Se
llama Yolanda Díaz. Es vicepresidenta segunda de este gobierno de coalición
que, con una mala salud de hierro, prometió que
culminaría la legislatura y que con amenazas casi diarias de que se
rompe, y es posible que no le falten razones para ello, ahí va cumpliendo su
cometido como puede, desarrollando un bagaje legislativo que, como todo en esta
vida puede ser mejorable, pero que ha enfrentado situaciones tan excepcionales
como la pandemia de covit 19, que todavía
colea y ya tenemos una guerra en Ucrania, detrás de la puerta como quien dice y
soportando una oposición efervescente que se confiesa un partido de estado pero
que no para de poner zancadillas a ver de qué modo consigue que este gobierno
caiga sin que se pueda decir que exista una alternativa constructiva para
reemplazarlo, al menos hasta el momento. Con este estado de cosas, la
vicepresidenta Yolanda Días no para de sacar las más altas notas de aceptación
por la ciudadanía en todas las encuestas. Al margen de la formación política
que la sustenta parece que a esta gallega le surge de su modo de ser y de su
forma de comportarse, algún atractivo que comunica con la gente.
Desde
que comencé con este humilde blog, allá por septiembre de 2010, me confesé una
persona del ámbito de la izquierda, si bien es verdad que nunca he militado
bajo la disciplina de ningún partido concreto. En esa posición me mantengo hoy,
con el máximo respeto para quien lo haga o para quien su opción política sea
distinta a la mía. Ayer, Yolanda Díaz se reunió ayer con unas 5000 personas en
la sala Matadero de Madrid para presentar su opción SUMAR.
Les había pedido a los primeros espadas políticos que no fueran porque lo que
quería era escuchar a los distintos sectores de la calle sobre sus propuestas
para encontrar soluciones posibles a la problemática que nos rodea y que muchas
veces nos angustia. Con los contenidos dice que pretende armar un cuadro de
acción, al margen de los partidos, que implique a la gente en la elaboración de
propuestas transversales en las que puedan sentirse concernidos amplios
colectivos, lo más diversos posible.
No
conozco a Yolanda Díaz más que por sus apariciones en la prensa y por sus
apariciones parlamentarias. La considero una persona pragmática, que afronta
con valentía los problemas de su departamento, profundamente democrática, y
consciente de que las soluciones que se adopten deben ser negociadas para que
todos nos sintamos implicados porque este país no puede ser de unos frente a
otros sino que nos necesita a todos. Básicamente esa actitud abierta e
inclusiva es la que he pretendido mantener y desarrollar en los distintos
espacios en los que me ha tocado intervenir en mi vida, que no han sido pocos.
Es la actitud en la que creo y me voy a
involucrar en la medida que pueda con un proyecto como SUMAR porque considero que puede ser útil como vehículo de
entendimiento que encuentre salidas a los problemas que nos acucian. Sé por
experiencia que se puede entender como una actitud ingenua. No sé si lo es o
no, pero no me importa demasiado. Me parece honesta y fiable y eso me basta.
He trabajado con la derecha muchos años. Hemos discrepado miles de veces en los planteamientos que unos y otros defendíamos pero siempre nos hemos respetado, tanto cuando nuestras propuestas se aprobaban como cuando eran las de ellos. No encuentro otra manera de vivir que nos incluya a todos. Tenemos que entender que ninguno tenemos toda la razón aunque muchas veces nos lo creamos. En las negociaciones imprescindibles sobre cualquier aspecto de la vida, es preferible ceder en algo si lo que se consigue a cambio es que nos podamos poner de acuerdo en el resultado final. Seguramente los acuerdos a los que se lleguen puede que nos satisfagan un punto menos de lo que nos parezca lo mejor. Pero un resultado final acordado entre diferentes posiciones tiene una solidez y una profundidad muy superior a cualquiera de las tesis de inicio, por muy brillantes que fueran. ¡Ánimo, Yolanda!.
Hola, amigo querido.
ResponderEliminarComo siempre, un análisis preciso e interesante.
Por ahora, pienso como tú.
Y con respecto a Yolanda Díaz, casi también... Aunque con algunas reservas y esperando a ver qué ocurre.
A estas alturas de la Historia, soy cada vez más escéptica...
A ver qué pasa y que hace si se realiza
No me gusta Ada Colau. Cada vez menos. Y que firme parte de SUMAR , entre otras, no tranquiliza ..
Pero la gallega me gusta
De buenas intenciones está el infierno lleno.
Es una pequeña luz de esperanza, pero ...
En fin.
Ya sabes.
A los hechos nos remitiremos.
Gracias de nuevo, guapo.
Ayer no pude.
Tras un fuerte accidente doméstico, pasé un buen tiempo en Urgencias...
Parezco un unicornio .. Creo que el cráneo es el único hueso sano que tengo
Jajaja! Cabeza dura. Ergo ... Duele.
Ahora, algo mejor.
Cuídate mucho.
Besos.