contenido es más de sangre y de vidas humanas que de otra cosa, necesita que su análisis sea suficientemente profundo para encontrar las verdaderas causas de su inicio y quienes son los beneficiados de su desarrollo. Yo ofrezco los nombres de Putin y Netanyahu a los que parece que no les están resultando malamente ambas contiendas ni se les ve demasiado interesados en terminar con ellas.
No se acaban las guerras si no se acaba la avaricia, el anhelo del poder
ResponderEliminarLa muerte, de alguna manera va sucediendo en todos pero ver tantos niños acribillados por tanta falta de humanidad, es otra muerte ante la esperanza de algo mejor por parte de ellos. Pienso que podemos amar lo que tenemos, compartir la existencia con aquellos que amamos, sus vidas y las nuestras se unen al asistir en el palco de la terrible verdad en qué vivimos, hay desconsuelo pero hay vida.
Mientras tengamos la vida, la añoranza es inevitable y resurge el amor de toda la bonita experiencia vivida con seres especiales para cada uno... los sueños nos acompañan, así será siempre.
Hermosa música y qué decir de la letra, me uno a ella, me abrazo a la esperanza y a los sueños donde pude encontrar el gran amor, el vivido y sentido por dos que lo buscaron y lo hayaron.
Hermoso escrito el tuyo guapo, la música acorde un momento muy especial de mi vida. Un abrazo.
Por fin te llamas Ivonne y no ese Anónimo, que parece que te escondías. Leo con gusto lo que me escribes y te devuelvo mis comentarios para que vayamos sa
Eliminarsabiendo el uno del oltro. Me cuesta mucho escribir porque me tiembla el pulso. Ojala pudiera escrbirte por Wassap. Te mando un beso interminable.
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