No sé
si este es el momento pero si no lo es, no cabe duda que vamos de cabeza a su
encuentro. Es el viejo truco de confundir la gimnasia con la magnesia. Un día
descubrimos el valor de viajar y a los pocos siglos nos encontramos con que hemos hecho de la industria del viajar la
primera empresa. Claro que no es exactamente lo mismo porque nos importa un
pito las razones que cada uno tenga para desplazarse de un lugar a otro. Lo que
verdaderamente nos importa es dejar sus bolsillos tiritando. Después, ya pueden
seguir sus vidas como quieran. Hemos llegado a lo que llamamos EL TURISMO DE
BORRACHERA. Vienen, se pasan todo un fin de semana como cubas y después vuelven
a sus casas con el bolsillo vacíos y nosotros tan panchos. Hemos transformado
la idea del viaje en un producto comercial de primer orden, en un regalo más.
Parece
ridículo traer a colación una vez más la secuencia del abuelo que llega a la casa
del nieto con una caja y dentro un regalo carísimo para que el nieto se dé cuenta
de cuánto lo quiere. Se saca el regalo de la caja y mientras toda la familia se
vuelca en alabanzas sobre el buen gusto del abuelo, el pequeño se lo pasa pipa
jugando con la caja que envolvía el maravilloso regalo al que apenas si ha
mirado. Pero no creo que nadie se dedique a leer lo que pasa en una secuencia
de este calibre. Sería tanto como permitir que se nos cayera la cara de vergüenza
y comprobar lo bajos que hemos caído en un aspecto más de las relaciones
familiares en las que el sentido del obsequio en el que importaba la
profundidad de lo regalado como una muestra más del amor que le profesamos a la
persona regalada, todo se ha quedado a fin de cuentas en una transacción
comercial como otra cualquiera en la que el regalo se dosifica para que esté en
proporción con el que la persona regalada nos tendrá que hacer cuando llegue el
momento.
Nos va
haciendo falta un buen fregado mental hasta encontrar el verdadero sentido de
las causas que nos motivan a actuar de una manera, en el tema de los regalos
como en cualquiera de los otros aspectos esenciales de las relaciones humanas, hasta
que encontremos el verdadero camino y nos convirtamos en los seres limpios de
corazón que un día debimos ser, aunque en este momento sea francamente
complicado encontrar la limpieza de intenciones en medio de tanta hojarasca
como hemos llegado a meter entre unos y otros. Conseguimos fácilmente atiborrar
a los pequeños de cosas cuando ellos en realidad lo que más necesitan no son
cosas. Recuerdo hace años el empeño por conseguir que dispusieran de una
habitación para ellos como signo de independencia y de progreso y la decepción
de ver cuando la tuvieron que los niños dejaban su preciosa habitación y
seguían viniendo detrás de nosotros.
Es a
nosotros a quien buscan, a quien necesitan y es a nosotros a quienes
necesitamos todos. Parece como si estuviéramos huyendo siempre y tratando de
delegar en las cosas que nos intercambiamos las trasmisiones afectivas que la
vida nos reclama, pero son maneras de huir que articulamos para no ver lo que
tenemos desde el principio delante de los ojos. Lo que vale no son las cosas
sino nosotros y es nuestra necesidad de unos con otros lo único que puede
saciar nuestra sed de relación. Por más que lo intentemos y por más dinero que
invirtamos en ello, creo que nadie va a lograr sustituir el original por la
copia, por mucho que nos esmeremos en ofrecer una copia vistosa. Sé que parezco
un poco cenizo porque tendría que estar cantando villancicos y hablando de
felicidad pero entiendo que puede ser útil para alguien el que nos demos cuenta
de que lo que tenemos debajo de los pies es la tierra, que de ella salimos y
que a ella volveremos. Un beso para cada uno.
Un abrazo, querido Antonio, un abrazo que se da cuando uno se da cuenta que lo que dijo el amigo o contendor está de acuerdo con uno. Es que se perdió el Niño Jesús y apareció el terrible Viejo Mercader, digo Pascuero. Y se dio vuelta todo.
ResponderEliminarQue tengas un año con buena salud.
Sin duda nos va haciendo falta ese fregado, y no solo con los niños.
ResponderEliminarHemos permitido que lo comercial robase el espíritu de todo, y lo estamos pagando a plazos o sufriendo si no podemos adquirirlo.
Un abrazo y felices fiestas!!
No le demos vueltecicas: aquí, en consumusmo, regalos, despilfarro, frugalidad, cordura, acierto y errores, todo depende de lo que uno decida por y para sí mismo. Y fuera historias y que si examen de conciencias,análisis de situación.
ResponderEliminarCreo humildemente que jamás he claudicado ante esta especie de señuelo 'gratuito' de los niñosjesusespapásnoeles', o reyes sin reino...
En fin, en definitiva, esto son invenciones a cinco voces mixtas, armonizadas en auténtico guirigay
Besos
No me parece fácil decirlo más claro y con menos palabras. Lo que pasa es que, a mí por ejemplo, me desespera tanta insistencia y tanta porfía, que indica que en alguna medida les debe compensar el martilleo. Un beso clarividente
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