En la
escuela pública va a ser el miércoles el primer día del curso 2014 – 15. Serán
los de infantil y primaria los que abran el fuego y una vez más tendremos que
presenciar los llantos y alaridos de los que no entenderán por qué deben
separarse de sus familias y entrar en los recintos escolares a una hora
determinada y enfrentarse a unos espacios que no conocen y a unas personas que
apenas si han visto alguna vez. Me centro en el comienzo del curso por
encontrar un punto determinante. Mucho peor aun es la entrada en los centros
infantiles de los más pequeños en donde se pueden producir situaciones
parecidas pero con más dramatismo porque los nuevos alumnos entienden menos aun
lo que le pasa.
Estoy
seguro que lo hemos explicado en alguna otra ocasión pero no me siento pesado
si decido que el tema debe salir otra vez con motivo del comienzo del nuevo
curso. Una mala experiencia el primer día de clase va a significar como un sello
indeleble que se les va a grabar en la mente de los pequeños y que ya nadie
podrá quitar. Con el tiempo se podrá reconvertir la sensación y hacer que la
escuela vuelva a significar algo positivo para ellos, pero tendrá que ser después
de la primera impresión negativa que será la primera que se le venga a la
mente. Es lo peor de las cosas que nos pasan; que una vez que las vivimos ya no
podemos haberlas dejado de vivir. Esta del comienzo de la escolaridad es
perfectamente extrapolable a cualquiera otra de las primeras posibles. Por eso
tiene importancia dedicar esfuerzo a pensar en la primera experiencia para
hacer que su resultado sea lo más positivo posible. Y cuantos más pequeños sean quienes lo vivan, más
profundas y duraderas serán las repercusiones.
La
propuesta en positivo consiste en asumir que el cambio de la vida en familia a
la estructura escolar tiene más profundidad por ejemplo que cuando salimos del
ambiente familiar para independizarnos.
Significa pasar de los brazos que nos han acogido en exclusiva desde que
nacimos y para los que hemos sido el foco del afecto en exclusiva a formar parte
de un grupo de personas más o menos como nosotros y todas al cuidado de un
profesional que ha de distribuir su afecto y su cuidado porque todos no podemos
ser atendidos al mismo tiempo y con la particular intensidad a que veníamos acostumbrados. Es fundamental
que los pequeños hayan visto con sus familiares el espacio al que van a
asistir, que conozcan a la persona que los va a acoger y sería fundamental que
en el momento de la acogida tuvieran una entrada individual para que el trato
fuera específico durante algún tiempo. Ya se sabe que la realidad tendrá que
imponerse y habrá que terminar asumiendo que el crecimiento tiene sus precios y
el de pasar de las atenciones individualizadas al aprendizaje de la vida en
grupo es uno de ellos y no fácil precisamente pero hay maneras y maneras de que
esas experiencias se produzcan.
Cuando
estos días pasados hemos visto a personas adultas tirando de pequeños para
esconderlos de las bombas que caían hemos podido contemplar las caras de espanto
de los pequeños, propias de quienes no entienden lo que les está pasando pero
sí saben que no es bueno para ellos. Pues si nos fijamos en los primeros días
de clase no van a faltar imágenes parecidas. No estoy diciendo que el peligro
sea el mismo afortunadamente, pero sí que el nivel de ignorancia sobre lo que
les está pasando se parece. No es fácil, ya lo sé. No siempre se dispone del
tiempo suficiente, ni de la paciencia imprescindible, muchas veces ni de los
espacios adecuados pero no me voy a cansar de insistir en la importancia de la
primera experiencia en todo el desarrollo posterior y en que merece la pena
invertir esfuerzos por parte de la familia y por parte de la estructura escolar
para lograr que la entrada sea lo menos traumática posible y, si puede ser
grata, mucho mejor. No es un momento cualquiera y tenemos que saberlo y actuar
en consecuencia.
Creo que el traer niños al mundo es una gran responsabilidad.
ResponderEliminarAsi que considero que se debe tener tiempo para dedicarles, cualquiera sea el motivo
Saludos y buena semana, por aca nos estamos acercando a las vacaciones de primavera
Querido Antonio
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo contigo
Esa primera vez es sumamente importante y ojalá sea buena para todos los niños y niñas
El otro día una madre enfadada con su hijo pequeño por no portarse bien lo amenazaba diciéndole
Y cuidado con que en el colé me digan wue te portas mal no vuelvo a buscarte niña más te quedas en la escuela para siempre
Sentí un dolor inmenso menos mal wue El Niño hacia oídos sordos y seguía jugando con su pelota
La educación está en casa en todos los sentidos y ahí empieza el amor o terror a la escuela 😊
Te mando un fuerte abrazo y miles de besos 😘😘😘
¡ Volver a empezar !
ResponderEliminarSaludos
aquí se clavó con fuerza un 'cerrado por reformas' que
ResponderEliminarimpedirá el comienzo de curso en tiempo y día oficialmente establecido para toda la Comunidad (DGA).
Véase prensa y datos.
De modo que sí se van a suceder los llantos, clamores y 'alaridos' (es exagerado), mas no de los 800 alumnos que NO empezarán hasta el 30, y esto si las cosas van bien..., y no el día 10.
Como siempre, siempre desde que a la des-gobernación des-gobernante la Enseñanza Pública le es tema menor. Coyuntural, dicen, para callar bocas.
Por eso, estas fotos con niños y niñas uniformados privados felizmente caminando por las calles me resultan un tanto chocantes...Señor mío, qué país de contrastes, éste mío.
Anotación al margen: viva la Escuela Pública y viva la Educación integral en y desde la propia familia.
abrazo
Como todo pasa por la casa, como dice Aurora, una parte importante de nuestro trabajo de adaptación a la escuela pasa por las familias.
ResponderEliminarAntes de que un niño haya venido a la escuela, su familia ha tenido las posibilidades de participar en unas jornadas de puertas abiertas, de entrevistarse con la directora al confirmar la matrícula, de hablar de su niño con el tutor en la primera semana de septiembre y de participar en una reunión exclusiva de nuevas familias para hablar del período de adaptación.
El primer día de escuela, acompañan al niño durante buena parte de su estancia en el centro, y a partir de ahí inician un período de ampliación paulatina del horario escolar del niño.
En esas reuniones yo suelo comentarles a las nuevas familias dos cosas: La primera es que piensen lo que supondría (o ha supuesto ya en algunos casos) un cambio de trabajo o de domicilio, toda la incertidumbre que eso les plantea a ellos y contando con unos recursos de los que su hijo carece. Esto les ayuda a entender lo que está pasando por la cabeza de su hijo.
La segunda cosa que les digo es que admito que no se fíen de mí, que es normal que les cueste dejar a lo más tierno de su hogar en manos de un desconocido. Por eso ofrecemos todo tipo de posibilidades de encuentro en la entrada y la salida del aula, en entrevistas concertadas, en llamadas telefónicas o en mensajes electrónicos; todo con el fin de ir creando vínculos que permita establecer el clima de confianza que va a permitir la integración de su hijo en la vida escolar.
Yo sólo quería llamar la atención sobre el hecho del comienzo del curso y plantearlo como un hecho importante que los padres deben valorar como tal. Me alegro de que tu aportación sea más precisa y proponga el plan concreto que hay trazado para facilitar ese importante cambio de vida que se está produciendo con la entrada de los pequeños en la escuela y hacer que sean capaces, en la medida de lo posible, de ir interiorizando sin angustia lo que les pasa. Un nuevo abrazo y mi sincero agradecimiento
EliminarLo primero es decirte que me alegro de verte de nuevo cuando te suponía perdido en la excomunidad. Aunque sabía que aparecerías.
ResponderEliminarY como no con comienzo de curso. Y que para mi debió de ser de los traumáticos, porque me costaba un disgusto ir...siempre. ¿Ves como hacías falta?. Un abrazo amigo
Hola Antonio:
ResponderEliminarPobrecitos tan chiquitines, verlos con aquellas caritas el primer día ue se los deja en un sitio desconocido para ellos.
La guardería o escuela de párvulos tiene que ser un sitio alegre y acogedor.
En la guardería que trabaja mi nuera, hay un ambiente de alegría y felicidad.
La ventaja que tuvo mi nieta es que fue a la guardería muy chiquitina, pero con su madre.
Un abrazo desde Valencia, Montserrat
Antonio: mis felicitaciones por ese interesante articulo en donde explicas la importancia que tiene para los niños la 'primera vez que van al cole y que les puede marcar. Los padres, pienso, que deben ser conscientes de ello y colaborar al máximo con los educadores-profesores de sus hijos.
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