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domingo, 12 de mayo de 2019

PALABRAS



         Ayer, afortunadamente, fue un día más en el que Granada se cubrió de gloria y en medio de su Feria del Libro decidió instalar una presencia específica del 0 a 6 a través de lo que dio en llamar SUSURROS DEL BOSQUE que se tradujo en un espacio particular en medio de la Fuente de las Batallas, en pleno corazón de la ciudad, con la idea de contar cuentos a los más pequeños que se acercaron con sus familiar y que entre cojines y en el acogedor suelo de Puerta Real, durante unas horas de la mañana del sábado,  una serie de familias y de profesionales pusieron su esfuerzo y su tiempo al servicio de la primera infancia. Se propició que los libros, las historias, las palabras en definitiva se adueñaran de aquel espacio y señalaran de nuevo que Granada y la primera infancia hacen buenas migas. Los acontecimientos se suceden y eso va creando una cultura de que hay presencias que se repiten en el tiempo y van haciendo historia. Es hacer camino al andar.

         Recuerdo en   los primeros ochenta en el mismo lugar de ayer, entonces en permanente embotellamiento de coches, las primeras manifestaciones en defensa de la primera infancia al grito de NO QUEREMOS SER GUARDADOS, QUEREMOS SER EDUCADOS en las que la gente nos miraba como a seres de otro planeta cuando escuchaban las consignas que eran las canciones infantiles de la época y de siempre y sonaban con la misma fuerza que las más profundas reivindicaciones laborales de los adultos. Era el tiempo en el que defendíamos que el juego era el mejor camino hacia la educación, hoy de nuevo en desgracia porque suena a holganza, a vida fácil y a menosprecio del esfuerzo. Nada más lejos de la realidad. No hay esfuerzo mayor que el que uno realiza con placer y porque le sale de dentro como parte de sus inclinaciones naturales. Cualquier pequeño enfrascado en una actividad placentera lo verás poniéndose el tiempo por montera y sudará la gota gorda con placer, sencillamente porque le entusiasma lo que está haciendo.

         Algunos nos creímos ya entonces aquella máxima de que sarna con gusto no pica y desde entonces hemos tenido ocasión de verlo refrendado por la realidad millones de veces. No hay que tenerle miedo al placer que no nos hace comodones, lo que nos hace es selectivos, que es algo bien distinto. La vieja máxima de que debe ser el dolor la vía certera para la educación y el crecimiento no es más que una deriva de la letra con sangre entra de infausto recuerdo, que tantas desgracias dejó por el camino. No es verdad que haya que sufrir para crecer. Sí es verdad que muchos hemos sufrido para crecer, pero siempre indebidamente porque hemos podido experimentar, desgraciadamente para nosotros en otras cabezas, que gozando también se accedía al conocimiento, se aprendía al mismo ritmo o más que a través del sufrimiento y que la sonrisa en la cara no es sólo un adorno sino que se puede convertir en una seña de identidad para denominar a la alegría de vivir y que no debemos tenerle miedo a gozar.

         Se desprecia lo que se ignora. Ayer una vez más se demostraba que el gozo no es inactivo, ni apático, ni indolente. Todo lo contrario. Se transforma en una locomotora que nos hace sentirnos dueños de nosotros mismos y del tiempo que nos ha tocado vivir y nos lanza a la calle como verdaderos bólidos con la conciencia de que el esfuerzo está en nosotros y podemos usarlo para ampliar los espacios de convivencia y para acrecentar el placer de vivir. Ayer se trataba de una nueva concentración, de la que esperamos que no falten muchas más, relacionada con las palabras. Se hablaba, se contaban cuentos, chascarrillos, se sonreía y se constataba una vez más que la vida puede ser hermosa y compartida y que no debemos renunciar por nada del mundo a sentirnos protagonistas de semejante aventura por más que los agoreros nos anden amenazando con los peligros de la dicha, que a dónde vamos a parar con tanto goce. La respuesta está en venir y en ver lo que pasa cuando uno lo experimenta: sencillamente que has encontrado el camino.


2 comentarios:

  1. Sigues derrochando pasión en tus creencias e hilvanando hermosas frases para defender tus vivencias. Enhorabuena y a seguir permaneciendo.

    Saludos,

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  2. Lo que uno siente es que es muy difícil de esconder. ¡Y lo a gusto que te quedas cuando szacas lo que eres en el fondo!. Gracias

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