El
viernes día 3 de este mes de junio tuve el gozo de asistir en la Facultad de
Ciencias de la Educación de la Universidad de Granada a la lectura de la tesis
de Esther Santaella sobre la vida y milagros del Grupo Territorial de Granada
del Movimiento Cooperativo de Escuela Popular, difusor en España de la
pedagogía de Celestín Freinet, basada en el protagonismo de cada niño en su
propio desarrollo personal a base de una estructura cooperativa, del tanteo
experimental para alcanzar los conocimientos que necesita, huyendo de la competencia con sus compañeros.
Fue la
culminación de una meta largamente buscada. Granada ha contado tradicionalmente
en estos últimos 40 años con un importante grupo de profesionales comprometidos
en mejorar la escuela como institución, cada uno desde su puesto de trabajo a
través de una permanente reflexión personal y colectiva dentro de la estructura
estatal e internacional de lo que se ofrece a los profesionales como Pedagogía
Freinet, que en cada país tiene una denominación particular pero que engloba
miles de esfuerzos de comprometidos con la escuela pública que ofrecen lo mejor
de su vida en defender una escuela en la que los pequeños sean los protagonistas
de su propio aprendizaje y que dispongan en sus años de enseñanza obligatoria
de la mejor plataforma posible, la escuela, para su desarrollo personal y para
su evolución a partir de la cooperación en el trabajo y en la vida. Toda la
vida esperando que nuestra labor de tantos años tuviera el reconocimiento de la
institución educativa por excelencia, la universidad que tantas veces nos ha
ignorado cuando no nos ha manifestado directamente su hostilidad.
Desde
el director de la tesis, nuestro compañero Matías Bedmar hasta el grupo de oyentes
que llenábamos la pequeña sala donde Esther explicaba su trabajo que fue
calificado a la postre de sobresaliente por el tribunal, la emoción fue el
principal componente de la exposición porque el fundamento de su tesis eran una
serie de testimonios personales sobre este modelo de escuela. Significaban la
carta de naturaleza a una forma de entender la escuela que muchos hemos pensado
durante muchos años que era importante, que nuestra manera de profundizar y
mejorar nuestro trabajo a partir de la reflexión con los compañeros lo era
también pero que siempre nos sentíamos un poco huérfanos de que la universidad
conociera nuestro esfuerzo de cada día y nos incluyera en su recinto como tiene
acogidos tantos otros esfuerzos en esta materia y en muchas otras, para que
nuestros esfuerzo pudiera ser valorado como se merecía y para que pudiera estar
al alcance de los nuevos profesionales de la educación que pudieran, como la
flamante doctora Esther Santaella en el día de hoy comprometerse personalmente
con esta forma valiente y abnegada de hacer escuela que muchos siempre
estuvimos convencidos que era la mejor forma de servicio educativo para una
sociedad en continuo progreso.
A
partir de este acto y por voluntad compartida del grupo de Granada y de la
propia universidad nos vamos a integrar es sus espacios pedagógicos y vamos a
seguirnos reuniendo en ellos para continuar nuestra labor de mejora constante
de nuestro trabajo y de permanente conexión con las nuevas generaciones que
empiezan sus carreras y que necesitan conocer tantos esfuerzos como se han
hecho y se siguen haciendo por ofrecer mayores cotas de dignidad para la
escuela en la que miles de pequeños invierten los primeros años de sus vida y
son tratados como ciudadanos de pleno derecho a través de unos contenidos
educativos y de unas formas de vida que no se parecen en nada a los
estereotipos que desgraciadamente tenemos en la mente de lo que podríamos
llamar la escuela tradicional. Desde la emoción personal por sentirme un
miembro activo de este empeño colectivo, mi felicitación a Esther por su
trabajo y mi ánimo para los compañeros.
Enhorabuena a Esther!
ResponderEliminarFue realmente emocionante. A mí, lo que más me interesó es que había sido ella de motu propio, la que había elegido el tema de su tesis.Un beso
EliminarMi querido Antonio, discúlpame que hoy no te lea.
ResponderEliminarSolo paso a decirte que por mi delicada salud me veo obligada a descansar quiera o no, una larga temporada. Nos vemos en octubre si estoy mejor.
te dejo un beso de ternura hasta entonces
Sor. Cecilia
Ciertamente un gran acierto de tesis sobre un cooperativismo que todos sabemos apreciar.
ResponderEliminarUn cordial saludo
RECIBÍ MIS PRIMERA ENSENÑANZA EN LA ESCUELA PUBLICA Y CREO QUE ES LA MEJOR. SOLO FALTA PERSONAS QUE LA HAGAN DIGNA. FELICIDADES A ESTHER.
ResponderEliminarExcelente noticia. ¿Se ha planteado Esther convertir su tesis en libro? A muchos nos encantaría reconocernos en sus páginas.
ResponderEliminarLástima que esa noticia se cruce con el fallecimiento de ese señor tan interesante para la pedagogía granadina dedicada a los más desfavorecidos: don José Montero. Yo lo conocí a través de ti y aprendí que también había una enseñanza religiosa defendible, la de las escuelas del Ave María, en cuyo Patronato sucedió en la dirección a los dos padres Manjón.
Si recuerdas, querido amigo, mi deseo de que algunos de los que dissponer de la titulación adecuada se dediquen a profundizar en nuestra experiencia educativa viene de lejos. Entre 1989 y 1992 lo formulé en mi tiempo de gerente. No fue posible entonces. Estoy convencido de que en Granada han pasado muchas cosas importantes y de alcance. Nuestra experiencia es sin duda una de ellas. Alguien debería cogerla por banda y profundizar. Un abrazo
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