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domingo, 20 de junio de 2010

TODAVÍA SIGO AQUÍ.-



Todavía sigo aquí, plantado, como un árbol,
luciendo cara al viento
- definición precisa,
carnet diferencial inconfundible -,
estos ramajes de miseria,
sucumbiendo, a fin de cuentas,
en el profundo entramado de raíces
que, inevitablemente,
acceden a la vida en la medida que se alejan de mis manos.

Es cierto. Todavía sigo aquí, como un cristal,
como una espina viva,
doloroso puñal de trasparencia;
alzado, suspendido, ingrávido de luz,
buscando como un loco un espacio de sombra:
de reposo, de consuelo,
para lamer recuerdos como heridas.
Sólo, entonces, cupieran otros mundos en mi mente-laberinto,
nuevos focos de luz,
simientes de futuro.

No lo puedo negar. Todavía sigo aquí y estoy temblando.
Conozco al enemigo como si se tratara de mi hermano:
sus ojos luminosos que miran como el hielo,
cuchillos que amenazan, los dedos de sus manos,
su engañosa sonrisa que oculta lo que busca
bajo una ambigua máscara de falsa mansedumbre.

Desde aquí siento el miedo incrustado como un clavo
porque adivino el gesto implícito
que acecha imperturbable tras la esquina
esperando el instante preciso, el punto justo,
la exacta coyuntura,
capaz de hacer mortal el zarpazo homicida.

Desde esta altura vaga,
apenas transformado en ilusión de hoja
- fragilidad de cuerpo, verde sombra de vida-,
como si se tratara de la peste,
mis atributos me abandonan en dirección desconocida.
Estoy, por tanto, completamente inválido,
suspendido en el vacío
y a pecho descubierto,
con toda la silueta a contraluz.

¡Es la hora fatídica del árbitro asesino!.

13 comentarios:

  1. Y seguirás aquí hasta que el destino, o como se le quiera llamar lo disponga, para beneplácito nuestro y de los que te aman.
    Un abrazo, escribes con el alma.

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  2. Antonio, preciosos como siempre tus versos.
    Un abrazo grande amigo.

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  3. Sólo me queda quitarme el sombrero Antonio. Qué grato es encontrar personas como tú, que hacen que las letras se conviertan de pronto como por arte de magia, en un largo paseo por el subconsciente...

    Es un placer leerte.

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  4. Hola Antonio, gracias por ser seguidor de mi querido blog , y desde este momento también lo soy yo de tu estupendo blog.

    Un hermoso poema ,muy profundo, es un canto a la vida y a la muerte en si mismo.

    Un cordial abrazo de MA para ti.

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  5. de antemano muchas gracias por ser seguidor de mi humilde blog.
    Me encantado lo que he encontrado en el tuyo.
    saludos desde chile!!

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  6. Taty, es verdad que escribo con el alma. Es como si uno tuviera necesidad de sentirse completamente desnudo y permitir que salga toda lo que pueda haber dentro. Luego, es cierto, sí que se procura que las palabras que definan eso que sale, tengan cierta armonía y puedan ser gratas para quien lo lee. Un beso.
    Printova. Gracias por tus palabras de aliento, cosa que siempre se necesita. Recojo tu abrazo con gusto y me alegro que me visites. Yo haré lo mismo. Un beso.
    Eva, no te quites el sombrero que estás más guapa con él puerto.- Es broma. Te agradezco tus palabras y es verdad que hay zonas de nuestro cerebro que no controlamos de manera lógica y hay que dejar ir a la palabra para que nos diga algo de lo desconocido. Un beso.
    Ma, es que entiendo que la labor de intercambio es de las mejores cosas de esta manera de relacionarnos. Es verdaderamente un canto a todo. Al final, todo resulta digno de ser cantado. Un beso
    Ximena, de lo último que he leido es a Rivera Letelier y a su desierto de Atacama, espacio que ya conocía por algunas canciones de Atahualpa Yupanqui y del insigne Pablo Neruda. Te seguiré, amiga. Un beso

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  7. Gracias amigo por tu visita y comentario dejado en mi querido blog, tu blog amigo.
    Encantada de pasar de nuevo por tu casa y leer tus poemas.

    Un abrazo de MA para ti paisano.

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  8. Me encanta que sigas aquí, ¡caray, que acabamos de conocerte!...

    Escribes maravillosamente bien... Me gustan tus versos, porque cada línea de tu escrito es un verso, me gustó ese lamer recuerdos como heridas, me gustó la música que elegiste para acompañar tus letras y me encanta esa fotografía de la mimosa... Lo que no entendí fue lo del árbitro... debo de estar tontica con esto del Mundial de fútbol... pero no lo entendí...

    Un fuerte abrazo.

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  9. Hermoso poema donde expones todos tus sentimientos, tus letras son como caricias para el alma, maravillosas letras.
    besitos para ti

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  10. Ma, Es que pienso que la interrelación es una forma de conocimiento de primer orden. A estas alturas de mi vida no estoy para perder el tiempo. Cuando me intereso por algo es de verdad y si no, pues paso a otra cosa sencillamente. Volveré a tu blog y agradezco tus palabras.
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    Mar, Aparte de agradecer tus halagos, te quiero hablar del árbitro que comentas y que no creo que sea el mundial el que te lo enturbia. Pienso que por encima o al margen de nuestro valores hay una lógica de la naturaleza, de la vida, de la evolución, o sabe dios de qué, que es la que nos trae y nos lleva y es la que de verdad manda en nosotros, sin que tengamos acceso a ella. Eso es lo que yo veo como árbitro. Un beso
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    ----------------------------------------------.
    Dejame un poema, gracias por tus palabras y me parece muy oportuno que tú veas o percibas caricias en unas palabras que creo que pueden ser hasta bruscas en algunos casos. Me gusta que puedan ser también caricias. Te visitaré. Un beso

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  11. Desde aquí siento el miedo incrustado como un clavo
    porque adivino el gesto implícito
    que acecha imperturbable tras la esquina
    esperando el instante preciso, el punto justo,
    la exacta coyuntura,
    capaz de hacer mortal el zarpazo homicida.
    FANTASTICA IMAGEN!!!!!!!!
    HA SIDO UN PLACER CONOCERTE. TU BLOG, LA POESÍA,LA MUSICA, TODO, ES EXCELENTE
    VOLVERÉ
    BEATRIZ

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  12. Aquí seguimos todos, con el enemigo dentro, a la espera del zarpazo; describes duramente esa realidad con versos muy bellos. Un saludo.

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  13. El vivir es estar expuesto y plantamos cara a los enemigos interiores y exteriores. Tus palabras los nombran con maestría y cadencia exquisita en este hermoso poema.
    Un placer conocerte, Antonio. Por aquí me quedo.

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