Nuestro
compañero Manuel Ángel nos comenta en su intervención de la semana pasada que
deja su responsabilidad en un grupo porque dentro de tres meses iniciará su
contrato de relevo, puerta de entrada a la jubilación. Quién lo diría, él que
siempre fue el más joven del grupo. Se ve que el tiempo pasa, tanto si nos
damos cuenta como si no. Le he dado mi profunda enhorabuena a nivel personal y
le he dicho que este blog perderá un punto de frescura. Espero que haya alguien
que se atreva a colaborar y que esté con las manos en la masa. Me atrevo desde
aquí a invitar a Manuel a que nos explique exactamente cuál va a ser su trabajo
en el equipo estos tres últimos meses de docencia porque ha dicho que va a
quedar de apoyo al equipo de 0 a 3 años y nos aportaría mucha luz sobre el tema
de los más pequeños, del fundamento del trabajo con ellos y de la manera de
entender el equipo de profesionales y de las distintas funciones, su jerarquía
y el sentido de unidad. Ahí te lo dejo, Manuel.
Otra pieza clave en la que se asienta este trabajo es Julia. También la mencionábamos la semana anterior y una vez más le pedí que diera un paso y se dejara ver con sus comentarios. Pero Julia es discreta casi hasta la desesperación. Julia nos lee siempre y de vez en cuando llama y hablamos casi haciendo un repaso completo de los distintos temas que hemos tocado desde la última conversación, pero hasta ahí llega ella. Yo no puedo más que agradecerle de todas las maneras posibles sus colaboraciones y pedirle que se sienta bien como quiera y siga colaborando porque su constancia y su lucidez son inestimables. Estos dos amigos son de toda la vida casi, con lo cual la confianza en sus palabras es casi plena, tanto si estamos de acuerdo como si no porque lo que nos une, que es la preocupación por la educación está por encima de acuerdos o desacuerdos puntuales. A Pilar la conocimos ya en este blog. Vive cerca de Zaragoza en un pueblo que de llama La Almunia de Doña Godina. En un viaje que hizo a Granada tuvimos ocasión de pasear una tarde para sellar nuestra relación con la presencia. Su pasión es la música y su empeño por estos temas parece que no tiene fin.
Estas tres personas no son las únicas
en las que nos inspiramos pero sí son como los pilares más sólidos y más
constantes que soportan nuestro contenido y nos sirven siempre de orientación.
Mi agradecimiento sin fin para ellas y mi invitación a quien pueda leer esto a
que entre, que hable, que nos hable y que sepa que no tiene que preocuparse de
acertar con nada porque lo que importa es hablar y seguir reflexionando sobre
un tema tan esencial como los primeros años de la vida de las personas que son
el fundamento de la vida y los que no se olvidan jamás, por más que deambulemos
por montañas o desiertos o mares sin fin en todo el tiempo que nos toque vivir.
Nuestra última imagen en esta tierra será sin duda de estos años y cualquier
asunto vital que nos surja a lo largo de los años hay que bucear en estos años
para encontrar el hilo que nos lleve al ovillo.
Tenemos más personas que nos acompañan
con mayor o menor frecuencia y muchas más que nos leen, ahí tenéis el contador
que no nos deja mentir. Todas las presencias nos parecen impagables porque nos
estimulan y nos hacen saber que iniciativas de este tipo tienen algún
significado, aparte del primigenio de su autor aquí presente que lo tomó de su
mano un día, allá por septiembre de 2010 y dice que no tiene el más mínimo
interés en dejarlo porque para él, que soy yo por si no lo habíais adivinado
todavía, el hecho mismo de poder reflexionar sobre este tema se está
convirtiendo en algo tan esencial en su vida, que es la mía, como el aire que
respira. Comprendo que las coyunturas pueden ser urgentes y llenar miles de
páginas en los periódicos, pero hace tiempo que aprendí que lo urgente casi
nunca es lo importante y me decidí por lo segundo. En ello estoy. La vida es un
río que nos lleva a todos.
Ay, Antonio: sobre sorpresas parece no estar todo dicho
ResponderEliminarQue tú y tu "Como niños" formáis unidad indivisa, es evidente
Que el riquísimo poso social de cuanto escribes es manifiesto, no se cuestiona
Pero hoy, querido Antonio, has rebasado el listón de la generosidad.
No temo quedar sin palabras. Y no obstante, permíteme una o dos, no siendo necesario más:
¡😍 Muchas gracias!
Por todo y por la alta consideración del lazo amistoso en que navegan nuestros compromisos como defensores de la educación.
También de la Música, ea!
( gracias por esa foto, histórica para mí familia y la Comunidad)
Abrazo
No quiero pecar de falsa modestia porque la odio. Tú sabes que has dejado aquí muchos comentarios que yo he tomado como referentes sencillamente. Tengo fotos de nuestro encuentro en Granada pero ssé que esta foto que con tanto orgullo me mandaste en su día, tendría más significado para tí. Un beso más de agradecimiento
EliminarUna vez más me sacas en tu blog y no sabes cómo te lo agradezco.
ResponderEliminarYa llevo tres semanas en mi nueva función (dos de ellas con niños) y digo nueva porque tú sabes que yo he trabajado muchos años con los niños más pequeños y que no quería salir de ese grupo de dos maestros que fue en el inicio de nuestras escuelas el grupo de 0-2 años.
Pero la sensación nueva es que, si siempre que he estado de apoyo sabía que al final yo seguiría con esos mismos niños, ya como tutor, en los siguientes cursos; y ahora es que no va a haber esos siguientes cursos. Después de un período de prejubilación de dos trimestres volveré a la escuela en septiembre del curso próximo para empezar otra vez a apoyar durante menos de dos trimestres en el ciclo de 0-3, pero apenas veré a esos niños a los que ahora estoy acogiendo en mis brazos, entendiendo sus llantos, transmitiendo mi calmada respiración en el abrazo, que es lo que me ha enseñado tantos años de prestar mi cuerpo para su consuelo.
Sí, Manuel. Conozco tu historia profesional como tú conoces la mía porque en gran medida ha sido paralela aunque nunca hemos trabajado en la misma escuela. Espero que salgas de esta profesiónm con la misma sensación de privilegio que yo tengo, de haber sido uno de los primeros hombres que llevan por bandera haber desarrollado su trabajo con los más pequeños y haber aprendido cantidades industriales de la vida a través de ellos. Un fuerte abrazo, amigo.
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