La
semana pasada tratábamos el tema de la intimidad y Manuel, el compañero que
suele comentar casi siempre lo que aquí aparece, se cuestionaba que lo mejor
sería que no aparecieran ningunas fotos de niños y que sus hijas le pedían que
ni en la nube guardara fotos de sus nietos. Por supuesto me pareció una
posición respetable, faltaría más. Le contesté con la decisiva diferencia entre
quienes se lucran de la exposición y los que no. Después de haberle dado
vueltas al tema me atrevo a volver sobre él y a reflexionar, entendiendo siempre
que debe estar siempre abierto a nuevas reflexiones y a diversas posturas. O
sea que respeto cualquier postura pero digo que no me parece respetable que se
trafique con los menores, ni siquiera cuando se trata de su propia familia.
pero tampoco defendería que todas las imágenes de menores desaparecieran del
mapa porque creo que nos perderíamos un imagen esencial de la vida.
Reconozco
que no tengo una línea clara que pueda aportar como divisoria entre lo que
podría considerarse respetable y lo que no. Todavía me tiemblan las carnes cuando
recuerdo aquella niña africana de dos años más o menos, muriéndose de asco, y
un buitre detrás a unos metros, esperando que la pequeña terminara de soltar su
vida para aferrarse él a la suya a través de sus despojos. La foto dio la
vuelta al mundo y obtuvo premios internacionales. Todavía estará en la retina
de muchos el cuerpo sin vida del pequeño sirio que apareció en una playa de
Europa y la foto del policía llevando en sus brazos su cadáver. Podríamos
ofrecer muchas más pero no tengo el más
mínimo interés en hacerlo. Creo que con estas dos muestras ya nos da para
reflexionar sobre lo que estamos tratando. No puedo diferenciar si el drama
está en las imágenes o en las razones que dan como resultado estas imágenes.
Ante
semejantes ejemplos no tendría mucha duda sobre la conveniencia de respetar la
infancia y sacarla de estos ámbitos de exposición. Sin llegar a estos niveles
de dramatismo es verdad que hay exposiciones infantiles que considero
humillantes porque no tienen como función destacar valores y maneras
específicas de la infancia sino que lo que se busca es hacer que los pequeños reproduzcan
el mundo adulto y la gracia se supone que está en lo inapropiado de sus
manifestaciones siendo tan pequeños. En los casos de la superexplotación
infantil, sea por gente ajena como en el caso de Marisol o de su propia familia
estaría justificado a mi parecer la censura de cualquier imagen porque el menor
parece que trabaja para los adultos y
sería una forma de explotación laboral. Pero yo no me rindo así, sin más.
Recuerdo un programa infantil de televisión en el que los pequeños aparecían
hablando entre ellos y, a una serie de preguntas adultas previamente
elaboradas, en imagen aparecían los diálogos de los pequeños tal como ellos los
planteaban y el resultado me pareció francamente impactante.
En el debate de la imagen de la infancia hay una postura extrema que defiende que desaparezcan las imágenes de los niños o que al menos se manipulen las imágenes de niños para que no fueran reconocidos, como las de los policías que acompañan a los delincuentes.
ResponderEliminarYo sí pienso que hay que normalizar la presencia de la infancia en la sociedad, tanto en la calle como en los medios de comunicación; que la presencia de la infancia en la vida cotidiana hace a ésta mucho más amable.
Ese miedo a que se pueda utilizar una imagen de un niño para un fin perverso, es el mismo que impide dejar salir a un niño a la calle, por los peligros que acechan; cuando sabemos que la gran mayoría de agresiones a la infancia no vienen de extraños, sino de la gente más cercana.
No, no es un tema fácil.
Ya sabes que me gustan las frases redondas, cuando puedo. Ahí va una: EL MIEDO A LA MUERTE HA TERMINADO ANULANDO EL RIESGO DE VIVIR.
EliminarMe encantaba ese programa y los niños estaban para comérselos con sus razonamientos. Un abrazo
Realmente interesante ...
ResponderEliminarSaludos
Mark de Zabaleta
Mírese como se mire, el tena se las trae. Por complejo, difícil, delicado, comprometido y de interés más que general. Suscribo por completo la opinión comentada de Manuel Ángel Puentes.
ResponderEliminarYo también lo suscribo y te pido, por favor, que hables con quien sea para que la lluvia vaya amainando que nos vamos a ahogar un día de estos. Muy bien por el agua embalsada pero creo que de todo se cansa uno. Un beso
Eliminar"O sea que respeto cualquier postura pero digo que no me parece respetable que se trafique con los menores, ni siquiera cuando se trata de su propia familia".
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo, que pena que hasta los niños sean utilizados para el lucro y se les robe toda su dignidad.
Abrazos.
Estoy de acuerdo contigo, pero creo que por eso es importante que haya opiniones que denuncien la explotación y reivindiquen el respeto. Un beso
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