Seguidores

domingo, 11 de julio de 2010

VIVIR - I




Vivir es aprender a perder.

DULCE MARIA LOYNAZ

No tengo más que echar el pie adelante,
basta sólo un incipiente balanceo,
para alcanzar el árbol, la esquina, el verdor del camino.
Levanto la mirada y es lo justo
para que el horizonte se humille a mis neuronas.
A través del olfato soy capaz de apropiarme
la efímera y sutil exhalación de la celinda.
El calor de mis manos discrimina sabiamente:
absorbe con fruición el rostro amado,
con la misma claridad con que rechaza
el hostil rozamiento de apretones traidores
o se entrega transido, voluptuoso,
al gozo inmenso, madre, de la mar.
Desde la misma boca identifico las palabras
de las que brotan universos, vivencias, sensaciones,
posibles cantos de dicha o de miseria.

¡Borracho de poder me duermo cada noche!.
No hay fábrica de sueños,
ni añoranza posible de lo desconocido,
ni mundo que esté fuera de mi alcance.
Siento la fuerza entera corriendo por mis venas
y no hay dios que me frene, ni tiempo, ni distancia
que me lleve más allá de mi propia materia.
Cada espuma, cada pétalo, o lamento
forman parte de mi cuerpo, que es la vida.
Un sólo instante, salido de mis manos,
adquiere eternidad por su mismo rozamiento.
Si decido, por ejemplo, helar las horas,
como témpanos se quedan sin tardanza,
sirviendo de testigos, sucesos con figura.
Es, en fin, mi palabra quien define los ámbitos,
quien ordena y somete y pone formas
al torrente de gracia que me envuelve.

Me levanto la piel, abarco el mundo,
estirando los límites por cubrir lo que ansío.
Ni una brizna, ni un abrazo, ni un color son extraños
y, juntos, participan de la orgía infinita
que se está celebrando del pellejo hacia dentro.

Este mundo, me digo pretencioso,
se doblega,
agacha su cerviz a mis deseos.
Y es cierto que la vida se me ofrece,
que me permite explorar sus escondrijos,
que me autoriza que juegue, que florezca,
sobre su piel endurecida y cargada de milenios.


15 comentarios:

  1. Y conforme aprendemos a perder, ganamos en madurez y nos hacemos más fuertes. Me gusta mucho mana y esa canción es de mis preferidas de ellos. Gracias

    ResponderEliminar
  2. muy hermoso tu npoema, ha sido un placer encontrarte...

    ResponderEliminar
  3. A veces, los ojos observan la realidad desde el ángulo adecuado y, entonces, la sabiduría se derrama sobre nosotros y nos cubre con su paz. Aceptamos, somos consciente de lo mucho y de lo poco que podemos hacer, sin dramatismos, en pura armonía con nosotros mismos y con el universo, emperadores en nuestra porción de poder concedida.
    Todo esto me ha evocado tu bellísimo poema, Antonio, y no es poco. Porque es un poema hondo, reflexivo y, al tiempo, casi un himno que se alboroza por la alegría de lo que se puede hacer desde nosotros mismos.
    Un abrazo fuerte.

    ResponderEliminar
  4. Lola, seguramente es como dices. Lo que sí es cierto es que aunque sea así, no se produce sin dolor sino justamente a base desengaños y de desgarros en los que nos vamos dejando la vida. No sé si nos hacemos más fuertes o nos vamos quedando más solos. Un beso
    ------------------------------------------------------------------------------------------------
    Boris, encantado de que entres en mi casa. Gracias por tus palabras y, como buen vecino me acercaré a tu casa a ver qué hay por allí y a dejarte alguna señal de mi paso. Qué gusto encontrarnos por cualquier sitio y desde cualquier sitio. Gracias, amigo

    ResponderEliminar
  5. Acabo de leer un canto al poder que albergamos en nuestro interior cuando conseguimos armonizar razón y corazón.
    Hay un momento a partir del cual el ser humano se serena y respira coherencia y paz por los cuatros costados, es precisamente, cuando se puede poseer el universo.
    Un abrazo lleno de la sabiduria que derrochas.

    ResponderEliminar
  6. La vida nos enseña a perder, pero también puede enseñarnos a ganar. Aprender a conocernos a nosotros nos enseña a conocer y comprender a los demás.
    Tu poema me hace pensar en lo importante que es el conocernos a nosotros mismo y de ahí emana la fuerza para seguir adelante tanto en las desdichas como en las dichas.
    Los desengaños y las malas vivencias en la vida nos hacen reticentes a ella, y sin querer nos vamos quedando mas solos.
    Hermoso poema Antonio, y con tu permiso me lo guardare para leer una y otra vez. Con el recordar que soy fuerte y que " no hay dios que me frene"

    ResponderEliminar
  7. Es vital conocerse a uno mismo....para poder entenderse con los demás...ahí radica el exito...Escribes muy bien...me ha encantado..un abrazo

    ResponderEliminar
  8. Tus palabras y la música, que gran regalo.

    ResponderEliminar
  9. Ni añoranza posible de lo desconocido.

    Este verso me ha gustado, porque al principio en mi blog tuve un debate sobre ello.

    Besos y amor
    je

    ResponderEliminar
  10. Isabel, amiga eleva el corazón leer tu comentario, la verdad es que tanto este como los anteriores. Este es un largo poema en el que quise, arrancando del verso de la poetisa cubana Dulce Maria Loynaz, exponer la cara y la cruz de nuestro modo de ver la vida y de cómo en un momento podemos sentirnos dioses y al siguiente hormigas insignificantes y las dos cosas pueden ser ciertas. Me gusta comentar contigo. Un beso.

    ResponderEliminar
  11. María, qué hermoso lo que escribes. Quiero destacar la idea de armonía que debe existir para encontrar esa fuerza, ese, poder que no dimana de nadie en concreto sino justamente de la propia armonía. Un beso
    ----------------------------------------------------------------------------------------------------
    Silvia, no necesitas mi permiso para hacer con el poema lo que quieras. Para eso se pone aquí y no se deja en un cajón oscuro. Es verdad que el propio conocimiento es fundamental para saber con qué tipo de persona tratamos cuando tratamos con nosotros mismos. Muchas veces ni sabemos a quién tenemos dentro de nosotros. Un beso.
    ------------------------------------------------------------------------------------------------
    Carmen, me alegro de que te gusten mis cosas. Creo que es una de las finalidades por las que se escribe. Es verdad que el hecho de conocerse nos hace dominar muchos aspectos de nosotros mismos y, sobre todo, saber a quién llevamos dentro. Un beso.
    ------------------------------------------------------------------------------------------------
    Pilar, qué gusto esa frase corta pero lapidaria. Me alegro de que sea como dices. Espero que a través de los intercambios podamos ahondar un poco más. Un beso.
    -----------------------------------------------------------------------------------------------
    Sedemiuqse, qué bien coincidir en las intuiciones o en las preocupaciones o compartir determinados problemas. Eso une sin duda. Por otra parte también nos hace ver que no somos tan distintos unos de otros y que las cosas que nos afectan pueden ser idénticas en muchos momentos. Un beso.

    ResponderEliminar
  12. paso a saludar,ya que leerte es hermoso!
    un abrazo gracias por comentar en mi blog
    lidia-la escriba

    ResponderEliminar
  13. Lidia, amiga, agradezco profundamente tus palabras y te buscaré para corresponder como buen vecino a las aportaciones que tú pones en tu blog. Un beso

    ResponderEliminar
  14. Escribo según escucho la anción de Maná...
    Tengo días de pasear por este espacio de POESíA en mayúscula.
    Hoy he decidido dejar rastro de mi paso.

    Dioses. Así nos sentimos a veces, como verdaderos dioses, manejando a nuestro antojo la vida. Pero la mayoría de esas veces, tan sólo somos pobres diablos jugando a ser eso, dioses!
    Soñar y cumplir los sueños, también forma parte de la realidad, y por lo tanto... es una posibilidad!

    Muy hermosos tus poemas, llevo leídos unos cuantos, con mucha fuerza, muy bien conjugados...

    Pues nada, que pienso seguir pasando por aquí porque, al fin y al cabo, somos como niños, y todo aquello que nos ha gustado ya pasa a formar parte de nuestro universo!

    Un abrazo!

    ResponderEliminar
  15. Extraordinario poema con una riqueza de lenguaje sorprendente.
    Este mundo, me digo pretencioso,
    se doblega,
    agacha su cerviz a mis deseos.
    Y es cierto que la vida se me ofrece,
    que me permite explorar sus escondrijos,
    que me autoriza que juegue, que florezca,
    sobre su piel endurecida y cargada de milenios.
    Magnífico y categórico final. Te aplaudo de pié. Un abrazo.

    ResponderEliminar