Seguidores

domingo, 10 de marzo de 2019

RESCOLDO



         El año pasado el 8 de Marzo, y para sorpresa de todo el mundo, España entera se llenó de mujeres. No fue sorpresa que hubiera manifestaciones sino que calles y plazas de todas las ciudades importantes se llenaran de jolgorio reivindicativo y nos llenaran a todos el corazón de fuerza y de necesidad de cambio. Con esa inyección hemos vivido todo el año, conscientes de que aquel día fuimos el faro del mundo entero por la extensión y por la intensidad de nuestra presencia. Es posible que muchos pensaran que aquello podía ser flor de un día porque a todos nos resultó insólito. Pero acaba de pasar un nuevo 8 de marzo y nos hemos dado cuenta de que se ha repetido lo del año pasado y considero que hasta se ha sobrepasado. Sé que hay intención de minusvalorar por parte de algunos tanto lo del año pasado como lo de éste pero el bofetón reivindicativo ha sido de tal calibre que aquí me los tienes por las esquinas buscando defectos para justificar su ausencia del festín de fuerza y de alegría mayoritario.

         Estamos abriendo una serie de puertas culturales que ahora mismo nos resulta difícil calibrar su envergadura y su profundidad. Los voceros del país van de aquí para allá intentando explicar como mejor saben lo que hemos visto y oído. Parece como que la angustia vital no nos permite sencillamente contemplar el poder de lo que empieza a pasarnos ya estos dos últimos ochos de marzo, y disfrutar con toda humildad conciencia lo que se nos ha venido encima que es insólito y que a todos nos ha pillado por sorpresa y pensar despacio cuántos y cuáles deben ser los pasos que a partir de este bofetón de humanidad que hemos recibido, ver como seguimos adelante. Los datos nos dicen que más de seis millones de personas han dicho en las calles que son sensibles a este grito de igualdad que nos ha ensordecido a todos. Eso es lo que importa y se trata de un camino que no es fin de nada sino seguramente principio de un mundo nuevo.

         La civilización, como la vida, no evoluciona de manera lineal. Muchos venimos diciendo toda nuestra vida profesional que la situación de discriminación de las niñas en la sociedad era insoportable y que no se fundaba en ninguna base ni natural ni sólida. Que estaba muy bien que los niños y las niñas fueran distintos pero que resultaba escandaloso que unos fueran sistemáticamente más importantes que otros en la estructura social por más siglos, en realidad todos los conocidos, que vinieran avalando esa desigualdad, que llegaría un día que esa situación tendría que cambiar y que deberíamos estar preparados para que ese día no nos sorprendiera como algo insólito. Pues ese día ha empezado a llegar y, por lo que se ve, piensa quedarse por lo que tendremos todos que asumir este salto como un hecho y aprender a vivir bajo estos nuevos parámetros que habrá que ir definiendo en la medida que sepamos y podamos.

         Ya podremos ir poniendo en remojo nuestros arquetipos relacionados con el género y, siendo consecuentes con este mar que nos ha inundado en las calles una vez más, aprender a nadar en esta marea de igualdad porque en realidad es mucho más un deseo que una realidad. Es cierto que muchas cosas están cambiando y hay situaciones que hace unos años nos hubieran parecido insólitas y hoy empezamos a darnos cuenta de que una nueva normalidad nos está cubriendo, estoy seguro que para bien de todos. Pero también es verdad que estas cosas que nos quedan por definir y por asumir son de profunda importancia y nos van a costar sudores, sencillamente porque significan poner patas arriba todas unas formas de relación en las que nos hemos venido desenvolviendo y empezamos a darnos cuenta de que  eran profundamente desiguales e injustas. Pero no hay que dramatizar. Se trata de afrontar estos retos nuevos del mismo modo que se afronta que un árbol crezca un poco más cada año. La vida puede con todo y ni nosotros mismos somos capaces de saber hasta dónde somos capaces de llegar.


1 comentario:

  1. Es tan *de pe a pa* el seguimiento
    qué del 8M relatas, que con esta preciosa frase resumo para felicitarte
    aquí me los tienes por las esquinas buscando defectos para justificar su ausencia del festín de fuerza y de alegría mayoritario.

    Óle y óleo, Antonio
    Fuerte abrazo

    ResponderEliminar