Aquí
culmina el proceso. Hemos sido testigos todos, cada uno en su parte, de un
proceso de acercamiento entre dos personas que no se conocían de nada, cuyos
familiares responsables, Chane y yo, hemos considerado que podría ser una
experiencia importante para ambas pero que somos conscientes de que la vida ha
de vivirla cada uno primera persona. El papel de los adultos, por tanto, tiene
que ser limitado y consideramos que debe llegar hasta establecer el contacto y
procurar que se produzca en positivo y con agrado. A partir de ahí, tendrán que
ser ellas mismas las que establezcan el camino que quieren y la intensidad de
la relación.
El 16,
viernes, salimos para Cádiz a las nueve de la mañana. Llegamos a Cádiz hacia
las 12 y media y logramos aparcar frente a la entrada del Parque Genovés pese a
las enormes dificultades de espacio en
esa zona. Sabíamos que Chane vivía cerca, en pleno Barrio del Mentidero. No
tardaron en aparecer las dos y se produjo esa síntesis de sensaciones propia de
cuando sucede algo que has esperado con intensidad. Subimos a la casa, un
cuarto piso sin ascensor, pequeño aunque suficiente, y muy coqueto. Lo vimos
con interés, sobre todo la habitación de Laxmi, recién restaurada y con abundantes
toques nepalíes. Lo que más me impresionó, la composición en un cuadro de la
familia completa nepalí de Laxmi. Reconozco que era una cosa normal sabiendo
cómo piensa Chane al respecto pero yo no esperaba tanta información de Nepal ni
tan visible. También conocimos los informes que cada seis meses envía Chane al
gobierno nepalí como dando cuenta del trato que su ciudadana, Laxmi recibe aquí
en España. Me pareció acertado.
Habíamos
planeado el viaje para hacerlo de ida y vuelta en el día a sabiendas de que es
un poco largo pero hablando comprobamos que este extremo no lo habíamos
acordado. Ellas ya habían organizado nuestra estancia en Cádiz para dos días.
Fue una especie de chasco el que nos llevamos todos al comprobar esta
disparidad de criterios sobre el viaje y hubo que recomponer el tiempo para
hacerlo encajar en las pocas horas que íbamos a compartir y que al final se
redujeron a nuestra estancia en su casa intercambiando información y gozando de
estar juntos y hablando de todo lo divino y lo humano. Comimos una rica pierna
de cordero al horno con patatas que nos supo a trucha y que Chane había tenido
toda la mañana dorándose con las patatas de base. Hubo suficiente y hasta
sobró. Para mi sorpresa, las niñas, aparte de no parar de mirarse y estudiarse
supongo sobre el qué y el cómo de cada una, fueron capaces de echarse una
hermosa sienta en la cama grande, lo que nos permitió a los adultos, nuestra
común amiga Esperanza incluida, contarnos las batallitas de los últimos años,
muchos por cierto, en los que no habíamos tenido trato.
No sé
si será suficiente ni si la relación echará raíces. Sí sé que Elvira viene muy
satisfecha de la experiencia porque vinimos todo el camino hablando del asunto.
Salimos a las nueve y llegamos a casa a las 12 y media de la noche. Un día muy
cansado ciertamente, pero bastante único. Sabemos ya quién es Laxmi y, en
alguna medida, ya forma parte de nosotros, lo que hace que nuestra concepción
del mundo sea un poco más amplia y nos hace capaces de integrar a un país como
Nepal como parte de nuestro ámbito, con sus testimonios de cultura y
personas cercanos y de alguna manera a
nuestro alcance. Hablamos de la posibilidad de que el próximo viaje que haga
Laxmi a Nepal con Chane pueda ir acompañada de Elvira. No quiere decir que se
vaya a cumplir porque eso depende de muchas variables pero el sólo hecho de que
se haya podido tratar como algo posible
ya me parece positivo.
A
partir de aquí la vida sigue. Yo sé que ya nada será lo mismo para ninguno de
nosotros, tanto si la relación de Elvira y Laxmi prospera como si no porque
creo que todos hemos percibido una nueva luz.
Una gran iniciativa que puede cambiar muchas cosas en las vidas de todos vosotros...
ResponderEliminarUn gran saludo
Mark de Zabaleta
Querido Antonio !
ResponderEliminarLa historia no ha terminado todavia, la historia sigue y seguirá.
Hubo el encuentro esperado y fuè ( por lo que cuentas ) satisfactorio, las niñas se seguiran estudiando en la distancia :) es una bonita y tierna historia que nos ha querido contar, te lo agradezco por mi parte- una forma mas de conocerte.
La amistad es algo muy grande es una parte del amor, al menos deberia serlo siempre- los verdaderos amigos son como joyas preciosas que se encuentran raramente pero que cuando de encuentran no solo son para toda la vida, tambien nos ayudan a crecer y a ser mejores personas.
Seguramente tu Elvira recordara siempre a su amiga, se escribirán y volveran a ver y eso es lo lindo, una amistad que nace, gracias a dos personas adultas con lindo corazón.
Te mando un fuerte abrazo lleno de energia y muchos besos amistosos y con amor.
Aurora
Querida Aurora:
EliminarMe ha gustado el desarrollo de estos tres últimos escritos, sencillamente porque se iban produciendo a la vez que los iba escribiendo. He visto que las edades de los protagonistas eran un poco mayores, pero me ha parecido que la carga de verdad podía darle credibilidad al blog, que es una de las cosas que persigo. Qué generosa eres. Me siento tan orgulloso cuando te leo... Pero no orgulloso de engreido, no. Orgulloso de comprometido con la vida y con las personas. De esta manera no me importa nada que el tiempo pase y nos haga mayores. Nuestro compromiso con la vida nos hace sabios. Te mando un beso muy hermoso para tí.
Hola, Antonio
ResponderEliminarNo ha de ser fácil para la pequeña Laxmi, vivir lejos de sus bellas montañas, otro idioma, otros sabores; pero los sonidos del corazón y del cariño de la gente pueden ser muy similares en cualquier latitud.
Las relaciones humanas son maravillosas a cualquier edad; espero que prospere tanto para los mayores como para las niñas la ilusión de una amistad verdadera.
Un enorme abrazo y felicidades
Bueno voy siguiendo los capítulos de esta bonita historia real.
ResponderEliminarSeguramente las semillas de este inu icio de amistad darán buenos frutos.
Sigo leyendo...