La
estructura del conocimiento es algo que no se renueva de un día para otro.
Tampoco la forma de trasmitirlo. No quiero decir que el tiempo no cambie y, con
su paso, la cantidad de conocimientos que se conocen y las formas mismas, tanto
tecnológicas como humanísticas en que se deben trasmitir. Todo va cambiando y
cada vez a más velocidad, pero los protagonistas del aprendizaje, que son los
pequeños, siguen teniendo la edad que tienen, los primeros años de vida y eso
implica que hay que servirles el conocimiento a su alcance para que sean
capaces de interiorizarlo.
Como
primer plato, la semana pasada nos centramos en el cuerpo y con el conocimiento
de cada una de las partes conseguimos que los pequeños se conocieran un poco
mejor, valoraran las posibilidades de sus miembros y se tocaran ellos y a sus
compañeros para interiorizar que el cuerpo es una unidad que nos sirve para
explorarnos y desarrollarnos y a la vez una invitación al conocimiento y a la
relación con los demás, lo que nos permite entender que formamos parte de un
mundo del que al mismo tiempo forman parte otras muchas personas como nosotros,
capaces de reír y de llorar por las mismas razones por las que nosotros reímos
o lloramos y con las que tenemos que vivir y a las que tenemos que respetar
para exigir de ellos también el respeto que nos merecemos. Estos conocimientos
tan simples resultan ser extremadamente profundos y sin embargo son accesibles
con la práctica de ser aceptados desde las edades más tempranas. No hace falta
que expliquemos estas cosas porque los
pequeños no entenderían el lenguaje hablado, pero si lo hacemos presente
acariciándonos, oliéndonos…, estos sentidos hacen que el mensaje les llegue.
Cada
curso se empieza con estas temáticas y
da una vuelta de tuerca. Es lo que llamamos el aprendizaje cíclico a través del
que los temas esenciales de la vida están presentes en cada programa. Sin
abandonar el cuerpo, que siempre está presente tanto si nos detenemos en él
como si no, ampliamos un punto el ámbito y nos encontramos con un espacio en el
que se desenvuelve nuestra vida, tanto en la escuela como en nuestra casa.
Muchas nociones parecen obvias y cuando se comentan uno tiende a pensar que
casi podríamos pasar por encima de ellas pero hay que pararse, nombrarlas y
ponerlas en práctica para que su conocimiento alcance el ámbito y la hondura
precisa. Un día es imprescindible coger al grupo de niños y llevarlos de
excursión por cada uno de los departamentos de la escuela, presentar a todos
los compañeros y a las personas responsables de los grupos. En las casas,
aunque no pueda ser en grupo, conviene hacerlo del mismo modo. Puede parecer
una simpleza pero es que nadie nace sabiendo y los ámbitos en los que vivimos
no los conocemos por ciencia infusa sino acercándonos a ellos, hablando de las
particularidades de cada uno y dialogando las diferencias entre unos y otros.
Aparte de una función instructiva, los pequeños asumen una lección más profunda
y es la de que todos esos espacios y personas tan diferenciadas forman parte de
su vida, le afectan en alguna medida.
Me
consta que hay personas, nuestro amigo Manuel es un buen ejemplo, que con estas
nociones son capaces, por ejemplo, de ponerse en contacto con el Colegio de
Arquitectos para intercambiar opiniones y trabajar con los pequeños los planos
de sus casas y conseguir, incluso, que cada uno elabore una maqueta de la suya
y se pueda exponer en alguna sala del propio Colegio de Arquitectos como hicieron
ellos. Significa una lección de este tipo que los más complejos aprendizajes
tecnológicos se encuentran al alcance de los pequeños, siempre que seamos
capaces de valorar sus posibilidades y de poner a su alcance los medios
apropiados para que ellos accedan desde
sus propias capacidades. Creo que en su momento dimos noticia del evento pero
lo que importa no es dar noticia sino que verdaderamente los pequeños, como
sucedió con los de su grupo, se sientan protagonistas de sus propios
aprendizajes y los maestros y la estructura escolar se pongan verdaderamente a
su servicio para que esto suceda.
¡ Los ciclos...!
ResponderEliminarlo que va y viene y aun lo que es ida sin retorno!
Feliz conocimiento , feliz experiencia, felicísima labor educativa y, cómo no, feliz amparo de la Excelsa patrona, mi Virgen del Pilar!
un VIVA para Ella
abrazos
Un magnífico sistema de paulatina formación....
ResponderEliminarUn cordial saludo
Gracias por las referencias que vas haciendo a mi trabajo.
ResponderEliminarAntes de llegar al párrafo donde me nombras, ya había pensado que en mi comentario de esta semana tenía que contar que, precisamente en ese trabajo de conocer las diferentes estancias de la escuela, estamos en mitad de un proceso en el que cada uno de los cinco equipos en que se organiza mi grupo de cuatro años, está llevando a cabo una maqueta de una de las cinco aulas de la escuela. Para ello hemos visto las maestras que hay en ellas, los hermanos que tienen en cada una, y en cuáles de ellas han desarrollado su historia escolar. De ahí surgió un debate sobre qué aulas eran más grandes, debate que se resolvió midiendo las aulas con niños y aplicando la escala un niño:un playmóbil para poder comparar las superficies sobre el plano. Y ya que teníamos los planos, empezar a subir paredes y abrir puertas y ventanas fue todo seguido. Cada equipo decide los materiales que usa y tenemos paredes de barro, de cartón, de madera, de plástico... y todavía no sé cómo acabará este proyecto de trabajo, pues ellos son los que tienen que decidir cuándo se termina. Sea cual sea el resultado, con esta actividad estamos desarrollando el aprendizaje que Antonio propugna en su entrada cuando dice: "los ámbitos en los que vivimos no los conocemos por ciencia infusa sino acercándonos a ellos, hablando de las particularidades de cada uno y dialogando las diferencias entre unos y otros. Aparte de una función instructiva, los pequeños asumen una lección más profunda y es la de que todos esos espacios y personas tan diferenciadas forman parte de su vida, le afectan en alguna medida."
Vaya perorata que te ha salido, amigo. Me siento privilegiado por el hecho de que a mi reflexión, necesariamente teórica porque en este momento yo no tengo un grupo de niños entre manos, vaya acompañada con estde testimonio tuyo de palpitante actualidad porque está pasando hoy mismo y que creo que aporta la raiz que necesita cada cosa para hacerla completamente creible. Una vez mas, mi agradecimiento y mi confianza en que quien lea esto, interprete que dentro hay verdad y honestidad y, sobre todo, respeto y confianza en los más pequeños. Un abrazo
Eliminar