Nuestro
compañero Manuel Ángel me pide que diga algo sobre el Partido Andalucista que hace unos días se ha reunido para decidir
su disolución después de más de cuarenta años de presencia en la vida pública
andaluza y española. Cuando todavía se llamaba PSA, Partido Socialista de
Andalucía llegó a tener grupo parlamentario propio de cinco diputados en el
Congreso y en las primeras elecciones municipales en Abril de 1979 accedió a
las alcaldías de Granada y de Huelva en virtud del pacto de la izquierda: PSOE,
PSA Y PCE, que cedió al PSOE a cambio de obtener la de Sevilla, que no había
obtenido en las urnas y que le supuso un cataclismo interno y la posterior
sangría de militantes. Bandazos de este tipo ha vivido algunos más y la gente
ha terminado por darle la espalda y quitarle su apoyo.
Para
nosotros en Granada tuvo dos personas providenciales, Arturo González Arcas,
cabeza de lista y alcalde electo y Conchita Fernández Píñar con quienes pudimos
iniciar nuestra andadura educativa que nos llevó a crear con apoyo de toda la
izquierda encabezada por ellos un Patronato Municipal de Educación Infantil que
nos ha supuesto ofrecer a Granada una estructura pública de calidad a través de
cuatro escuelas infantiles en cuatro barrios y una sede técnica y administrativa
en el centro que llevan desde 1980 ofreciendo a Granada unos servicios educativos
de 0 a 6 años que son testimonio de
calidad, de amor a la escuela pública y, todo hay que decirlo, con muy escasa
rentabilidad política porque a los distintos poderes no parece haberles
importado demasiado aprovechar el enorme capital de una iniciativa de tanto
calado y sostenida en el tiempo como un monumento vivo, uno más de los muchos
que alberga Granada que la sitúan en el
mapa educativo nacional e internacional.
Arturo
y Conchita actuaron en su momento como puntas de lanza políticas para convencer
a su partido, PSA y a toda la izquierda después, de que había que apoyar una
iniciativa semejante que le fue presentada por un importante colectivo
ciudadano, que la había tomado de Barcelona que la venía practicando desde
1974, con Franco vivo todavía y que a su vez la había importado de Italia,
concretamente de Regio Emilia. Nacimos un poco a ciegas como casi todo lo que
nace pero con una firme voluntad de vivir. Hoy, después de mil vicisitudes en
el camino, lo que nació entonces con un mar de incertidumbres es una sólida
empresa municipal de unos ochenta trabajadores, que se ha ganado un espacio
propio en la estructura de la ciudad y
que aporta niveles de bienestar envidiables a cuatrocientos pequeños de menos
de 6 años cada curso. Ahora se llama Fundación Granada Educa y, afortunadamente
para todos ya forma parte de la historia de esta ciudad que tanto sabe de
historia.
En
honor a la verdad hay que reconocer también la labor del tantos años de alcalde
de Antonio Jara Andreu que, una vez que Arturo y Conchita desaparecieron del
mapa político por desacuerdo con los pasteleos de su partido, tomó la antorcha
del proyecto y la mantuvo encendida por encima de las dudas que nunca faltaron
sobre la conveniencia o no de mantener semejante proyecto soportado por el
municipio cuando en sentido estricto no era una de las obligaciones en sentido
estricto sino que más bien se trataba de un pronunciamiento político. La derecha
siempre tuvo dudas y en algunos momentos
hasta intentó su desaparición de muchas maneras, si bien hasta el momento lo
mantiene a pesar de que cuenta con mayoría suficiente para adoptar la decisión
que estime oportuna. El Partido Socialista también ha mostrado muchas dudas a
lo largo del tiempo, pero personas como Antonio Jara han apoyado con fuerza y
han permitido que esta iniciativa que considero ejemplar enraíce en la ciudad y
hoy forme parte de su memoria colectiva.
En
algún momento en que tuve el honor de ostentar su gerencia, 1989 a 1992, hasta
tuvimos el atrevimiento de coordinar la estructura pública educativa de la
ciudad con objeto de unificar los esfuerzos y dar más coherencia a los
servicios pero el intento parecía demasiado arriesgado y tuvimos que volver a
nuestros cuarteles por falta de fuerzas.
Excelente información, que pone las cosas en su sitio...
ResponderEliminarSaludos
Efectivamente, como dice Mark, es bueno poner las cosas en su sitio.
ResponderEliminarNo venimos de la nada, y es bueno reconocer a la gente que apostó por la educación infantil en un momento y en un lugar en que hubiera sido fácil mirar para otro lado.
Tú nombras también a Antonio Jara, que fue el alcalde que facilitó todo el proceso y permitió que echara a andar.
Yo quiero añadir a otra persona, Juan Mata, entonces concejal del PCE y siempre profesor de la escuela de magisterio, entusiasmado con nuestro quehacer profesional, al que ha contribuido con sus sabias palabras.
Aquel ayuntamiento democrático también contó con un personaje entrañable, Juan Tapia, que después del largo paréntesis de la dictadura, volvió a ocupar el puesto de concejal que ya tuvo en la república. Su cariño por nuestras escuelas tuvo momentos deliciosos, como cuando te mandó a Duende el camión de los bomberos para resolver un problema de abastecimiento y de paso montar a los niños.
Acepto de buen grado los dos nombres que propones y estoy de acuerdo con tus argumentos. Estoy seguro que tendríamos que incluir muchos más pero el olvido es cruel o el espacio no da para más. De todas formas no me resisto, ya que tú añades dos nombres, a incluir el que considero que ha sido nuesatro verdadero sostén y el principal impulso para seguir progresando y no dormirnos en los laureles. Las familias. Nunca lesa podremos agradecer todo lo que nos han dado, aparte de sus hijos para compartir su tiempo con nosotros. Su ánimo. Un abrazo
EliminarTan importantes son las familias, que creo que fue determinante en el proceso que Arturo González Arcas ya hubiera sido padre de Arlequín antes de llegar al ayuntamiento, y por lo tanto sabía de qué tipo de educación infantil estábamos hablando.
EliminarMe pase a saludar.
ResponderEliminaral final, quedad con la obra perfectamente consolidada, desecha las sombras,
ResponderEliminarlas dudas, los vapuleos políticos y aun los sociales. Y, ves, ni los pastaleos son de utilidad cuando el trabajo firme se impone para pasar dignamente a la historia.
Así que, ¡entalto Granada Educa, entalto!!!!
bss
ResponderEliminarMuchas gracias ANTONIO, de este asunto no te digo nada porque nada sé, pero charlaremos de otros... por su puesto, un placer!
A PILARA le dejo tb un besito, al fin y al cabo gracias a ella -si recuerdo como se vuelve aquí- jaja charlaremos ;)
He venido por primera vez a su blog. Me gusta, tanto en su diseño como en lo que escribes. Me apunté como seguidor suyo y lo invito a que venga a mi blog, se apunte de seguidor para quedar enlazados y seguirnos comunicando.
ResponderEliminar