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domingo, 14 de noviembre de 2010

MADRE




Mi madre no necesita carnet de identidad. Ni tiene nombre, ni una determinada cara, ni su voz ha de ser canela fina, ni su caricia un pétalo de rosa. Puede tener diez o doce años y llevarme colgando de sus hombros dentro de un trapo y cargar conmigo pegado a su cuerpo, o la cara llena de arrugas y criarme a base de gruñidos de lo harta que está de la vida. Puede ser un abuelo que me trae y me lleva cada día al cole y al que le cuento todo lo que le tengo que contar. Unas veces me entiende, se lo veo escrito en su cara, y otras comprendo que ya es mayor y le interesa poco lo que le digo. Para ser mi madre vale cualquiera. No necesita preñarse, ni parir, ni ser mujer. Necesita poco.
Sólo estar conmigo, despertarme por la mañana, llamarme como quiera, ser la figura que yo conozco de memoria de tanto mirarla, hablar con ella y saber que me escucha, conocer mis necesidades y estar dispuesta para mí, unas veces porque lo necesito y otras por puro gusto, que yo pueda coger su mano, mirarle la cara y que me salga espontánea la sonrisa del cuerpo. Que me permita dormir cuando me canso, con la seguridad de que está a mi lado por si la llamo o por si tengo miedo.
En los primeros meses necesité leche de una teta pero la teta no estaba marcada para mí, sólo tenía que estar sana y querer que yo mamara. Su alimento me bastó para sobrevivir y con eso mi madre, fuera quien fuera, cumplió su función. Con el paso del tiempo mis necesidades se complicaron y necesité otras atenciones de alguien que me quisiera más que a nadie. Las tuve y ése fue mi madre. Años después pude andar sólo, vivir sólo, decidir mi vida y en un momento determinado, mi madre se convirtió en mi hijo, al que tuve que cuidar hasta su muerte.
Ya he sido madre con quien me ha correspondido y voy camino de ser hijo de mis propios hijos. Ese es el ciclo de la vida. A veces quiero llorar porque no me gusta la vida y me da pena que sea de esa manera, otras me río a mandíbula batiente. Los días nacen y mueren lo mismo. Me voy sintiendo cada vez un poco más hijo y menos madre, tanto si llueve como si hace sol, y lo mismo si es de día que de noche.
La aventura de vivir es excitante para todos. Hay quien goza y hay quien sufre, casi siempre por voluntad propia aunque todos buscamos la manera de encontrar culpables fuera de nosotros. Cuando he sido hijo era fácil. Allí estaba mi madre que siempre cargaba con la responsabilidad y asumía mis culpas como si fueran suyas. Sin protestas. Después fui madre y cargué con el peso de ser adulta. Nadie vino a librarme de mi responsabilidad. Ahora voy de nuevo encontrando al hijo que abandoné hace años y vuelvo de nuevo a soñar con la teta que ha de llegarme cuando la necesite y que terminará por ofrecerme el último aliento de vida.
Me miro en el espejo y siempre me veo la misma: Yo. El ser hijo, ser madre o volver de nuevo al hijo antes de concluir, son puras ficciones, como capítulos de una sola historia que transcurre entre nacer y morir. En cada momento se representa un papel, ninguno más importante que otro y todos concluyen del mismo modo. Acepto entregar mis atributos de persona a la vida, que fue quien me los dio sin que yo los pidiera. Nada tenía y con nada me quedo.

20 comentarios:

  1. Ser madre no es nada facil, no se aprende, no s puede practicar para llevarlo a cabo. Es algo que lo demuestran día a día... Oleeeeeee por ellas..... Un saludo Antonio y buena semana

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  2. Son las 12 de del mediodía he parado mis taresas de la casa para sentarme ante el ordenador y me encuentra co n esta entrada tuya tan bella y a la vez tan profunda.

    Así es amigo, es ta rueda de la vida.
    Las madres/padres que cuidan a los hijos, despues viceveresa y hoy día hasta abuelas/os que cuidan de sus nietos/as.

    Lo principal es que haya amor.

    Te felicito por la entrada de hoy, Antonio.
    Realmente para mi ha valido mucho el leerte.

    Un abrazo, de esta que ha sido hija, madre y ahora, también abuela. Aun que joven aún ¡eh!, Montserrat

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  3. Creo que todos somos: madre, padre, hijo, abuelo, y haciendo un poco de abstracción: amigo y enemigo, cobarde y valiente, etc, etc.

    Muy buenas palabras las tuyas.

    Un abrazo

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  4. Figura insustituible y única... Madre que nace, se hace, crece y deja su legado para siempre.
    Sentidas palabras.
    Abrazos, amigo

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  5. Antonio,no sé como explicarte lo que he sentido al leer lo que has escrito sobre la madre.Bueno,si,he llorado,me ha emocionado de que forma tan sencilla has recopilado todos los libros que he leido sobre la vida.He visto (como en los libros),que en verdad todos hemos sido madres,hijos,mujer y hombre.En la infinita rueda de la vida creo que todos hemos pasado por todo y ahora tú con esta exquisitez me lo has mostrado dulcemente.Gracias amigo mio y que el Universo te siga dando esa sabiduria que llena tus sentimientos.

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  6. Lola,sí que es verdad que ser madre es importante, pero lo que yo quiero decir es que para ser madre no hace falta más que ofrecer todo el amor, la entrega, la disponibilidad que la educación requiere. Un beso.
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    Montse, me gusta mucho esa figura que empleas de la rueda de la vida. Algo así es la cosa. Y los papeles de cada uno los elige uno y no tienen por qué corresponder con figuras concretas sino con funciones. Madre no es una persona sino una función. Un beso
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    Mercedes, eso es. Es como una rueda que tiene en su recorrido todo un repertorio de funciones y cada uno se denomina en función de la función que ejerce en ese momento. Un beso
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    E. Marti, Creo que más que figura insustituible yo diría función insustituible. Las personas dependientes no necesitan una persona en concreto, sino un conjunto de apegos que les den seguridad. Un beso
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    Julia, amiga, me emociona leer tu comentario. Me honra y me responsabiliza palabras como las que tú me dedicas. Me alegro de poder compartir contigo esos sentimientos tan importantes. Es la rueda de la vida, que nos hace ser tantas personas en nosotros mismos. ¡Viva tu función de abuela!. Un beso

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  7. madre, que palabra tan corta y que magna y cuantos significados y sentimientos contiene, muchisimes gracies por compartir tan bella entrada un besin de esta asturiana

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  8. Somos hijos, madres, padres, abuelos y así es la rueda de la vida.
    No nacemos sabiendo ser hijos, ni madre, ni abuelos...eso se lleva en la sangre, en el amor al otro, en el amor a la madre, al hijo, al nieto.
    Sólo es dar amor, cariño y protección.
    Me viene a la mente cuando era hija y mi madre me lo daba todo, ahora soy madre para ella pues sin mi no es nadie. Me necesita y estoy.

    Besos

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  9. Ozna-ozna, el besín me recuerda al culín de sidrina que más de una vez he podido saborear en una de las muchas sidrerías de tu tierra y después volcar los restos de vaso sobre el serrín colocado para empapar. Gracias por tu entrada, amiga. espero que no sea la última. Un beso

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  10. Princesa, esa última frase de ME NECESITA Y ESTOY creo que es digna de un monumento. Si hubiera que definir la entrega, el amor de cualquier tipo porque amor no hay más que uno, sería esa frase la que habría que emplear. Te felicito por poder decirla con esa frescura y esa decisión de la persona que sabe entregarse a lo que quiere. Un beso

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  11. Al leer tu texto se puede pensar que es duro, por la significación que siempre tuvo la palabra "madre".
    Pero no es una palabra, es un sentimiento.
    Nací hija, cuando ella se marchó, cayeron sobre mis espaldas jóvenes sus atribuciones y ejercí de ello mientras fue necesario.
    Es el amor el que crea la palabra y su imagen, una entelequia.
    Siempre un placer leerte.

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  12. María, parece que la vida te ha marcado suficiente como para saber del papel de madre y del papel de hija. Sería yo el que tendría que aprender de tí. Bueno, la verdad es que yo también he tenido ocasión de ejercer de madre y de hijo. Cada uno tiene su vida. Un beso

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  13. Te diré que afortunadamente me siento a gusto y feliz en mi papel de madre. Sin embargo ¡Como añoro el de hija! Un abrazo!!!

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  14. Silvia, ¿ves?. Qué gusto oirte confesar algo que estoy seguro que pensamos todos en muchos momentos. Lo que se tiene suele despreciarse y lo que no se tiene se desea. En general eso es así, pero aunque no fuera así, tampoco es tan raro, como tú dices, estar a gusto con tu papel pero añorar el que tuviste y hoy no tienes. Un beso

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  15. Hola Antonio !

    Un gusto visitarte como siempre.
    Yo soy madre, abuela, hija, tambièn nieta muchas veces y amiga y amante otras, siempre con amor con todo el que tengo dentro y el que los demas me dan.
    Es un papel mas en la vida, ser MADRE es ser todo a la vez, lo representa todo, y ese todo va lleno de amor desinteresado, de ahi que sea tan dificil interpretarlo.

    Un fuerte abrazo y un hermoso beso.

    Aurora

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  16. Aurora, algo así es lo que pienso de la vida con relación a nosotros. Como si fuera una rueda que da vueltas y que cada parte que roza con el suelo es un papel que vamos interpretando pero que cambia continuamente y que nos tenemos que adaptar a ese cambio o sucumbir arrollados. Un beso

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  17. Qué cosamás entrañable de entrada.Me gustaron tus palabras.Un saludo

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  18. Erato, te agradezco tus palabras y voy a visitarte para conocerte más y para comentar tus cosas. Un beso

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  19. Vaya entrada... me ha traido la emoción a esta tarde. Yo estoy empezando a ser padre ahora y quiero ser esa madre que describes para mi enano de seis meses. Qué bien lo escribes todo, maestro.

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  20. Fran, estoy seguro que lo eres. No es un examen que tenga que pasar ante nadie. Es una actitud que surge de dentro y es evidente que está en ti. Disfrútala y súfrela todo lo que puedas porque sin duda se trata de las facultades más profundas que podemos experimentar. Un abrazo.

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