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domingo, 7 de agosto de 2011

SEGUNDO

Es importante insistir de nuevo, para que nadie se llame a engaño, que cuando hablamos de elementos comunes entre los recién nacidos, en ningún momento dejamos de creer que cada persona es única, con su propia especificidad y lo que planteamos como elementos comunes, sólo tiene un valor indicativo y en ningún caso vienen a sustituir las particularidades inherentes a cada persona, que son las que verdaderamente la definen.


Cuando aparece el segundo hijo en la familia, las grandes crisis e inseguridades que se vivieron con el primero ya han desaparecido o se han asumido, al menos eso se creen los padres. Normalmente se recibe al segundo con un mayor grado de solvencia y de confianza lo que produce un significativo menor grado de angustia en el trato diario y una mayor distensión en todas las atenciones y cuidados de que es objeto. Es más, siguiendo las leyes pendulares, lo que podríamos decir es que del segundo, en cierto modo se pasa, como si fuera capaz de salir por sí sólo de cualquier necesidad.


La evolución de los segundos suele ser más plana, con menos sobresaltos pero también y al mismo tiempo con menos manifestaciones de afecto. Esto hace que los segundos evolucionen con menos sobesaltos y con un comportamiento por parte de ls adultos más relajado, lo que sin duda juega a favor de una evolución tranquila, pero también con una mirada más dispersa, algo así como si ya se diera por supuesto todo lo que tiene que vivir para que se produzca el crecimiento el aprendizaje.
Como no hay situaciones ideales en la vida, en ningún caso se nos ocurre enfrentar el comportamiento adulto con los primeros al que se tiende con los segundos. Aparte de que lo que aquí comentamos se encuentra sometido a todo tipo de reservas y lo único que pretende es facilitar un poco la comprensión de las distintas situaciones de vida por las que pasan los niños según la posición en la que llegan a la familia. Por tanto, cada una de las particularidades que aquí se describen ha de estar siempre sometida al filtro implacable de cada caso y de las circunstancias concretas que concurren y que lo diferencian de los demás.


De cuelquier modo, lo que aquí comentamos de que los segundos son como más llanos, con menos aristas y que su desarrollo suele ser mas tranquilo, aunque también más anónimo, con menos chispas de genialidad y de particularid no me parece que sean gratuitas y creo, por el contrario que pueden ser útiles para entendder algo mejor como funcionan ls sentimientos según cada momento y cada particularidad.
Mi deseo sería, en todo caso, que las familias fueran capaces, una vez leíds estas sugerencias, de ser menos impacientes y angustiosas con los primeros, cosa harto difícil, yo lo comprendo, y darse cuenta de que los segundos también necesiten esos picos de afecto en los que puedan sentirse como los más importanes del mundo, sin que haya nadie a su lado que pueda hacerles sombra .
En definitiva, la aspiración no es otra, a pesar de todos los condicionantes que vamos comentando mas otros en los que no caemos, que cada persona crezca con las máximas garantías, sintiéndose el ser único que es y el más importante del mundo para las personas responsables de su crianza. Me parece una aspiración legítima aunque esté llena de condicionantes y limitaciones como estamos viendo.

5 comentarios:

  1. Buenos dias Antonio:
    Mi segundo hijo se ha criado sin problemas, Siempre fue un niño feliz y contento a pesar de que yo procuraba no hacerle demasiados mimos delante del mayor para que no cogiera celos.
    Este blog es estupendo y seguro que a muchas muchas jóvenes mamás les servirá de mucho.
    Besos, Montserrat

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  2. Hola Antonio !

    Cuando tienes el primer hijo, todo es nuevo, todo esta por descubrir- pero también ocurre que cuando tienes el segundo.....todo es nuevo :) y se esta por descubrir :) entiendo perfectamente lo que dices y lo bien que lo dices- lo cierto es que uno cree que el segundo esta chupado :) y no es así, por que cada niño es un mundo ( como bien sabes tu ) el primero puedo dormir toda la noche de un tirón y ser tranquilo, y el segundo un verdadero terremoto :) se los ama distinto, diferente, pero se los ama por igual- los hijos son lo mejor de la vida-
    Los segundos son como los primeros......y vuelta a comenzar :)

    Un beso y un lindo abrazo

    Aurora

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  3. Pues tienes toda la razón. Mi primer hijo lo viví con mucha angustia, todo el día pendiente de ella y quería ser perfecta. Con el segundo fue diferente, lo disfruté mucho más y creo que él también.
    Ahora y cuando ya son mayores, la primera es más dependiente que el segundo.
    Se intenta hacer lo mejor posible, pero no venimos con libros de instruciones.
    Gracias por esta bonita reflexión

    Un beso

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  4. Hola Antonio
    Muy interesante este blog, solo conocía "La semilla de los sueños", lástima que sobre el tema que abordaste, no puedo opinar, tuve solo una hija...
    Pero me encantó tu blog, así que te sigo aquí también.
    Besitos en el alma
    Scarlet2807

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  5. Antonio

    Una estupenda entrada, no tengo hijos, tuve una pero la perdí... una entrada muy interesante

    me encantó tu blog

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