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domingo, 23 de febrero de 2025

LA DUDA ES BELLA

 

         Este tiempo que se está instalando en el mundo desde el 20 de Enero está poniendo a parir el fondo de las ideologías y las incertidumbres que se veían venir desde lejos arramblan con todo el descaro y hasta con cinismo desafiante. No por mucho madrugar, amanece más temprano. Vísteme despacio, que tengo prisa. Los procesos no son blancos ni negros, sino cualquier matiz de gris de los miles posibles. Estas sentencias tienen siglos de historia y han valido, en multitud de ocasiones para afrontar situaciones complejas de las muchas que la evolución de la convivencia nos ha venido planteando. Nunca hemos creído en soluciones de hoy para mañana ante cualquier interrogante, del tipo que sea, y sabemos por la historia que los conflictos, ni se producen de un día para otro, ni se resuelven de un  día para otro. Evolucionan en una dirección o en otra con el esfuerzo y el trabajo de mucha gente. Y de toda la vida hemos aprendido a desconfiar de las mentes iluminadas que, ofrecen soluciones simples a problemas que no son simples. Así, para abrir boca, conviene decir lo que antecede para mirar, con todo el escepticismo del mundo, lo que nos está pasando en el último mes.



         Cualquiera que quiera creerse que en horas 24 se pueden firmar decretos ejecutivos a tutti plen y con una enrevesada firma, las problemáticas pendientes van a quedar resueltas, está en todo su derecho de hacerlo pero, sencillamente, se está equivocando. Es cierto que se crean situaciones bastante vistosas, incluso puede que alguna hasta deslumbrante, pero no se ganó Zamora en  una hora y sabemos de sobra que las encrucijadas peligrosas a las que hemos llegado han sido producto de muchas decisiones equivocadas y las posibles soluciones que nos puedan llevar a resolver los graves problemas que arrastramos, no van a entrar en vías de solución ni con la firma de dios padre, mucho menos con la más brillante propuesta de cualquiera de sus hijos, por más rubios y listos que sean. No. No es así cómo se resuelven los entuertos a los que hemos llegado.



         Todo en esta vida es susceptible de cambiar, lo mismo a peor que a mejor. No hay que desesperar, por tanto, ni dejar camino viejo para tomar por trocha, por más deslumbrante y cautivadora que nos parezca. Los cambios en profundidad requieren, sobre todo, frío y paciencia, enormes dosis de paciencia. Hay que templar muy bien los nervios y adoptar las medidas que se vayan considerando idóneas para cambiar los rumbos torcidos, pero con todo el tiento del mundo.  El riesgo de meter la pata está siempre presente y la posibilidad de volver atrás debemos tenerla al alcance de la mano, si hemos cometido cualquier error, cosa perfectamente posible en cualquier momento. Toda esta complejidad procedimental, por más desesperante que parezca, no puede paralizarnos. Al contrario. La certeza de que estamos en el camino adecuado  es la de andar sin descanso, sabiendo que el camino pendiente es infinito, como la vida misma, y que la desesperación es la que no nos conduce por el camino adecuado. Valgan estas incipientes reflexiones para aprender, que es lo que tod


os necesitamos siempre mientras, pasito a paso, vamos abriendo camino al andar.


         La acumulación de dudas pueden llevarnos a la desesperante inoperancia y conviene tenerlo en cuenta, pero la creencia en  las soluciones mágicas, de la noche a la mañana o con una firma maravillosa es la certeza de que ese no es el camino. Tantas veces, a lo largo de la historia hemos creído encontrar el Vellocino de oro, para llegar tenerlo en las manos y constatar, una y otra vez, que todo era humo. La democracia es frágil porque es valiosa y requiere la participación de todos. Los cuatro iluminados que en cualquier momento han creído saber más que nadie, tampoco ha sido nuevos. A algunos hasta los hemos conocido y, durante algún tiempo nos han podido deslumbrar, pero tenemos sobradas experiencias de que el declive de sus fuegos artificiales va dentro de sus soflamas mágicas, que no son más que chispazos, que lo mismo que llegan se van, y todos nos quedamos con cara de tontos, con la responsabilidad de tener que volver a empezar, una vez más.   


    

2 comentarios:

  1. Hola, amigo.
    Buenos días.
    Siempre es un placer leerte...
    Estoy tan asqueada de todo, que no tendría refranes diferentes.
    Qué puedo decir que no sea una reiteraciones?
    Y no sólo por nuestra actualidad...
    Que recuerde, llevamos así toda la vida.
    O por pitos o por flautas.
    Y la esperanza deja de tener sentido.
    Un enorme abrazo hasta tí.

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  2. Hola, amigo.
    Buenos días.
    Siempre es un placer leerte...
    Estoy tan asqueada de todo, que no tendría refranes suficientes.
    ¿Qué puedo decir que no sea una reiteración?
    Y no sólo por nuestra actualidad... Insufrible.
    Que recuerde, llevamos así toda la vida.
    O por pitos o por flautas, siempre hemos estado con el alma en vilo. Y harta.
    La esperanza deja de tener sentido.
    Un enorme abrazo hasta tí.

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