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domingo, 26 de agosto de 2012

CONTUBERNIO

En Educación, como en tantas otras cosas en la vida, afortunadamente la VERDAD no existe. Cada época, cada cultura, cada espacio geográfico tiene sus propios valores, sus propias costumbres, sus propios argumentos para la transmisión cultural generacional y sobre todo, para la imprescindible justificación argumentativa de por qué las cosas hay que hacerlas de una manera concreta y no de otra.
No creo que se trate de ninguna limitación sino de un trasfondo de riqueza que nos habla por una parte de la importancia del tema educativo y de cómo ocupa tanto espacio y tanto tiempo en elaborar y en transmitir las mejores estrategias de conocimiento del desarrollo y de las mejores formas de transmisión cultural de generación en generación. Lo que no quiere decir que tengamos que caer en un relativismo impenitente que nos haga indiferentes al contenido que proceda en cada caso, pero sí en que, asumiendo que debemos entregarnos al mejor conocimiento del cuerpo doctrinal de cada época y a sus mejores argumentos, tengamos también la capacidad suficiente para entender que nuestra buena intención debe entrar dentro de la relatividad correspondiente a un espacio y a un tiempo y que nuestros mejores esfuerzos de comprensión y de desarrollo han de quedar incluidos en el devenir de la historia como frutos valiosos, pero pasajeros.
Viene este previo a cuento de que hablando como hemos hecho en el escrito anterior del comienzo de la época simbólica no falta como en casi todo, la controversia, quiero pensar que bienintencionada. Hay quien piensa que lo mejor es asumir cada época infantil y potenciarla todo lo posible para que los niños la vivan en la mayor plenitud porque ya habrá tiempo de que la vida los lleve a nuevas adquisiciones. Ejemplo concreto es el del que mantiene que los Reyes Magos existen todo el tiempo que puede mientras que otros piensan que los niños pueden asumir como mágico lo mismo el tema de los Reyes Magos que cualquier otro, pero que ellos no deben contribuir a mantener esa magia en la mente de los menores y que se les debe llevar a la racionalidad de las cosas y hay que explicarles que los Reyes son los padres cuanto antes para que su pensamiento mágico toque tierra y se solidifique con la realidad y no manteniendo mas allá de lo indispensable la magia del momento.
Partiendo de la buena voluntad de ambas posiciones debemos asumir como una riqueza el hecho mismo de las dos líneas de argumentación antes que entrar a posicionarnos sobre la que es de verdad y la falsa o sobre cual es mejor que la otra. Es evidente que cada uno de los que en momentos concretos hemos de afrontar esta realidad nos vamos a ver obligados a posicionarnos con una o con otra. Pero creo que lo más importante no es ese hecho sino el de que cada uno tengamos conciencia, si podemos, de las demás realidades que no son la nuestra, del valor de las mismas, al menos a la misma altura que la que defendemos y que no estamos transmitiendo a los pequeños ninguna verdad absoluta, de la que apenas existe alguna a nuestro alcance, sino nuestra convicción honesta que le ofrecemos a los pequeños con toda sencillez, dispuestos siempre a incluir otras posturas posibles, con lo que lograremos que nuestros menores dispongan de una idea transmitida por nosotros con la que identificarse a la vez que una apertura mental suficiente como para entender y aceptar que otros menores puedan haber sido informados con la misma honestidad de otras ideas sobre cualquier hecho esencial de la vida. Ojalá seamos capaces de influir en los pequeños en estos dos sentidos, por una parte en transmitir una serie de ideas y valores que les ofrezcan una cierta visión del mundo y a la vez una actitud de respeto para quienes puedan vivir cerca de ellos con otras ideas sobre los mismos temas.

5 comentarios:

  1. Un gran artículo que confirma la necesidad de actuar con cautale, buscando siempre un compromiso entre esas alternativas, para educar correctamente al niño...

    Un gran saludo
    Mark de Zabaleta

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  2. ¡Que sí, que la magia, la sorpresa, el cuento con reyes y magos de oriente, y santa claus, y papas noeles, todos, en dosis adecuadas, son no solo existentes sino compatibles!
    Otra cosa es el ENGAÑO malintencionado: Esto, ni para pequeños, ni para grandes.
    La Educación se asienta en Adecuación. Siempre con base real, alternativa, como bien apunta Mark.
    No pasa nada por creerse 'los Reyes' hasta que uno mismo desmonta el misterio.
    En otros tiempos (cuando no había NADA) la misma Nada te obligaba a creer hasta los diez, once años. Y aquí estamos, ¡tan felices de haber vivido nuestra ingenuidad tierna!
    Se me olvidaba: De absoluto acuerdo con la totalidad de tu primer párrafo, hasta el punto aparte.
    La sinfonía de Leopoldo Mozart(?) es un delicioso paréntesis musical. Lástima que ni Amadeus ni su hermana jamás la escucharan.
    Besos abrazos.

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  3. Ay Antonio, preciosa la música.
    En cuánto a la ilusión, a mi me encanta el dar un poco de magia a la niñez, ya sabes que yo a veces también soy un poco niña.
    Bueno te mando un abrazo desde esta calurosa Valencia, Montserrat

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  4. Hola Antonio querido amigo.

    A mi me han educado con Reyes Magos,magia,sorpresas, cuentos y fantasia, tambièn con la llamada realidad cuando hacia falta y como dice Pilar aqui estamos :) es decir, yo he educado a mi hija y mi hija a sus hijas con la magia de los Reyes y de Santa Claus, creo que es maravilloso Otra cosa es el engaño. El otro día ibamos mi hija mi nieta mayor y la pequeña ( de 20 días ) a hacer unos compras, cuando entramos en el establecimiento el dueño que nos conoce de siempre se acerca muy sonriente y le dice a Alicia ( mi nieta mayor ) pero que nos traes aquí ! que te han traido los Reyes Magos se han adelantado con el regalo !
    se referia claro esta a su hermanita. Y mi hija sin pestañear le dijo, no se la han traido los Reyes Magos se la han traido sus papàs, su mamà y su papà y mi nieta sonriendo dijo, Si, mi mamà la tenia en la barriga :)
    Bueno, con todo esto ( ya sabes que siempre me voy por las ramas ) quiero decirte que estoy de acuerdo en la magia pero tambièn en la sinceridad y la honradez con nuestros niños.
    Gracias Antonio por tu artìculo tan hermoso como siempre.
    Te envio un fuerte, fuerte abrazo y muchos besos
    Aurora

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  5. Querido Antonio, completamente de acuerdo contigo, siempre me ha parecido imprescindible educar en el respeto a otras ideas, fomentar la tolerancia y la empatía. Y también me encantó hablarle a mi niña de los Reyes Magos mientras tuvo edad, creo que esa magia se conserva a través de los años si los padres la transmiten con tanta dulzura como se debe.
    Súper feliz de volver a comentarte, porque leerte he seguido haciéndolo, ¿sabes?, aunque no tuviera ganas de decir nada, por perrera pura, no por otra cosa.
    Un fuerte abrazo.

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