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domingo, 5 de mayo de 2024

PUENTES

          Así, a bote pronto, se me vienen a la mente un par de puentes al año: el 6 de diciembre se conmemora la Constitución y es fiesta civil. Pero apenas salimos de ella y se nos echa encima el día 8, fiesta religiosa de la Inmaculada. Ya sé que diciembre queda lejos pero me viene a cuento porque hoy termina un segundo puente que empezó el miércoles con el 1 de Mayo, fiesta universal del Trabajo, también de carácter civil y continúa con el día 3, viernes, con las Cruces, de carácter religioso, que, además se une con el fin de semana, que hoy, por fin,  cumple. Total, 5 días de farra y alegría que ha debido dar fin a cualquier tonel de cerveza, vino o similar que tuviera material alcohólico previsto para celebrar tan magno acontecimiento. Estará digno de ver que mañana alguien vaya echando un vistazo a quienes estén llegando a su trabajo con las caras demacradas y rijosas, después del atracón de tanto día de desenfreno. Este final no suele ser tan manifiesto en el puente de diciembre. Quizá tenga algo que ver la primavera.



         En mis tiempos de estudiante el 3 de mayo no era fiesta pero sobre las tres de la tarde nos tirábamos a la calle, en mi caso desde la Cuesta del Chapiz hacia el Albaicín y en cuanto alcanzábamos la Iglesia del Salvador y la plaza Aliatar, ya no había quien anduviera. Se flotaba y era la misma muchedumbre la encargada de dirigir el cortejo, que se hacía completamente irrespirable si lograbas alcanzar, por ejemplo, al Arco de las Pesas, para salir de Plaza Larga. En los años sucesivos el bullicio se fue ampliando y la ciudad al completo se fue convirtiendo en remolinos de gente alrededor de las Cruces, a las que ninguna les faltaba su mostrador correspondiente para dar cuenta de todo el alcohol pasado, presente y futuro. Lo que en origen era “una limosnica pa la Santa Cruz”, ya hace tiempo que quedó en historia y se ha convertido en borracheras a tutiplén, como si el mundo se fuera a acabar de un momento a otro. Reconozco que hace ya años que me he borrado de semejante aliño y sólo hablo de oídas. O sea escuchando los cantos o bocinazos de quienes pasan más o menos mamados, comino de su casa, si es que logran orientarse.



         No sé si en otros países conocerán este indecente arte de los puentes laborales, que no son, a fin de cuentas, más que subterfugios para encontrar maneras de hacer pasar un  día de trabajo, meterlo entre dos festivos y que no contabilice como laborable. Cuando se tiene un nivel de cumplimiento laboral sin gusto alguno, cosa que nunca ha sido mi caso, se puede comprender que uno intente encontrar por los rincones modos y maneras de escurrir el bulto y encontrar fiestas o similares hasta debajo de las piedras. Nunca logré entender por qué razón hay que justificar un puente laboral para estirar todo lo posible el desmadre, más o menos justificado por el alcohol y sus efectos, si no es por la larvada excusa de esconder la angustia de la esclavitud laboral y sustituirla por cualquier exceso que corresponda. A estas alturas se encuentra estructurado lo que significa el subterfugio de cualquier puente, aunque yo sólo he mencionado los dos que primero se me han venido a la cabeza, seguramente porque pueden ser los más largos.



         La posibilidad de que aprendamos a gozar de la vida disponiendo de profesiones que nos gratifiquen me parece completamente loable y lo defiendo con los ojos cerrados, pero que sea necesario hacernos los tontos y pasar de largo algún que otro día laboral por la cara, como si nadie fuera capaz de contar los días que debemos cumplir con el trabajo o los de disfrutar de un gozoso descanso que nos permita utilizar la vida  para el placer y la cultura. Desde luego, el espectáculo que baños de alcohol cada vez que se nos presenta un respiro en nuestro tiempo de trabajo no me parece un desahogo aceptable. Algún día, espero que pronto porque la prisa me come, lograremos pararnos y mirar a la cara al alcohol y sus efectos y decirnos unas cuantas verdades. Todavía estamos con el tabaquismo, después de la guerra que emprendimos hace unos años. Pero las borracheras pasan y cruzan delante de nosotros, como si tal cosa.  



3 comentarios:

  1. Pues sí. Con este puente nos hemos marcado un Pedro Sánchez... jajaja

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  2. No creas. En todas partes, amigo. En UK, no celebran el 1 de mayo, pero el día 6, lunes, celebran EL DÍA DE Los Bancos... Cómo lo oyes y lees... Pero se suma el resto . Están locos estos ingleses... Jajajaja 😂🤣😅

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  3. En cuanto a formas de celebrarlo, más de lo mismo.
    Son minoría quienes se desmadran. También en todos lados. Y tampoco necesitan puentes para hacerlo...
    Peor para ellos

    No sé...
    Besos 😘 🫂
    Feliz día 😊

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