Probablemente estamos hablando de uno de los elementos más misteriosos y turbadores de cuantos nos rodean. Forma parte de nuestra cultura y muchos lo usamos como elemento cotidiano sin darnos cuenta de que estamos tratando con un objeto que seguramente es capaz de revolucionar nuestra vida. Para empezar y abrir boca quizá convenga decir que hay mundos y personas en las que el espejo no está presente en ningún momento. Estoy hablando del mundo de los monasterios en los que el espejo no existe o en mi hermano discapacitado, que es incapaz de mirarse al espejo teniéndolo como lo tiene en su cuarto de baño y a su alcance en todo momento. Pero es que, además, en pocos lugares se habla del espejo, de su importancia y de las consecuencias de su trato o de su ausencia en nuestra vida.
Con todo el atrevimiento del mundo nos vamos a adentrar en su mundo, aunque sea tanteando. Diremos que los niños se miran en el espejo en cuanto los ponemos delante de él, pero no se ven hasta, más o menos, los dieciocho meses. Al principio les pasa como los animales. Probar a poner un perro ante un espejo. O cualquier otro animal. Los loros, que no soportan vivir solos, se les pone un espejo para que se sientan acompañados porque no saben que lo que ven en el espejo es a ellos mismos y creen que es su compañía y se consuelan. El espejo del que hablamos hoy es aquel en el que aun no somos capaces de entender que somos nosotros mismos los que estamos reflejados en esa superficie que hay enfrente. Espero que seamos capaces de seguir hablando de este elemento turbador y desconcertante, capaz de alcanzar tan profundamente nuestros interiores y remover tántas cosas en nosotros.
Creo que es fundamental, antes que adentrarnos en sus interioridades, describir aspectos reales relacionados con el espejo para que, al menos, dispongamos de información, el mayor campo de información posible para saber de qué hablamos. Y es que hay cosas que a pesar de tenerlas tan cerca ni siquiera pensamos en ellas, bien por demasiado complicadas o sencillamente por insólitas. Nosotros nos miramos al espejo y decimos o pensamos que el reflejo que vemos es nosotros mismos. Sin embargo, ahí va un dato que supongo que todos hemos pensado alguna vez pero que probablemente lo dejamos ahí, sin profundizar en el enorme mundo de explicaciones que acumula: la imagen que vemos en el espejo está invertida, pero no invertida de lo de arriba abajo, no, sino en su simetría lateral, de manera que la mano derecha nuestra es la izquierda de la persona que nos mira. Por supuesto no es sólo la mano sino todo su eje: el ojo, el pie, el agujero de la nariz… en definitiva un simple fondo plateado que nos refleja es suficiente como para poner en solfa ante nosotros mismos quiénes somos y nuestra composición física.
Como es el primer día que tocamos el tema, espero que no sea el último aunque tengo que confesar que he encontrado muy poca literatura sobre el tema de los espejos y estoy convencido que es por su extrema dificultad de ahondar en su significado y consecuencias, me limitaré a avanzar que en todas nuestras aulas hemos procurado que exista un gran espejo de cristalina, que es muy dura para que no se rompa, a la altura de los niños y que eso es lo que yo promuevo, tanto en la Escuela como en la casa. Creo que es importante que cada uno tenga acceso a su propia imagen, la conozca y la domine. En otros artículos veremos más consecuencias. Baste por hoy.
Hola Antonio,otra vez cruzamos los caminos.Me has dejado impresionada al leerte.Nunca me habia parado a pensar que es asi,que es al contrario de lo que vemos.No sé como se te ha podido ocurrir,pero es genial.Procuraré seguirte para enterarme de algo que todos usamos y (que al menos yo nunca me habia hecho esta reflexión).Besos de luz y paz.
ResponderEliminarHola querido Antonio ! como siempre con temas tan profundos e interesantes donde los niños son los principales protagonista- esta vez el espejo se deja ver :) sabes? tengo espejos por todos lados, me encantan !!! ni nieta los adora, y los adoraba mi hija. Que dice el espejo?
ResponderEliminarA veces nos dice cosas lindas, buenas, hermosas, otra la cara que tenemos no es muchos amigos :) y si somos sinceros con el espejo tenemos que procurar cambiar la imagen para vernos mejor de lo que a veces nos vemos, el espejo no miente, a veces refleja nuestro interior mejor que nadie.
Es importante que los niños tengan un espejo cerca desde niños, se miren, se rían, se diviertan, se vean inclujso llorar en èl, es una manera muy divertida de verse a si mismo. Mi nieta cuando pequeñita, cuando se empezaba a mirar al espejo, se tocaba, se reía, y siempre corría a verse ( tenemos uno en todo el pasillo de arriba abajo, donde ella siempre se mira y baila junto a èl-
En fin, Antonio empiezo a hablar y no paro :) es que tu eres la mar de interesante con tus temas y me encantan, empezaría hablar y tendrías que pararme :)
Te dejo un beso grandote y un fuerte, fuerte abrazo- mirandome al espejo te mando un beso màs ( me gusta ver como vuela hacia ti :)
Muak
Aurora
Ahora si que sonrio con ganas, Antonio.
ResponderEliminarSe lo podrías decir a mi papá que un día me tapó los espejos (lo conté una vez en mi blog), es que lo mío era demasiado, me miraba hasta en los cristales del metro ja, ja...
Y aún ahora me gusta mirarme al espejo.
Pero bueno, a las anoréxicas, no les va bien el espejo, porque se ven gordas.
Ahora me acuerdo de los espejos del Tibidado de Barcelona.
¡Que gracia, en unos nos veíamos gordas, en otros altas y delgadas!
Es cierto que a los periquitos y loros a veces se les pone un espejito.
¡Un abrazo y enhorabuena por este blog!, Montserrat
¡Que bien!, ya puedo comentarte por aquí.
ResponderEliminarCiertamente es un tema interesante el que estás abordando.
Considero que el espejo (entre otras cosas), es muy importante para integrar la imagen corporal del si mismo.
Me quedo a la expectativa de la continuidad a esta entrada.
Un abrazo.
Mercedes.
Me ha encantado esta exposición tan real, por el hecho físico de la reflexión de la luz, las imágenes, las inversiones, etc. como la metáfora en que podemos convertirlo, sin más que asimilarlo a nuestras propias vidas: Las que cada cual vive y las que cada cual muestra para que los demás ajusten su visión.
ResponderEliminarBuena, buena entrada.
Más de una vez me da por pensar en que en realidad nadie puede verse realmente a sí mismo si no es filtrada su imagen a través de un objeto reflectante. Por ejemplo la superficie límpida de agua.
¿Sabes que ya los primeros homínidos descubrieron con horror la existencia de los espejos?
Misterio, misterio, misterio
Y un abrazo, disertador de verdades como puños