Este
invierno hemos podido vivir en el norte de Europa, Suecia por ejemplo, hasta 42
grados bajo cero mientras en el Mediterráneo sur alcanzábamos los 28 grados
positivos. La distancia entre los dos puntos no alcanza los 4000 kilómetros, Las
opiniones más autorizadas afirman, cada vez con más rotundidad, que la mala
intervención humana está detrás de estas diferencias abismales entre formas de
vida tan dispares y, a juzgar por la tibia toma de conciencia sobre las medidas
que tendríamos que tomar a gran escala y no tomamos, no parece que podamos
corregir con medidas eficaces, determinadas anomalías que ya estamos viendo y
que nos van llevando a situaciones desconocidas hasta el momento y para las que
no tenemos defensas a nuestro alcance. Cada día parece más claro que los
cambios a los que tendríamos que hacer frente, pueden llegar a ser tan
profundos que nos resistimos a asumir los esfuerzos que necesitaríamos
incorporar. También debemos asumir nuestra ignorancia sobre los movimientos de
la tierra y las repercusiones que traen aparejados, el de balanceo sin ir más
lejos.
Conozco
a una familia de dos padres suecos, profesionales liberales, que viven en su
país 60 días ejerciendo sus profesiones médicas con normalidad y luego se
vienen a nuestro sur para pasar 20 días de descanso en la casa que han
adquirido. La pareja y sus tres hijos adoptados podríamos decir que están viviendo dos vidas,
intercalando periodos de frío polar, que nosotros no conocemos, con otras que a
ellos les resultarán veraniegas, sólo con la posibilidad de coger un vuelo y
desplazarse tres o cuatro horas en dirección sur. Repiten semejante fórmula de
vida, aparte de que porque la consideren buena para ellos y para sus hijos,
también porque sus posibilidades económicas se lo permiten. No sé si esta forma
se podría ampliar a muchas más personas. Tampoco si semejante forma de vida
pueda ser apetecible, pero me temo que las condiciones económicas no
permitirían ampliar la fórmula demasiado.
No
puedo presenciar las monumentales nevadas que vemos por el norte, con la
consiguiente paralización de la vida social, casi por completo, sin que seamos
capaces de imaginar alguna forma de intercomunicación entre el norte y el sur
para compensar la exasperante deficiencia de agua, unos miles de kilómetros más
abajo. Para colmo de nuestra vergüenza, sabemos que existen instalaciones que
permiten trasvasar ingentes cantidades de petróleo a través de inmensos oleoductos,
desde lugares donde se produce hasta donde se necesita y estamos mirando como
panolis ingentes almacenes de agua que podrían realizar un viaje parecido para
servir como elemento de compensación de un elemento como tan esencial como el
agua. En honor a la verdad he de decir que me faltan conocimientos para
verificar si tal solución es aconsejable o no, pero no puedo dejar de
pensar en una solución parecida cuando
contemplo ciudades y aeropuertos paralizados por las bajísimas temperaturas y
los nevazos monumentales, mientas en pleno enero estamos rozando los calores
veraniegos y empezamos con restricciones importantes para disponer de agua para
beber.
Claro que tampoco conviene olvidar que en el mismo lugar donde las sequías se van generalizando, nos enteramos que se instalan enormes campos de golf o importantes superficies de regadíos de naranjos o de frutos rojos, que se han puesto tan de modas en los últimos años, utilizando para su cultivo cientos de pozos ilegales, de los que se roba agua subterránea, que resulta que es de todos y que significa una reserva estratégica de primer orden para garantizar la supervivencia general en tiempo de vacas flacas, siempre y cuando los poderes públicos dispongan los mecanismos de vigilancia suficientes para evitar que unos pocos se permitan el lujo de disponer a su criterio de los recursos de todos. Ponerse a pensar soluciones a las necesidades que sufrimos nos producen sorpresas que se encuentran al alcance de nuestras manos y que se pueden poner en funcionamiento, casi de un día para otro.
Hace décadas que necesitamos grandes presas y trasvases de agua de norte a sur.
ResponderEliminarEspero que en algún momento tengamos gobiernos y gobernantes realmente útiles.
De nuevo, buen artículo, amigo querido.
Disculpa el retraso.
Cuestión de salud... O de falta de ella.
Pero bien.
Un enorme abrazo 🤗🫂
Yo agradezco tus palabras, una por una. Un beso
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