Una vez y otra vez,
Como rueda implacable en
forma de pregunta.
¿Es Abril? ¡Pues aquí estás!,
Borbotón amarillo, sin que
nadie te busque.
No sé por qué me retas, jaramago.
Se me nublan los ojos con tu
flor diminuta
Que toma posesión de los
espacios, como un manto,
Y se adueña de la tierra
llenándola de vida
Para qué tanta fuerza
Tanta inmensa belleza
inevitable
Tanto clamor de luz por los
caminos,
Orgullo de qué objeto si
nadie te ha buscado
Si nadie te ha querido
Si de ti sólo se espera que
te vayas
Es más, extraños artilugios
se dedican a borrarte de los mapas,
Pero tú parece que no
entiendes
O tal vez no entendemos tu
mensaje persistente
Contra viento y marea
Que se afirma en cualquier
borde
Aunque nadie lo busque
Hay una cosa cierta, tu presencia.
Apenas se anuncia Abril y no
hay barrera
¡A cubrir el espacio como si
se tratara de un mandato!
Me niego a comprenderte
Sé que me estás hablando.
Tanto empeño no puede ser baldío.
Lo reconozco. De acuerdo. Tú
eres el más fuerte,
Para ti la presencia y el
dominio.
Yo renuncio, no quiero
competencia con tan gran enemigo.
Pero sé que estas palabras de tu vida y de tu muerte
Son estrictamente mías y aquí
está mi venganza
En este desafío tan desigual con ser tan poderoso
Sólo puedo poner algunas
letras para aliviar tu impacto
Que me envuelve en Abril.
Llámale canto.