Hago
un esfuerzo en esta fresca mañana de domingo para no centrarme en los sabotajes
a los dos conductos de gas que surtían a Europa
de combustible barato, uno de ellos sin estrenar siquiera. También me
quedo con la gana de hincarle el diente a esa maniobra del señor Putin, por la
cual ha montado unos referendum exprés en cuatro regiones de Ucrania, un 15%
del país, que ya tomó en la guerra del
2014, cuyos resultados finales han supuesto una respuesta de más del 90% de
apoyo popular a su integración en Rusia y, por arte de biribirloque ha
celebrado una fiesta solemne en la plaza roja de Moscú con los líderes de Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia, las cuatro
regiones refrendadas que, a partir de los resultados obtenidos, según su soberano
criterio, son tan Rusia como Moscú a todos los efectos. Buena manera de buscar
la paz para lo que ha sugerido que la mesa de negociación se reúna y alcance un
acuerdo, siempre que no discuta ninguna de las condiciones que él establece.
Así da gusto. Las tesis de Juan Palomo, yo me lo guiso, yo me lo como.
Abandono todo el
contubernio en el que está enfrascada Europa y cruzo el Atlántico para recalar
en Brasil cuyos 212 millones de habitantes votan hoy si mantienen como
presidente a Jair Bolsonaro, que ha detentado el poder los últimos 4
años o dan la victoria al candidato de la izquierda Luiz Inácio Lula da Silva, que ya
gobernó hace años, tuvo que salir del gobierno por problemas con la corrupción,
pasó un importante y largo calvario legal del que por fin ha quedado limpio y
que vuelve a presentarse con importantes posibilidades de salir elegido de
nuevo en primera vuelta, para lo que necesita más del 50% de los votos. Este
amplio país de más de 9 millones de Km2 queda demasiado lejos de occidente para
tenerlo en primera línea de su atención pero la posibilidad de que la izquierda
vuelva al poder puede suponer que la mayoría de Latinoamérica: Colombia,
Méjico, Chile, Venezuela, Cuba… y la posibilidad de que también Brasil de nuevo
en el día de hoy, enfrenten una dirección política nueva que abra un futuro
alternativo para varios cientos de millones de ciudadanos, tradicionalmente
gobernados por la derecha y tutelados por EEUU.
Prestar un punto de atención a esta
importante zona del mundo no tiene por qué desmerecer a Europa en particular ni
a occidente en general. Sólo, quizá,
asumir que el mundo no somos sólo nosotros sino que junto a nosotros hay otras
personas tan dignas como nosotros cuyos problemas, que los han tenido siempre y
que los siguen teniendo hoy, puede ser hora de que pasen a tener la prioridad
que merecen y que parece que nunca es el momento adecuado para que pasen a ser
prioritarios. El resultado de los comicios de Brasil puede ser fundamental dada
la enorme envergadura de este país y su hegemonía en el continente americano.
Pero el resultado no está exento de riesgos. Ante el peligro real de que pueda
ganar de nuevo Lula da Silva, ya va dejando caer el señor Bolsonaro, que cabe la posibilidad de no
reconocer los resultados… ¿os suena de algo? e impugnar el proceso. Cuando
sucedió el asalto al congreso de EEUU el año pasado y que ahora se está
juzgando, lo que se sembró fue mucho más importante que lo que vimos con
nuestros ojos. Sencillamente se abrió la
puerta a que cuando los resultados no sean los que a mí me interesan, con o sin
razón, los impugno y siembro la desconfianza en un proceso, siempre frágil, que
necesita el consenso de todos.
Mi interés prefiero que hoy cruce el
Atlántico porque hay vida allende el océano, aunque tradicionalmente le
prestemos poca atención injustamente. No solo hay vida sino que lo que está
pasando en ese ramillete de países hermanos puede significar importantes
cambios para muchos millones de personas a las que estaría bien que en este
momento les estuviera llegando la hora de convertirse en protagonistas al mismo
nivel que nosotros. Espero que no nos sintamos menospreciados por el hecho de
que tengamos que compartir protagonismo con otros pueblos que siempre tuvieron
la misma dignidad que nosotros aunque su protagonismo fuera mucho menor.
Sólo agradezco y aplaudo, sumándome a tus palabras.
ResponderEliminarOtro árticulo actual, concreto, conciso y más que bueno.
Felicidades, Antonio, amigo del alma querido.
A Abrazos hasta Granada
Me falla mucho el móvil. Está roto.
ResponderEliminarEspero y deseo que te llegue mi enhorabuena, cariño y calor. Feliz domingo.
Siempre estaré para ti. Lo sabes.
Besos