FAMILIA
Si
recordáis habíamos empezado a tratar los temas como si estuviéramos en clase y
fuéramos los maestros. No sé si con eso lo que pretendo es revivir a lo lejos
lo que tantas veces viví tan de cerca. No me importa demasiado porque lo cierto
es que me sirve para seguir dentro de este blog, que está dedicado a la
educación en los primeros años de la vida, y eso sí que me importa. Ya habíamos
pasado por aquellos momentos de angustia a los que hemos llamado adaptación, cuando
los pequeños se enfrentaron a ese mundo nuevo que es el de las relaciones entre
iguales en la escuela y habíamos vivido los primeros días con ellos en los que
les habíamos propuesto que recorrieran su cuerpo y fueran tocando y nombrando
las partes de las que está compuesto, con la idea de que se reconozcan y vayan
cogiendo confianza en ellos mismos.
Todavía
no están completamente adaptados y, por tanto, hay que seguir manteniendo este
tema como telón de fondo para que no reverdezcan sensaciones de abandono y
desconcierto que surgieron cuando fueron dándose cuenta de que su vida había
cambiado de manera importante. Aparte de hablar de ellos mismos y de recorrerse
de arriba abajo para que sientan todo lo que tienen en su propio cuerpo, lo dibujen mil veces en papeles pequeños y en
grandes láminas, lo recorten y lo coloreen como tributo a ellos mismos y como
invitación a meterse dentro de todas las posibilidades que allí albergan
también, podemos abrir un poco la visión
y en el mismo corro en el que nos sentamos a primera hora de la mañana, una vez
que nos hemos enseñado lo que cada uno trae de su casa y nos hemos contado lo
que habíamos hecho la tarde anterior y con quién la habíamos pasado, podemos
dar un repaso a la cantidad de personas que pululan por nuestro alrededor, unas
con carácter más cotidiano y otras a una cierta distancia, pero todos rozándose
con nosotros y dejándonos su influencia personal y llevándose un poco de
nuestra personalidad a través de ese roce.
Podríamos
decir que forman un círculo o una barrera a nuestro alrededor que, si bien no nos
cierran las posibilidades de salir de él para contactar con quien quiera que se
cruce con nosotros y despierte nuestra atención, sí que forman como un muro que
nos mantiene dentro de un conjunto en el que nos podemos sentir seguros y
fortalecidos. Es lo que podríamos denominar como nuestra familia, tanto si lo
es de sangre y parentesco real o no. Lo que importa es definir y potenciar en
nuestro beneficio a toda esa gente con la que nos cruzamos de manera habitual,
que cuenta con nosotros y que nos incluye en su vida y con la que nosotros
contamos y la incluimos en la nuestra. Con unos mantenemos una relación muy
estrecha, de cada día, dependemos de ellos y contamos con ellos para casi todo
y ellos cuentan con nosotros como un núcleo muy fuerte que se mueve como si se
tratara de una pieza sola con varias aristas. Pueden ser nuestros padres o
quienes estén ejerciendo ese papel. Abuelos, tíos, padres adoptivos…., no
necesariamente nuestros progenitores naturales.
Junto
a ellos, formando como un círculo un poco más amplio pero que se repite en el
tiempo de manera que nos permite identificarlos como algo nuestro aunque no
estén presentes en nuestra vida con tanta frecuencia, se encuentra el resto de
nuestra familia a los que es recomendable saber identificar y conocer la
vinculación que tienen con nosotros, aparte naturalmente de saber sus nombres.
No importa tanto el grado de parentesco: tío, abuelo, primo, vecino…, como el
tenerlos presentes, saber de ellos y contar con ellos porque tienen una
influencia en nosotros como nosotros tenemos sin duda una influencia en ellos.
Todo ese conjunto de seres cercanos forman parte de nuestro mundo para mal y
para bien. Conviene que los sepamos definir y contar con ellos en su justa
medida porque ellos nos dan la fuerza y la confianza que necesitamos para
evolucionar cada día. Son parte de nuestro mundo.
Ciertamente la familia es la base de toda educación, el ejemplo y modelo sobre el que se edifica todo perfil humano...y profesional!
ResponderEliminarSaludos
Mark de Zabaleta
La familia, como la seña de identidad que curiosamente nos sirve de marchamo para toda la vida por más que nos es asignada sin nuestra propia decisión. Por eso es tan importante mimarla, fomentarla, hacrla nuestro particular envoltorio. El que con el tiempo cada cual originará su familia descendiente. La cadena de eslabones contínuos...
ResponderEliminar'Por vuestra familia se os reconocerá...'
Besos abrazos
Querido Antonio !
ResponderEliminarLo importante que es la familia, los seres que amamos que estan o no con nosotros, pero que los sentimos como si fuera así.
La familia es la base de la educacion, de ahi sale todo mucho mas que la escuela ( eso pienso yo ) de nada vale enviar a nuestro hijo,hija,a un excelente colegio si despues la familia, que es el pilar donde se sujeta el niño, es malo, no tiene fuerza ni es capaz de dar amor-
Yo he tenido la enorme suerte de tener y sigo teniendo una linda familia, ahora que si, tambien es cierto que la riego mucho, la regamos mucho para que asi sea- Mis padres procuraron que tanto mi hermano como yo fueramos unidos siempre y lo consiguieron, eso se hereda y yo lo trasmití a mi hija y ella a sus hijas, tan importante es la familia que sin ella somo como un barco vacio- de que vale el barco ?
Tambien ( como dices tu ) estan los amigos cercanos o intensos que forman parte de la familia y porquie no nuestro perro o gato o animal domestico- en nuestra casa forma y formo ( fueron varios ) parte de la familia siempre-
Es una forma de educar y de sentir el amor y como trasmitirlo- la cominicacion nace de una buena familia, de un buen rollo familiar, aceptandonos todos y ser una piña siempre.
Bueno, no hables ahora de parrafadas :) son sentimientos Antonio, los mios claro- y ademas tu tambien formas parte de mi familia, de la mía, eres tan imprescindible como los demás seres que amo- Te prometo es que verdad- en mi casa soy conocida por decir las cosas sin tapujos :) clara como el agua-
Asi que te aguantas si no te gusta ! pero yo se que si te gusta porque eres parte de mis sentimientos. Y nada de parrafadas- cariño puro, Antonio.
Muchos besos en esta mañana soleada y hermosa, te envio abrazos y besos irresistibles :)
Aurora
Vaya por delante mi absoluto respeto a tus parrafadas. Que en ningún momento te pase por la cabeza el más mínimo signo de menosprecio por mi parte. Al contrario. Si insisto en ella con ese nombre es haciendo honor a su esapontaneidad, a su imprebvsibilidad, a ese írsete de las manos que tú comentabas al principio cuando todavía me pedías excusas y yo veía ahí precisamente su mejor mérito. Por tanto, por favor, no tengas en menos la terminología que uso para tus comentarios que por mi parte está llena de respeto, de simpatía y de afecto por venir de donde vienen. Y de postre un hermoso beso otoñal con la paleta de colores que empieza a desplegar.
EliminarHola Antonio.
ResponderEliminarYo defiendo mucho a la familia.
Y creo que es importantísimo el diálogo con los hij@s.
El saber escuchar y que te escuchen, aunque a veces es dificil.
Pero para l@s hiju@s es muy importante el apoyo
Mira yo siempre digo que nosotros somos la generación que teníamos que dar explicación a los padres y los hijos muchas veces no nos las quieren dar,
Fíjate que admiro a las personas que están separadas y que han formado familias con otras parejas y sin embargo cintinúan todos llevándose bien en beneficio de los hijos, incluso a veces llega haber amistad entre las dos mujeres o maridos de l@s ex.
Te mando un abrazo desde Valencia, Montserrat
Hola Antonio y la compaña,
ResponderEliminarpor fin he acabado el curso en el que he tenido que demostrar que estoy capacitado para trabajar con niños de 0 a 3 años, y vuelvo a incorporarme a tu blog, que me parece más interesante que los meses on line que me he tirado.
Y me encuentro con las familias y yo te pregunto ¿qué tienes por allí escrito de cuando la familia se rompe, sencillamente porque la madre se ha muerto? El martes la incineraron y puedes imaginar cuál es el ambiente en la escuela, y sobre todo en su familia. Yo he usado lo que ha escrito Vicenç Arnaiz en circunstancias parecidas, pero me gustaría saber si has tratado el tema y cómo.
Primero comunicarte mi alegría de verte con el sombrero asomar de nuevo por este espacio que para tí siempre es y quiere ser cercano y compartido. El curso de que me hablas me lleva a pensar que cualquier cosa quer inventa la administración, al final lo que supone es ocupación de tiempo y de dinero en primer lugar. Quiero suponer, que ya es bastante, que alguna que otra noción se debe haber escapado de utilidad para el trabajo, más por acto de fe que por constatación de la realidad. No puedo pensar que una institución como la nuestra haya podido permanecer al margen de cualquier contenido referido al 0 a 3 años a estas alturas. Me quedo, de todas formas con que ya has pagado el tributo y de nuevo podemos compartir lo que sabemos y lo que no. Por lo pronto, el tema que me planteas de la muerte de la madre me deja seco por su contundencia y por su hondura. Yo, que sobre todo lo que quiero ser es honesto contigo, te voy a responder no con lo que sé o no sé sino con mi testimonio personal, no con lo que sé o no sé, sino con lo que soy. De nuevo por tu causa, ahí va mi texto de esta semana. Un sentido abrazo
Eliminar