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domingo, 26 de junio de 2022

SILENCIO

 


         La próxima semana Madrid albergará una importante reunión de la OTAN en un momento de guerra abierta en Ucrania en la que el señor Putin pretende representar un bando que tiene detrás a Rusia y una cierta complicidad o silencio de China y el otro, Básicamente Europa y los EEUU. Nunca desapareció la OTAN, pero es verdad que antes de este despliegue bélico provocado por Putin en Ucrania, su visibilidad estaba bajo mínimos. Hoy se encuentra en primer plano, con algunos países: Finlandia, Suecia, Dinamarca…pretendiendo incorporarse de prisa y corriendo y, con la excusa de la guerra de Ucrania, afianzando la política de bloques y creciendo por momentos la escalada militar hasta niveles que no conocíamos desde hacía muchos años. En los primeros días del conflicto la mesa de negociación se reunía cada día, si bien con unos resultados poco significativos, pero hoy, sólo silencio.



         Después de cuatro meses de conflicto abierto, el silencio negociador es público y notorio, el desastre y el número de muertos no para de aumentar por ambos bandos, y las condiciones de vida del mundo en general no han mejorado sino que son más difíciles que las que había antes del comienzo del conflicto y hace ya tiempo que los negociadores no se ha sentado a encontrar un alto el fuego o una salida a un conflicto que empieza a enquistarse en el tiempo y en el espacio. En este lado hay voces que discrepan sobre la idea de acrecentar el militarismo e insisten en negociar la paz por vías diplomáticas, cosa que hoy parece un tanto insólito tal como están las cosas y del otro lado se ha establecido un silencio informativo, de modo que todo lo que no sea seguidismo puro y duro de las tesis gubernamentales, significa entrar de lleno en la ilegalidad y exponerte a la persecución. Occidente dificulta las voces discrepantes a la escalada militarista, pero permite que se pronuncien por la vía diplomática, pero Rusia ha cerrado por completo cualquier opción que no sea la gubernamental.



         Inna Afinogenova, una popular periodista rusa que domina el castellano latino y que trabajaba en “RT”, ha salido de su país desde la invasión de Ucrania y se ha incorporado recientemente a algunos medios españoles, el diario Público por ejemplo, para informar de Latinoamérica, zona que conoce bien por haber viajado por ella, ya que de Rusia, por el momento, no podrá informar con libertad si no quiere entrar en conflicto abierto con su gobierno y poner en peligro sus posibilidades profesionales, hoy cerradas a cal y canto si no se siguen directamente las tesis gubernamentales. Inna confiesa que su conocimiento del castellano le ha facilitado encontrar un puesto de trabajo en España, pero que en Rusia hay compañeros suyos que discrepan también de las tesis del gobierno pero que no encuentran fácilmente un lugar desde el que poder informar con libertad. Ojalá cunda el ejemplo y podamos conocer distintos puntos de vista sobre un conflicto que nunca debió producirse y que debe terminar cuanto antes porque nos está arruinando a todos, especialmente a los habitantes de la zona.



         El silencio negociador nos está matando tanto como los bombardeos que no cesan. Hoy no se habla de negociaciones de paz y no hay posibilidad de que el conflicto desaparezca si no es hablando en una mesa, los unos frente a los otros. Veremos en occidente, sobre todo en España, manifestaciones contrarias a la OTAN, que consideran que el militarismo no nos llevará a la paz sino a una escalada armamentística cada día más peligrosa que involucra a más países.  Al mismo tiempo, conocer experiencias como la de Inna Afinogenova nos abre un camino de esperanza de que el otro lado del conflicto también hay voces discrepantes que, lejos de las indicaciones del Señor Putin, mantienen una actitud crítica y promueven, desde la libertad individual, diversidad de criterios que nos lleven a la paz. La esperanza no está de moda estos días, pero siempre podemos encontrar testimonios que inducen a creer en ella.



1 comentario:

  1. Muy buenos días, mi querido Antonio.
    Tal cual.
    Que acabe pronto esta terrible y asesina pesadilla .
    Nada más que añadir, amigo mío.
    Besos
    Así sea.

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