Esta
manía mía de mirar y de ver tanto lo que procede como lo que no, no sé si me
complica la vida pero sí me convierte en un mirón discursivo porque no solo me
lleva a ver cosas que no se comentan habitualmente sino a querer comentarlas
para que se conviertan en elementos de la realidad cotidiana, que no se pierdan en la desidia y en la
indiferencia de lo que se acepta como visión convencional. Me explicaré para no
liarme ni dar pie a que nadie se líe con tantos prolegómenos.
Cada
vez que voy a recoger a mi hija Elvira para traérmela a mi casa de Granada observo
que en la ancha acera donde vive con su madre hay losetas como en tantas otras
aceras pero me fijo que en los bordes surgen pequeños tallos de plantas que
manifiestan que por encima de todo el esfuerzo de cemento que un día hizo
aparecer esa urbanización está la vida vegetal que ha esperado el tiempo
preciso para que se haya abierto una ranura en el cemento y, cuando esto ha
sucedido, ha salido a la luz porque su semilla es la verdadera dueña de ese
espacio, por encima de todas las construcciones y de todos los cementos o como
constancia de que la vida está ahí siempre esperando para imponerse, por más
que intentemos oprimirla con artificios
tecnológicos y en cualquier momento va a encontrar el modo de manifestar quién
es el más fuerte en esta guerra. Estoy seguro que lo hemos visto en mil sitios:
en carreteras, en huecos de paredes, en empedrados de calles….
Parece
que este tema no tenga mucha relación con nuestro asunto de la educación de los
más pequeños pero para mí está directamente relacionado. En el conflicto de
Israel y Palestina he llegado a la
conclusión de que Israel ha demostrado con creces ser muy superior con su
armamento y con su capacidad bélica pero estoy convencido de que se encuentra
completamente perdido, sencillamente porque los palestinos cada día son más y,
por más muros que levante a su alrededor para protegerse de los que ellos
llaman terroristas o por más bombardeos que siembren de terror a sus enemigos,
sus enemigos cada día son más y ellos cada día son menos en proporción. En
Jerusalén esta desproporción se nota especialmente por la cercanía en que unos
y otros . Aquí es donde y veo el paralelismo y la razón para que me resulte
procedente sacar este tema. La vida no se puede imponer durante todo el tiempo.
La lógica de la vida permanece agazapada durante guerras en injusticias, parece
que la fuerza termina imponiéndose y forzando una lógica que no obedece al
transcurrir normal de los acontecimientos pero siempre hay un día, un momento,
una coyuntura en que la imposición baja la guardia y en ese momento la vida
termina imponiendo su lógica implacable y llamando al pan paz y al vino vino.
Lo
siento mucho por unos y por otros. Lo siento sobre todo por mí mismo que quiero
necesito ponerme a favor de unos o de
otros y jugar a la lógica maniquea de buenos y malos que tantas veces a lo largo de los
siglos nos ha dado muestras de su ineficacia y que tantas veces hemos decidido
no escuchar. No hay otra solución para este conflicto, como para cualquier conflicto, que la de asumir
que la vida es más fuerte que los ingenios que desplegamos para intentar destruirnos o para amargarnos la
vida cuando al final no hay otra salida que la de negociar y darnos cuenta que
estamos condenados a respetar los espacios de cada uno porque todos tenemos
derecho a vivir y lo vamos a terminar haciendo. Los judíos sefardíes, ironías
de la vida, de un momento a otro van a
terminar siendo ciudadanos españoles después de cinco siglos expulsados de su
patria, Sefarad, España. Eso sí que es lentitud en la justicia. Me alegro pese
a todo. Con los moriscos no es tan fácil porque no queda en ellos una prueba
patente como la del idioma en el caso de los sefardíes. Pero la vida se impone.
Cualquiera puede ver hoy cómo Granada se va llenando de musulmanes que se
establecen definitivamente y la vuelven a tomar pacíficamente como algo propio.
La vida siempre sale entre las grietas...y sigue creciendo!
ResponderEliminarSaludos
aquí dan premio a la generosidad a todo aquel que voluntariamente coopere en el servicio de jardinería de arrancar yerbas y yerbajos que crecen indiscriminadamente por las vías públicas...
ResponderEliminarquien más, quien menos cada cual se arranca las de su portal, que afean un montón sin restarles ápice de su poderío vital.
La vida crece. Y aun prolifera mientras no se la extermina.
Los países en liza no pierden el tiempo en estas consideraciones humanísticas poéticas. Y como siempre por desgracia medio mundo se alinea con una facción y otro medio mundo, con la alterna, aquí no sirven lucubraciones. Unos exponen sus vidas y otros las segarán. Y ya está. Sin circunloquios ni prolegómenos: Vida vs vidas!
Luego algún cineasta de pro idealizaba sobre cuán bello es vivir. "La vida es bella". Demasiado hermosa, Antonio.
Abrazo
Hola Antonio.
ResponderEliminarEn las cosas más sencillas, se puede encontrar la belleza, como la de esta plantita que brota entre la grieta.
Es muy triste lo que está pasando entre Palestina e Israel.
Ninguna guerra es santa, y no todos la quieren.
Y lo peor es para los niñ@s, estas inocentes criaturas que no entienden del rencor de los mayores.
Un abrazo desde esta calurosa Valencia.Ayer alcanzamos los 40º, Montserrat
ANTONIO
ResponderEliminarEl blog de la Abu cumpliendo 7 años en el espacio virtual.
Gracias por haber sido participe en estos años, acompañando al mismo y muchas de sus 1534 entradas
Mis deseos para quienes se acercaron, en distintos momentos y sentires, es que vuestro camino se vea iluminado por logros y proyectos realizados, que la Luz los acompañe en el diario transitar.
Gracias por siempre estar !!!!!!!!
Cariños
Abu