Como
vulgares prometeos sin grandeza hemos cruzado alguna forma de Rubicón. Nos
hemos librado de un nuevo tormento de calor, ese que nos azota un poco más cada
año: una vez yo lo llamé CALORÍN para
el extinto Diario de Granada. Este verano el anuncio por excelencia lo ha
llamado ACHICHARRAÍTO. En los dos
casos la pretensión es la de mostrar el proceso creciente de asfixia al que nos
somete la evolución climática. Este año han superado 40 días los que nos hemos
codeado con temperaturas de 40 grados. Lo hemos notado dejando de manifiesto
que nuestra vegetación ha volado en los brazos del fuego en dimensiones
alarmantes a la vez que constatamos que nuestras reservas de agua dulce
descienden casi hasta la desesperación después de obras y obras de pantanos
para buscar niveles de seguridad futuros que hoy se nos antojan imposibles al
verlos tan bajos. La sentencia se llama CAMBIO
CLIMÁTICO según todos los datos que conocemos.
Como
ya tiene uno una cierta perspectiva de años no es posible olvidar determinados
datos que se llevan a la espalda, formando parte de este ser arrastramos cada
vez con más dificultad. 1995, de infausto recuerdo, Granada había conseguido la
sede del campeonato mundial de esquí alpino, confiando en esa reserva de nieve
que entra y sale de nuestra Sierra Nevada con el ritmo de las estaciones. Se
produjo una inversión desconocida en la zona de Pradollano y las pistas para
que, llegado el momento no faltara un detalle y el evento se celebrara con
todas las garantían. Pero he aquí que se nos mete el otoño y vemos pasar con
desesperación los días y que la nieve no llega por más que es su momento. A
trancas y barrancas hubo que paralizar todos los preparativos para el magno
evento y hasta pactar con los bancos que paralizaran los importantes pagos
comprometidos porque la nieve no llegaba por más que era su momento y había que
suspender el campeonato hasta el año próximo. Caso insólito pero no hubo más
remedio y así se hizo. Todo aquel invierno tuvimos que ver la estampa de la
Sierra que no tuvo de Nevada más que el nombre, para vergüenza nuestra ante el mundo entero.
Pero
en esta vida todo pasa y aquella anomalía también pasó. Seguimos viviendo como
si nada pero con el pellizco en el cuerpo de lo que podría pasar en el invierno
de 1996 si dios nuestro señor no tenía a bien hacer que la nieve llegara en
tiempo y forma a donde estaba previsto. Se terminó de preparar el evento
apostando a que era imposible que dos rarezas de semejante tamaño pudieran
unirse. No pretendo mantener el suspense más allá de lo que la historia
requiere. El invierno de 1996 llegó y la nieve también, como había pasado desde
siempre. Es más, parecía que nos íbamos a ahogar en nieve, no sé si por exceso
o por recuerdo de su ausencia en el invierno anterior. El evento se produjo con
todo su esplendor y Granada lució ante el mundo perfectamente capaz de superar
un desafío semejante. A los inversores no creo que se les olvide tan fácil que
en la nieve no manda nadie y llega cuando es su momento pero obedeciendo sus
propias leyes y no los plazos de los inversores.
Algún otro campeonato del mundo hemos podido organizar en años posteriores y no lo reseñamos porque todo sucedió como estaba previsto, por lo dejó nada especialmente reseñable. Pero el invierno de 1995 se nos quedó clavado en el recuerdo porque llegó y pasó y nos quedamos compuestos y sin novia blanca. Para ser precisos algunos meses pudimos ver un leve tul en las crestas como señal de que aquel era el sitio señalado pero que nos quedábamos con tres cuartas de narices por creernos más listos que nadie. No sé qué pasará el verano que viene, para quién viva. Ojalá que no haya que bregar de nuevo contra 250000 hectáreas de fuego como este año, que apagar y que repoblar. Quizá tampoco estaría mal que aprendamos que nuestro poder es limitado y debemos ceñirlo a sus posibilidades. De lo contrario tendremos que asumir, una vez más, consecuencias indeseadas hasta ver si tomamos conciencia de lo que somos y de hasta dónde llegamos.
Buenos días y feliz domingo, amigo querido.
ResponderEliminarMe retrasé un poquito porque, como siempre, deseaba difundirlo.
Y como siempre también, lo he releído, agradecido y disfrutarlo hasta el video.
La Danza del fuego del Amor Brujo de Falla que tanto me ha gustado y emocionado siempre.
No me canso de verlo.
Felicidades de nuevo.
Con la esperanza de que vuelvan a llenarse nuestros pantanos, sin inundaciones que causen más desastres...
El mundo sigue girando.
La Tierra continúa con su ritmo natural a pesar de nuestro maltrato.
Y a rezar, incluso los ateos.
La situación mundial, en todos los aspectos posibles e imaginables, está YA en un pozo de Crisis del que no va a ser fácil salir.
Pero saldrá.
Aunque no sé si lo veremos.
Pero hay que seguir sembrando.
Gracias infinitas y felicidades de nuevo.
Besos. Siempre en mi corazón.
Nice post thank you Alex
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