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domingo, 21 de diciembre de 2014

BIRLIBIRLOQUE


         No sé si por arte de birlibirloque o por qué pero creo que a las familias les llega poca argumentación más que el de la casualidad para que entiendan, este año por ejemplo, que han de quedarse con los niños durante 19 días seguidos y que a eso le vamos a llamar VACACIONESD DE NAVIDAD. Yo no voy a entrar en el espinoso asunto del derecho de los maestros a disfrutar de esos 19 días cuando el resto de los trabajadores no lo hacen, que sería entrar en un jardín del que no sé cómo podríamos salir sin discusiones fuertes. Lo dejo por tanto para encarar sólo el problema de que los niños van a estar en su casa las 24 horas y que las familias tienen que buscarse la vida.

         Desde que se comenzó en septiembre se ha ido creando una estructura de vida en la que los pequeños han pasado el grueso del día en la escuela, muchos de ellos incluso con la comida incluida cuando ahora, de pronto, nos encontramos con niños hasta en la sopa cuando el trabajo en general no tiene ese mismo margen de vacaciones. Algunos tienen la posibilidad de coger una de las dos mitades, con lo que el problema puede verse reducido al 50%, pero no son muchos. Hay que saber que los casos pueden ser muy variados. Lo normal es recurrir a los más allegados, familiares, vecinos o amigos para cubrir las necesidades nuevas que la presencia de los menores todo el tiempo en la casa plantea.  Es importante tomar conciencia de que los menores no son culpables de la situación en la que se ven inmersos. Para las familias puede suponer un gran escarreo en muchos casos pero es importante que quede claro que los pequeños no son los que causan esa situación sino que la sufren como los demás.

         Lo más frecuente es que las familias opten por distribuir el tiempo en función de las necesidades de la familia, parecidas a las que se venían produciendo antes de las vacaciones, con la salvedad de que ahora hay que desenvolverse con niños, bien en carritos en el caso de que su edad lo permita o con su compañía si ya han crecido suficiente. Tanto de un modo como de otro, en realidad lo que sucede es que la carga del desarrollo del día es la de siempre más  el complemento de los niños que, sin comerlo ni beberlo, se ven arrastrados a ser ignorados o casi porque la solución de los problemas de la casa: preparación de comidas extras, regalos para todos, adecuación de las casas con los adornos apropiados, visitas familiares…., y todo este tipo de exigencias se manifiestan como imprescindibles, como si no pudieran ser de otro modo con lo cual, los días de vacaciones se convierten en un peso suplementario para las ya  complicadas obligaciones de la familia. En definitiva, los pequeños son una carga más a las muchas que soportan cada día.

         Esta tarde mismo, en uno de los noticiarios he podido comprobar cómo se ofrecía una propuesta de preparación de comida familiar que, si yo tuviera que seguirla como la han propuesto igual terminaba odiando los acontecimientos propios del fin de año. Creo que tenemos que poner un poco de cordura y de proporcionalidad a lo que nos pasa, unas veces en función de los miembros con los que contamos, otras veces con las disponibilidades económicas o de tiempo de las que podemos disponer y otras, sencillamente teniendo en cuenta que nuestra salud física o mental es lo primero y debe ser requisito indispensable del que debemos salir airosos porque de lo contrario la vida no dejaría nunca, por unas razones o por otras, de convertirse en una tortura en forma de laberinto en el que nos veríamos sin posible salida. En un momento la complicación podría ser un cumpleaños, en otros un viaje, en estos que comentamos unas vacaciones… No puede ser. Tenemos que organizar la vida en cada caso en función de nuestras posibilidades y buscando  en todo momento un esquema de normalidad que nos permita niveles de gozo suficientes como para querer seguir viviendo y encontrando satisfacciones al trabajo que tengamos que desarrollar. 


12 comentarios:

  1. Manuel Ángel Puentes21 de diciembre de 2014, 23:55

    La decisión de tener un hijo debe pasar por ser consciente de que tienes que organizar tu vida en función de sus necesidades durante unos cuantos años.
    El entorno familiar y vecinal, si se vive en un clima de entendimiento y colaboración, ayuda bastante a resolver las necesidades que genera un hijo.
    En la medida en que las familias se han ido aislando, las instituciones vienen a paliar algo de esas necesidades con las escuelas, las ludotecas, los talleres...
    Y siempre queda el recurso de los canguros.
    Claro que a veces el coste de estos recursos es superior a los ingresos que pueda recibir el padre o la madre, por lo que se plantea dejar el trabajo para atender al hijo. Que ese cese de la actividad laboral tome forma de vacaciones, excedencia, reducción de jornada... va a depender de la calidad del puesto de trabajo.
    Valorar todo esto antes de tener un hijo sería una de los presupuestos de la paternidad responsable.

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    1. Me doy cuenta, a medida que mer alewjo de mi vida laboral, que veo las cosas como en síntesis, no ligadas a ya a experiencias concretas, salvo algunas situaciones especialmente significativas que se me quedan fijas, supongo que a modo de lecciones. Por eso me interesan también tus comentarios, porque tienen el tufo del aquí y del hoy que los hace palpitantes. Un abrazo

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  2. Me da la impresión de que no se tienen en cuenta todos los factores, obligaciones y hasta "tiranías" que supone tener un hijo; totalmente de acuerdo contigo Manuel.
    Me has recordado una palabra, Antonio, que no oía en conversación desde hace muchos años. En la infancia muchos de los cuentos a los que teníamos acceso, contados o leídos usaban esa palabra mágica que nos trasladaba a mundos ideales donde podían ocurrir cosas por arte de birlibirloque, desgraciadamente en desuso hoy.
    Saludos

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  3. yo lo que veo muchas pero muchas veces es como muchos padres se sacan de encima a sus hijos apuntándolos a actividades extras en estas vacaciones navideñas, campamentos, pintura, dibujo, karate, gimnasia, lo que sea, y muchas veces pueden estar con los niños pero si es posible unos días darles aire.
    A mi me encantan los niños, hijos, nietos, y deseaba mucho cuando mi hija era pequeña que vinieran de una vez las vacaciones para tener mas en casa, me organizaba como una loca, y ahora que tengo nietas sigo con la organización - lo importante es hacerles notar a los niños que son bien recibidos y muy queridos-
    Tener hijos es responsabilidad para toda la vida hasta que cumplan muchos pero muchos años, siempre están ahí y luego vienen los nietos que siempre están ahí, y eso es maravilloso !!!!! Gracias Antonio querido
    Un beso y Felices Fiestas y muchos abrazos también bien reconfortantes por cierto por me gusta y listo.
    Aurora

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    1. Aprovecho para no repetirme y te contesto aquí. Yo lo que veo es que eres una loca por la vida y creo que es una de las locuras por las que vale la pena morir. Como no me chupo el dedo y ya soy mayor, entiendo que lo mismo de intensar son tus dichas que tus penas. Pero es que la vida, lo que tiene de importante es la intensidad y envidio por eso. Bueno también te mando un beso que quiere ser tan intenso como tú.

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  4. la pregunta será, por tanto, qué fuerza expansiva , qué simún, colocó a estas criaturas en el jardín al que alegremente llamamos mundo
    (toda la vida ha habido criaturas. toda la vida ha habido irresponsables. toda la vida ha habido sensatez. toda la vida ha habido crisis. Ahora, acendradas si se quiere. No toda la vida (desafortunadamente) los maestros han sido reconocidos como TRABAJADORES con sus plenos derechos laborales.
    No toda la vida ha habido censores, redactores, peritos en materia educativa. Ahora, que, parece, los hay, obren estos en consecuencia e iluminen mentes ofuscadas.
    pero por encima de todo, porque es perfectamente compatible, viva las fiestas de fin de año. Con navidad incluida
    un abrazo

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  5. Charming blog
    Have a good Christmas and a Happy New Year to you and your family.
    :)
    Beautiful, impressionistic pictures

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  6. Mi querido Antonio, paso corriendo por los blog y hoy no puedo leerte, pero volveré.
    Bueno pues,tras muchos meses de tener mi blog sin publicar paso a desearte unas felices fiestas navideñas y un año lleno de amor para dar y saber recibirlo.
    Con ternura
    Sor.Cecilia

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  7. Creo amigo Antonio que se ha perdido el norte y lo que vivimos no es más que el resultado de lo sembrado. Siempre las vacaciones, y en especial las de Navidad fueron especiales para el disfrute de muchos "momentos" entrañables dentro del entorno familiar. Los hijos no eran un "paquete" más que se dejaba en casa de...o a la puerta de...para que los recojan y los distraigan. Quizá carecíamos de juguetes sofisticados y otras tecnologías que absorbieran nuestros cerebros, pero teníamos felices momentos compartidos con unos padres menos preparados, menos egoístas y más dispuestos a cubrir con Amor lo importante de la infancia.
    Abrazos y Feliz Navidad

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  8. Cuanta razón tienes, como siempre por otra parte, pero si no somos capaces de disfrutar de la vida diaria con sus obligaciones y sus pesares no entenderemos que la felicidad se encuentra en todas partes.

    felices fiestas

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