Seguidores

domingo, 10 de abril de 2022

RELATO


         Más de 80 años después del bombardeo de Guernica, lo que se transmite de boca en boca es que fue la Legión Cóndor alemana la que realizó un experimento de guerra: un bombardeo indiscriminado contra la población civil para sembrar terror. Y nos quedamos tan panchos con un trágico suceso, inmortalizado universalmente por el genio de Picasso, con un cuadro rompedor donde los haya, conscientes de que esa fue la verdad, que se repitió en bastantes más lugares a lo largo y ancho de la Segunda Guerra Mundial en la que el mundo entero se vio involucrado, un par de años después de la peripecia vasca. Pero en aquel momento, la realidad que quedó patente en los periódicos de la época fue muy distinta. Fueron las hordas rojas y los gudaris vascos los que se encargaron de meter fuego a Guernica por los cuatro costados y difundir el infundio de que habían sido los aviones alemanes los responsables de aquel destrozo. Esa fue la verdad de entonces, el relato que quedó escrito y que la verificación histórica, tantos años después, ha demostrado falso.



         Para el pueblo ruso, Putin no ha invadido Ucrania. Ha sometido al pueblo ucraniano a una operación militar especial, al objeto de liberarlos de las fuerzas nazis que tienen infiltradas en su ejército. La aceptación del discurso de Putin en el pueblo ruso supera el 80%. Que aparecen una serie de cadáveres abandonados la ciudad de Bucha y occidente se lleva las manos a la cabeza por el dramatismo al que ha llegado la guerra, el relato que consume el pueblo ruso es que los cadáveres se mueven porque se trata de actores que las autoridades ucranianas han colocado tal como los vemos para manipular a la opinión pública occidental que termina creyendo lo que las autoridades ucranianas imponen como relato. Cuando en medio de tanta bandería pensamos en algo que signifique la verdad, nos damos cuenta de que ni hoy ni nunca tal concepto ha tenido valor alguno porque en todos los conflictos que en el mundo ha sido, lo que ha pasado en la vida real es lo que cada uno de los contendientes afirma que ha pasado, y punto.



         Al final parece que la verdad no le interesa a nadie y el criterio de cada uno está fundamentado, no tanto en los datos objetivos sino en la versión que cada uno de los bandos logra expandir y que su clientela se crea. No es nuevo este contubernio de los relatos en este drama que se nos mete por los ojos desde hace ya cuarenta y tantos días, y lo que, al parecer, nos queda todavía. En realidad, desde siempre esto ha sido así y no hemos conocido la historia, sino las versiones de la historia que unos y otros nos han logrado trasmitir. Es verdad que existe una ciencia llamada HISTORIA que, a duras penas, con el paso del tiempo y fundamentada en documentos y datos objetivos logra abrirse paso y nos va dejando algo parecido a la verdad, hasta donde ha sido posible en cada caso, pero para eso ha de haber pasado tiempo y esfuerzo de historiadores, capaces de sortear versiones interesadas de unos y de otros y establecer verdades fundamentadas.



         Por volver de nuevo a Guernica, que se ha puesto de moda estos días porque el presidente ucraniano Zelenski, en su intervención ante las Cortes Generales españolas, de hace unos días, usó como comparación con lo que, según su criterio, está pasando con lo que el ejército ruso practica con el pueblo ucraniano. Tanto tiempo después lo de Guernica, que ocurrió en abril de 1937 en nuestra desdichada guerra civil, sigue siendo motivo de litigio a pesar de la prolongada carga histórica que ha caído sobre el acontecimiento en cuestión. Nos da idea de lo difícil que es lograr que la verdad se vaya imponiendo sobre las versiones interesadas. Si el drama de Guernica todavía levanta pasiones según quien tenga que establecer su relato, qué vamos a pensar de unos acontecimientos que están palpitando cada día. Nosotros estamos en un bando y el pueblo ruso en otro. Yo no creo otra cosa que el pueblo ucraniano ha sido invadido y que el ejército ruso debe salir cuanto antes de un país que no es el suyo y al que está destrozando impunemente, pero el tiempo dirá con qué terminaremos quedándonos.   



1 comentario:

  1. Nos quedaremos con la verdad demostrada hasta por satélite.
    No te quepa duda.
    En las Guerras no hay malos ni buenos. Ni malos y menos malos...
    Hay víctimas inocentes.
    Buena reflexión.
    Felicidades.
    Besos.

    ResponderEliminar