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domingo, 15 de octubre de 2023

DESTINO


         No faltan argumentos para concluir con el tradicional apaga y vámonos, callarse la boca por completo y esconderse cada uno por donde pueda y que salga el sol por Antequera. Se pueden cerrar los ojos y negarse a ver lo que pasa o meterlos debajo de tierra y contar que no se ve nada. Los pequeños, cuando tienen un problema que los supera, se tapan los ojos con sus manos y se dicen que no ven. No sé si son soluciones para alguien negar las realidades que tenemos delante, sencillamente porque lo que vemos es muy duro y nos resulta difícil de asumir o nos agobia. Todos, en muchos momentos tenemos tentaciones de eludir determinadas realidades porque nos pesan demasiado. Lo que sucede es que por el hecho de que nos molesten o nos empeñemos en no afrontarlas no desaparecen.  Es más, lo que seguramente sucede es que alguien decide intervenir para resolverlas, prescindiendo de  nuestro criterio y resuelve a su modo de ver y nos quedamos fuera de juego mientras los conflictos se van resolviendo sin nuestra aportación, como si no fuera con nosotros.



         También es cierto que el criterio de cada uno, por sí sólo, no vale mucho. Pero todas las opiniones cuentan y si somos capaces de asumir un criterio y aportarlo a cualquiera de los problemas que nos circundan, puede que ninguna de las aportaciones individuales sean insuficientes para lograr una solución aceptable, pero cada opinión, por pequeña que sea, nos sitúa un poco más cerca de la solución final y aporta un grano de criterio para la solución de cualquier conflicto que tengamos entre  manos. Un refrán de mi pueblo decía más valen muchos pocos que pocos muchos y creo que ilustra mejor que mis explicaciones el sentido de lo que intento decir. Intencionadamente esta mañana me he negado a concretar cualquiera de los conflictos que nos agobian: Ucrania, Israel y Hamás, la formación de un nuevo gobierno por el candidato Pedro Sánchez… Podríamos seguir con una larga lista pero, estos tres, puede que ilustren suficientemente, mis pretensiones este domingo.  



         Ucrania ha desaparecido del mapa de nuestra atención, pero su problemática con Rusia sigue completamente viva y esta semana hemos podido escuchar al señor Putin ofrecer una solución para el drama de Israel que yo me he dicho: “Pues es verdad que si las partes pusieran en marcha lo que este señor comenta, es posible que se resolviera razonablemente”. Y hubiera querido terminar mi razonamiento con esta frase. Pero mi atención no ha escurrido el bulto y, antes de cambiar de plano he concluido diciendo: “Y si es capaz de ofrecer un razonamiento para otros, qué trabajo le costaría aplicárselo él mismo y se resolvería de un plumazo el conflicto de Ucrania, que lleva pinta de convertirse en interminable”. Aquí dejé mi reflexión y pasé a otra cosa porque me dieron ganas de llorar, no sé si de rabia, de impotencia o de vergüenza de sentirme miembro de un mundo que se mueve a diestro y siniestro sin aclarar ni dirección ni destino.



         Sobre el intento de formación de gobierno del candidato Sánchez, esta  semana se ha entrevistado, entre otros, con los representantes de Bildu y la señora Gamarra comentaba en la tele que no se puede caer más bajo sentarse a hablar con esa fuerza política. Inevitablemente he recordado, hace unos años, más de doce ya, cuando todos explicábamos a ETA que lo que tenían que hacer era dejar las armas de una vez y presentarse a las elecciones como todos los partidos y defender sus ideas a base de argumentos, con la palabra y no con las pistolas. No quiero hacer un recorrido exhaustivo de lo que pasa y prefiero centrarme en determinados detalles que me parecen especialmente significativos por si ese camino aclarara en alguna medida el destino que buscamos porque, de lo contrario, podemos terminar todos locos y andar por la vida como pollos sin cabeza. Ese espectáculo no me parece muy recomendable.



2 comentarios:

  1. AGOTAMIENTO.
    Cansancio vital.
    Náusea...
    Te quedaste muy corto, pero genial, como siempre.
    Enhorabuena.
    Gracias.
    Feliz domingo...
    Besos 😘

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    1. Necesitamos mesura, precisión y consideración para el adversario. Un beso

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