Ahora
le está tocando a España pero, en realidad, toda Europa está, en estos
momentos, enfrentando como puede, la invasión de los aparatos electrónicos,
sobre todo teléfonos móviles con acceso a internet, en manos de los niños de
manera discrecional. Algunos han tomado ya la determinación de prohibir su uso
en el horario lectivo. Otros, España sin ir más lejos, acaba de adoptar, una
determinación parecida con carácter general, y parece que los distintos poderes
están de acuerdo en asumir semejante medida. La revolución electrónica, en toda
su amplitud, se nos ha colado en nuestra vida en muy poco tiempo y estamos
conviviendo con ella sin disponer de las armas necesarias para integrarla.
Estamos adoptando la determinación de prohibir su uso en los tiempos académicos,
como defensa de la imposibilidad de integrarlos en la cotidianeidad que
conocemos ya que no podemos negar las posibilidades positivas que tales medios
nos aportan para el hoy y, sobre todo, para el mañana.
Lo
diré con la boca pequeña por prudencia, creo que por primera vez. La
integración de los móviles en nuestras vidas se produce a pesar de las
estructuras dominantes y somos conscientes que los alumnos asumen el dominio de
estos nuevos elementos con bastante más rapidez y dominio que los adultos. La
prohibición de su uso en el tiempo escolar es más una medida de defensa ante lo
desconocido, al menos por ahora, que la negación de todas las aportaciones que
traen consigo los dispositivos electrónicos que habremos de ir integrando con
el tiempo y que los pequeños tendrán que ir asociando a sus vidas sin nuestro
concurso, al menos durante el tiempo que necesitemos para encontrar las claves
de integración a una vida que, hoy por hoy, nos viene grande. Se trata, por
tanto, de una medida de defensa que no debiera llevarnos a defender aquello de
que cualquiera tiempo pasado fue mejor, cosa radicalmente falsa, sino que nos
permita ganar tiempo para conocer, valorar e integrar los aportes que los
nuevos medios traen consigo.
Yo
acepto la prohibición, por ahora, porque es verdad que el cuerpo docente y las
familias se sienten desbordadas y sin respuestas ante los medios que los
pequeños manejan cotidianamente. Pero no podemos olvidar que estos medios han
llegado para quedarse y poner puertas al campo, que es en definitiva lo que
pretenden las prohibiciones, no puede convertirse en una solución permanente
porque también significa un reto para que el cuerpo docente entre de lleno en
el contenido que estos nuevos elementos traen consigo y profundicen en sus
contenidos para liderar una vida que incluya los nuevos aportes. No podemos
olvidar que mientras dure la prohibición, la soledad de los pequeños frente a
estos nuevos medios, va a ser total porque no van a desaparecer sino que van a
estar presentes como un reto más de los muchos que cada tiempo aporta. Los
adultos tendremos la responsabilidad de enfrentar los nuevos retos y encontrar
maneras de integrar en la nueva vida unas respuestas integradoras porque los
pequeños se van a sentir demasiado solos, jugando con fuego sin nadie que los
acompañe.
Son nuevos los artilugios que la tecnología ha puesto en nuestras manos, pero el fenómeno de que la vida se mueve disponiendo nuevos retos que tenemos que integrar en nuestro quehacer de cada día no es nuevo. Ya estamos viendo compañeros que se quedan en el camino y que se van convirtiendo en analfabetos funcionales a los que, cualquier menor que pase a su lado puede darle lecciones de los nuevos medios, lo cual es un drama si se alarga en el tiempo. También estamos viendo algunos efectos de la soledad de los pequeños, acceso a la pornografía como bandera visible, para lo que no tenemos una defensa eficaz por ahora, que nos está exigiendo un compromiso para encontrar respuestas que nos integren a los nuevos tiempos sin que nos convirtamos en los abuelos cebolletas que solo saben decir no. Nuestro papel tiene que estar a la cabeza de cada nuevo reto y este no es pequeño.
Buenos días amigo.
ResponderEliminarNo me atrevo ni con la boca pequeña a analizar ni comentar esto.
Voy a continuar observando.
Gracias por tu punto de vista.
Felicidades.
Besos 😘