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domingo, 25 de abril de 2021

JUEGO DE RICOS


         Primero fue la lucha desesperada por conseguir una vacuna para cada persona.  España se unió a los países europeos que, juntos, negociaron unos precios  privilegiados a cambio de adelantar dinero para poder fabricar las primeras vacunas y garantizar una fecha de salida y una reserva de servicio.  Pfizer, por ejemplo, se encontró con un dinero entregado por una serie de países entre  los que estaba España, con la condición de reservarse una serie de vacunas antes que nadie cuando estuviera a punto. Y así pudieron empezar a poner vacunas, antes que nadie,  una serie de países que habían adelantado dinero para fabricar la de Pfizer, por ejemplo. El 27 de diciembre de 2020, los países privilegiados pudieron inyectar las primeras dosis, a unos precios privilegiados y todo les sonreía. Pronto se encontraron con que las condiciones del servicio empezaron a no cumplirse porque lo que se había pactado al principio, una serie de países que ofrecieron a Pfizer precios mucho más altos que los convenidos con los países privilegiados. El servicio empezó a retrasarse en el plazo de entrega y en el número de dosis que se entregaban, con lo que los que pagaban precios más elevados se encontraban con que se les servía antes y más cantidad que la pactada en un  principio.



         Hubo un escándalo internacional por lo que parecía un incumplimiento de contrato con los países privilegiados. Se planteó sacar a la luz las condiciones contratadas y cuando se presentó el contrato,  aparecieron una serie de tachaduras que dejaban en entredicho las condiciones pactadas en un principio. Después de una serie de tensiones verbales entre Pfizer y los países privilegiados se llegó a un acuerdo medio secreto y poco satisfactorio que mantuvo las condiciones de privilegio para el mejor pagador y las mejores condiciones posibles para los países privilegiados, que se parecían poco con las condiciones inicialmente pactadas. Con esta situación de servicio mejorado pero lejos del inicial, se llegó al mejor acuerdo posible en el que el servicio a los países privilegiados se resintió y se llegó a un arreglo intermedio, lejos del inicialmente pactado con Pfizer.



         En este momento llevamos cinco meses de servicio con Pfizer, con Moderna y con varias más,  que han ido poniéndose a punto previo pago de su importe,  hasta el punto que en este momento la situación de los países privilegiados, entre los que nos encontramos, disponemos de vacunas suficientes y de dosis muy superiores a las que vamos a necesitar según el número de habitantes de esta zona de privilegio que ha reservado mucho más de lo que necesita, si bien ha tenido que permitir a las empresas que realicen buena parte de su negocio con países que han podido comprar a precio más alto y aceptar que el servicio se haya producido un tiempo después que permita a los que han aceptado precios más altos con lo que los fabricantes han obtenido unos beneficios superiores a los que pensaban al principio. Hoy, una vez pasados los primeros tiempos, disponemos de vacunas suficientes hasta el punto que podemos elegir y somos capaces de regalar millones de vacunas a países que están muy retrasados en el servicio porque sus condiciones económicas no permiten acelerar su compra de vacunas tanto como quisieran.



         Nos encontramos con nosotros mismos, los que fuimos privilegiados desde el principio, eligiendo vacunas y organizando el servicio lo mejor que sabemos para que los ciudadanos de más riesgo sean los que reciban antes sus dosis correspondientes lo más pronto posible, con lo que podemos ir notando una franca mejoría porque,  aunque el porcentaje de vacunados no sea muy alto, podemos percibir la mejoría porque están vacunados todos los que tienen una tasa más alta de fragilidad. A este que os habla, la segunda dosis le tocará el día 4 de Mayo a las 17´20 en mi centro de salud correspondiente que es el mejor sitio posible para vacunarse y para cualquier otro asunto relacionado con la salud al que cualquiera se puede acercar y allí le resuelven cualquier asunto sanitario. Yo recuerdo cada día lo que les falta a los más pobres y cuándo recibirán ellos sus dosis correspondientes y me da un poco de vergüenza.   


1 comentario:

  1. Pues casi...
    Y lo de casi, es porque no sé cuándo recibiré mi segunda dosis de AstraZéneca. Tanto mercantilismo apesta.
    Y los jóvenes y adolescentes, aunque sean de riesgo y por edades estén más expuestos en centros de estudio y de trabajo, no se sabe cuándo ni qué vacuna recibirán. Un despropósito.
    Sin contar el espanto que está ocurriendo en India.
    Donde, para más INRI, tienen los laboratorios y personal las Farmacéuticas Europeas y Americanas, por el bajo coste de la mano de obra. Más NEGOCIO con la muerte. Despreciable. Teniendo en cuenta que no hay vacunas para SU población, y de donde salen casi a diario nuevas cepas más peligrosas, sin hospitales, ni oxígeno suficientes, que están diezmando a la población. Un infierno.
    Felicidades por este otro escrito.
    Besos

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