Reconozco que la semana anterior me salí del tiesto introduciendo la invitación de Ivonne, después de 40 años de deambular cada uno por su mundo, a que nos encontráramos, nos miráramos a los ojos, constatáramos lo que la vida había hecho de cada uno y nos planteáramos cómo seguir a partir de ese momento. Os informo que el encuentro ya se ha producido, nos hemos intercambiado teléfonos y producciones literarias para saber cada uno un poco más del otro y, a partir de ahora, las relaciones se iniciarán con la clara conciencia de que…, nosotros…, los de entonces…, ya no somos los mismos. Si seguimos vivos os seguiré informando de las incidencias y avatares que la vida nos depare. Lo primero que puedo decir es que la vida no deja de sorprendernos con secuencias como la que aquí se describe. La vivencia del encuentro fue un privilegio más que la vida me ha otorgado y por lo que me siento, una vez más, profundamente agradecido.
Nuestra
pandemia, mientras tanto, anda dramáticamente irregular según las zonas. El
primer mundo con un alto nivel de vacunación, alrededor del 60% y el 40%
restante de negacionismo, con crecientes manifestaciones antivacunas, llenando
las UCIs de infectados y ocasionando importantes gastos a la sanidad pública,
que pagamos entre todos, porque los procesos de rehabilitación son lentos y
costosos. Más de uno manifiesta su arrepentimiento por su desprecio a las
vacunas cuando sus neumonías los colocan a un paso de la muerte. A muchos
terminan llevándoselos. A otros, después de complicados cuidados, los vuelven a
la vida con una actitud más humilde para asumir los medios con los que contamos
por el momento, que todavía no son muchos. El tiempo, mientras tanto, pasa. El
próximo mes hará dos años ya que andamos en guerra contra este bicho y todavía
no está resuelto al 100 por 100. A los que no quieren vacunarse los estados
procuran presionarlos para que lo hagan pero nadie se atreve a establecer la
obligación general de la vacuna por reparos legales de principio.
Aunque no lo parezca la vida sigue y mientras andamos aprendiendo a vivir con el virus Rusia, mientras tanto, ha plantado en la frontera con Ucrania una impresionante fuerza militar de hasta 13000 combatientes y dice que está haciendo maniobras terrestres y marítimas, mientras el llamado mundo occidental con EEUU a la cabeza interpreta que lo que está preparando es una invasión de Ucrania en toda regla. No creo que este problema nos haga olvidar la pandemia pero sí nos está desviando la atención y nos dice que los problemas siguen sucediendo por más que tratemos de ignoraros con la excusa del virus. La sanidad pública, sin ir más lejos, ha bajado de calidad bastantes puntos, sencillamente porque no se puede atender a todo del golpe. La prioridad que se le ha dado a los infcctados por el virus, ha significado inevitablemente, desatender otras necesidades que veremos a ver si podremos recuperar.
Impecable artículo con casi todos los temas de actualidad que nos afectan y preocupan.
ResponderEliminarFeliz también por, imagino, el inolvidable encuentro entre Ivonne y tú.
Gracias también por esta espectacular orquesta interpretando Los cañones...
Muy oportuna.
Besos.