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domingo, 20 de enero de 2019

GARANTÍA



         En estos momentos España entera se encuentra con el alma en un hilo por el hecho dramático de que un pequeño de dos años ha caído por un pozo de 25 centímetros de ancho y 71 metros de profundidad cerca del pueblo malagueño de Totalán. Hoy se cumplen siete días de angustia porque todo el conocimiento humano conocido no ha sido capaz, de sacarlo en un suspiro, que es lo que hubiéramos querido. La vida no es una garantía sino que allí había un pozo abierto que no tenía por qué estar y los niños juegan y andan por el campo y comen gusanitos y no conocen los peligros que puede haber al alcance de sus pies. Se está horadando el monte para acceder hasta donde se sabe que está el pequeño Julen en una carrera desesperada porque cada minuto de espera es una angustia colectiva que crece y que no puede entender cómo ocurren dramas semejantes. Al mismo tiempo un pequeño de cuatro años ha muerto de un tiro durante una cacería en la que participaban sus familiares. Apenas se le ha prestado atención a la noticia.

         En la frontera sur de EEUU se concentran grupos de inmigrantes de países centroamericanos y las autoridades del norte separan a los pequeños de sus familias porque esa parece ser la mejor fórmula que conocen de lograr que no traspasen la frontera y terminen entrando. El presidente Trump tiene a su administración paralizada y a los 800000 funcionarios sin cobrar hace más de un mes como medida de presión para que el Congreso, con mayoría demócrata, le apruebe fondos para levantar el muro al que se comprometió como medida estrella en la campaña en la que fue elegido hace dos años. Cada día, sin ir más lejos, están muriendo niños en el Estrecho de Gibraltar en los brazos de sus madres encima de barquichuelas de juguete en las que se juegan la vida y muchos la pierden intentando llegar a este primer mundo con el que sueñan y que no sabe qué hacer para encontrar muros eficaces que mantengan la miseria separada de la abundancia, como si eso fuera posible.

         La vida no es ninguna garantía. Es verdad que hemos alcanzado importantísimas cotas de conocimiento y bienestar pero al mismo tiempo nuestras propias injusticias e imprevisiones nos tienen con el alma en un hilo por unas razones o por otras y creemos que avanzamos sólo por el hecho de encontrarnos en una zona del mundo en la que los bienes materiales circulan con fluidez. De pronto nos topamos con un tiro que no se dirige a su objetivo y que encuentra en su trayectoria a un pequeño de cuatro años y nos frena en seco y nos sirve de espejo que nos muestra nuestra fragilidad. O sin venir a cuento, otro pequeño que pasea comiendo gusanitos por un monte junto a su familia se encuentra con un pozo de 25 centímetros de ancho que no tenía por qué estar donde estaba y nos sume a todo el país en una angustia insoportable que no somos capaces de resolver tan rápido como quisiéramos. o alguien piensa que el mundo se puede parcelar con fronteras y se empeña en imposibles y pone patas arriba a su país si hace falta o los mares que nos unen se convierten en cementerios que nos separan producto de injusticias que hemos fabricado con el tiempo.

         No. La vida no es ninguna garantía. Como mucho un libro abierto en el que podemos leer cosas, si queremos, que están pasando continuamente. De sus mensajes podemos extraer lecciones de todo tipo porque al final lo que está escrito tiene que ser interpretado por la voluntad de quien lo lee de modo que un mismo hecho: una patera, un  muro, una escopeta, un agujero, que son situaciones inocuas de por sí, se convierten en mensajes tan diversos según quien los mire, que nos tienen aquí entretenidos discutiendo sin parar si son galgos o si son podencos mientras los más débiles sufren cada día las consecuencias de esos peligros o injusticias perfectamente reales a la espera de que seamos capaces de ponernos de acuerdo en lo que verdaderamente está pasando con lo que tenemos delante de los ojos. No hay peor ciego que el que no quiere ver y creo que en ello estamos.


2 comentarios:

  1. Las muertes y desgracias de las personas son noticia o no por intereses políticos. Cada vida es un milagro y cada vida merece el mismo respeto.

    Un abrazo grande, compi.

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  2. Ayer deje mi auto estacionada en Un Dealer lleno de gente.... Cuando sali del lugar me habian chocado el auto y el camion habia desaparecido Yo tengo que cubrir los gastos porque estoy usando mi seguro el otro un inmigrante sin papeles.
    Con la bestia de presidente que tenemos no hay arreglo ni salvación Muy bueno tu escrito escritor

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