A
pesar de haber cruzado ya la barrera de los setenta, mi docencia empezó con el
cine. Cada domingo tenía el encargo de preparar una charla - debate sobre las
películas memorables de entonces ante unas doscientas personas que descubríamos
paso a paso los entresijos del séptimo arte. Hoy sé que no era la primera ni
mucho menos pero en aquel momento recuerdo la llegada del color a la pantalla
para quedarse. Supongo que debe ser por eso por lo que el cine y sus
posibilidades siempre ha entrado y salido por mi docencia. Los últimos años me
he visto, además, adentrándome en la animación, en parte porque ejercía para
los primeros años de vida y en parte también porque coincidía con la crianza de
mi última hija, Elvira. Esta feliz coincidencia me ha permitido dedicar
bastantes horas a ver algunos títulos, bastantes para ser sinceros, suficientes
como para encarecer que este nuevo arte debe utilizarse como pieza importante
en cualquier curriculum que se precie.
Por
sintetizar os acercaré tres títulos que de ninguna manera engloban la ingente producción que hoy está disponible, pero que
sí supone desde la alta calidad, mensajes diversos y llenos de atractivo para
que los menores conozcan el lenguaje cinematográfico y sus enormes
posibilidades en la educación. Es más, estoy escribiendo y me voy dando cuenta
de que es posible de que también yo, que me las doy de moderno, estoy
escribiendo para el pasado porque las inmensas aportaciones informáticas hacen
que casi cada día se vayan aportando nuevas posibilidades suficientes como para
hacer que personas que como mi Elvira nacieron con la informática en los
dientes se comporten en la vida con unas claves que no tengan mucho que ver con
las mías. En realidad lo compruebo cada día y a veces lo hablamos entre
nosotros porque ella también se sorprende de mi torpeza en el manejo de las
novísimas posibilidades que la vida le ofrece a quien se encuentre dentro de su
ámbito de acción.
HISTORIA
DE UNA GAVIOTA Y EL GATO QUE LA ENSEÑÓ A VOLAR, EL VIAJE DE CHIHIRO Y MONSTRUOS
S.A. Podríamos utilizar muchos más títulos pero estos tres me parecen
suficientemente representativos. El primero porque se trata de una obra
humanista del autor chileno Luis Sepúlveda que la escribe como novela de éxito
y que él mismo acomete la ingente labor de ofrecerla en película asumiendo por
su cuenta el proceso de animación. La segunda en la que la alta calidad gráfica
japonesa se manifiesta al mundo consiguiendo un óscar para esta historia
moderna donde las haya y a la vez encarnando las más arcanas costumbres
japonesas con la calidad y clarividencia que la cultura de hoy es capaz de
poner de relieve para que pueda ser conocida y gozada por el mundo entero. Y la
última, una comedia americana que, a través de una historia trepidante y de
inocente simplicidad es capaz de lograr montarse encima del gigante Disney y
forzar, si no estoy equivocado, a una fusión empresarial con Pixar para
mantener el imperio de la animación mundial.
Esta
reflexión no es más que un apunte sobre la modernidad en educación que viene insistir
en la idea de que no se puede caminar contra el viento de los tiempos y que
tenemos que entender que las puertas al campo no pasan de ser intentos
ineficaces. Podemos, claro que sí, negar los tiempos que llegan, ponernos
delante a sabiendas de que vamos a ser arrollados por la fuerza de la
innovación, pero eso no nos va a suponer más que dolor, desdicha y hasta
ignorancia. También podemos, y es lo que intento defender, dejarnos llevar por
la vida que nos envuelve con su fuerza y desde el permanente riesgo de dudar de
casi todo, avanzar con sentido crítico por los ámbitos de lo desconocido con
nuestros pequeños que llevan los últimos hallazgos como marca indeleble en su
frente y que tienen que encontrar un lugar en ese mundo nuevo. Podemos, eso sí,
hacer que ese camino les sea más leve.
Entre mis archivos hay dos carpetas que no dejan de crecer; una es de películas hechas sobre el mundo de la educación; la otra es de películas de calidad para niños.
ResponderEliminarLas he usado con frecuencia en la escuela y alguna incluso me ha servido como base para debates de Filosofía para Niños.
Incluso, antes del vídeo, en la prehistoria del Super 8, hicimos dos películas con los niños: "Los tres bandidos" y "Donde viven los monstruos", que llegamos a pasar en la Facultad de Ciencias de la Educación.
Recuerdo aquellas pelis a las que aludes y es verdad que eran todo un acontecimiento para nosotros. Eran modernas entonces y pienso que lo siguen siendo hoy porque las historias que cuentan y la estética que las rodea es insólita. Estas tres pelis que comento también me parecen geniales aunque son muy distintas una de otra. Por distintas razones ha revolucionado la industria de la animación en la que, como sabes, Granada es una importante potencia mundial. Tadeo John nos está dando trabajo y mucho reconocimiento internacional. Podría ser un buen vivero de trabajo de calidad. Un abrazo
EliminarDe las entradas más interesantes, sin duda!!!!
ResponderEliminarNunca corremos contra el viento, nunca!
Abrazo
Tántas veces lo hacemos en la vida, ¿verdad?
EliminarCómo nos cuesta percibir la dirección del viento de la vida y saber poner nuestro conocimiento a su favor para no entorpecer en lo posible el ritmo de la historia. Un beso
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarMe encanta leerte
ResponderEliminarMe pierdo en tus letras
Me llevan a una niñez maravillosa
de trenzas, cine y letras
abrazos