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domingo, 8 de febrero de 2015

ASAMBLEA


         La semana pasada esbozamos someramente la estructura de trabajo que llevamos materializando desde hace 35 años, con sus evoluciones correspondientes como es lógico, a medida que evoluciona el mundo que nos rodea. Yo insistí en una suerte de recibimiento informal al que le apliqué unos 30 minutos de tiempo por decir algo porque con los pequeños las secuencias de tiempo se convierten en poco más que indicaciones que luego tienen que pasar el filtro de la realidad concreta. Unas veces es posible seguir las indicaciones propuestas, otras se alargan más porque el contenido se aprecia provechoso y otras en cambio hay que cortar antes de tiempo porque uno percibe que la conversación no da más de sí.

         Se ocupa un espacio de la clase en el que tengan cabida todos en forma de corro. De hecho el reclamo es precisamente. “Vamos al corro”. Hay quien lo hace con los pequeños sentados en sus sillas. A mí siempre me ha gustado más en el suelo. Si hoy lo hiciera seguiría utilizando el suelo. Con los de menos de tres años se comienza partiendo la fruta que corresponda , se pela y se reparte para que todos la prueben mientras se va introduciendo el tema del día o se recoge algún asunto que se haya hecho presente mientras comentaban entre ellos. Aquí es otra forma de lenguaje el que tenemos que usar. Aquí no cabe que cada uno diga lo que quiera y cuando quiera. Hay un orden de tema y es sobre ese tema sobre el que hay que hablar aunque siempre cabe integrar otro, pero sobre todo, para hablar hay que esperar turno, levantar la mano y cuando le toque a cada uno, decir con brevedad lo que cada uno tenga que decir porque todos tenemos derecho a hablar y tenemos que permitirlo. Sobre la duración de la asamblea podemos decir lo mismo. Para orientarnos, media hora, pero sólo como indicación. El propio desarrollo del tema que estemos tratando nos va a establecer mejor que ninguna otra cosa el tiempo que vamos a permanecer.

         El tema del día lo puede introducir la persona responsable y lo normal es que así sea pero también cabe que cualquier miembro del grupo sea el que lo plantee porque lo ha escuchado en su casa, porque lo dijo la tele o sencillamente porque se trate de un asunto que le interese especialmente y se sienta motivado hasta el punto que decida contarlo a sus compañeros y esperar, una vez terminado el planteamiento, por dónde transcurren las intervenciones y, en función de ellas, comprender que el asunto interesa, y en ese caso dedicarle el tiempo que necesite o, por el contrario, los comentarios tienden a dispersarse, lo que indica que el tema no interesa demasiado y hay que ofrecer alternativas en el momento para que el grupo se sienta interesado y la persona que ha sacado el tema no interprete que se le desprecia. En la asamblea cabe todo por principio: desde una propuesta ingeniosa y nueva que luego nos permita trabajar  algún asunto hasta tener que enjuiciar algún comportamiento inadecuado que haya de ser debatido y sobre el que haya que tomar las medidas que sean precisas si es que algún miembro se ha salido de madre.


         Los primeros que tenemos que creernos lo que hacemos somos las personas responsables. Si nuestro comportamiento ofrece credibilidad a los pequeños, ellos entran perfectamente en situación y se la creen sin dudar. Pero si ellos perciben alguna señal de que nosotros no somos convincentes, nuestra labor se vendrá abajo como un castillo de naipes. Podríamos decir que la asamblea se convierte en el tronco de la jornada porque en ella en donde se tratan los asuntos sobre los que versa todo el trabajo del día. Es el momento también en el que todos estamos presentes y los asuntos que se traten tendremos que asumirlos todos porque luego, cuando sea necesario tendremos que hacer referencia a que cualquier tema que se haya tratado en la asamblea debe ser puesto en práctica si así se acordó que se hiciera o hay que exigir a cualquiera que se comporte de una manera determinada precisamente porque así se dispuso. 


8 comentarios:

  1. lo propio o apropiado de la denominación asamblea para esas conversaciones de grupo en torno a un espacio y con un tema sobre el que hablar ya viene practicándose desde las experiencias Montesori y posteriormente en la totalidad, digo bien, totalidad , de las escuelas infantiles de cualquier tipo o estructura: La Pública, efectivamente aunque no exclusivamente, pionera, y la Concertada.
    El éxito de tal actividad, pues así y no de otro modo habrá de considerarse, es manifiesto. Y a los resultados provechosos hay que remitirse.
    Toda la comunidad escolar lo gana. Los niños, los maestros y los padres. Luego, usufructuaria, la propia sociedad.

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    1. Sé que es verdad lo que dices, Pilar y, francamente, me alegro mucho que podamos corroborarlo porque a fin de cuentas, significa la estela de la Escuela Activa, de enorme importancia y de gran trascendencia. Un beso

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  2. Manuel Ángel Puentes8 de febrero de 2015, 22:50

    Recuerdo, Antonio, que me pasaste en la vieja cooperativa Arlequín del Camino de San Antonio (donde tú hacías la asamblea con hoguera en el patio) un folio, con la inconfundible tinta malva de la membrillera freinetiana, donde habíais escrito las razones de porqué se hacía la asamblea. Desde ese momento se incorporó a mi quehacer diario, hasta el punto de que tengo un hermoso callo en el dedo corazón, de todas las asambleas que voy transcribiendo a la vez que los niños van tomando la palabra.

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    1. Qué hermosura los recuerdos, Manuel. Cómo me alegro de que vayan pasando los años y ahora seas tú, sin duda, el que seguro que vas ofreciendo a otras personas tu testimonio personal y laboral. Creo que es lo hermoso que la vida nos ofrece que podamos haber sido semilla para alguien y que ahora esos alguienes sean la nueva semilla para otros que llegan. Son los ciclos de la vida que se cumplen como los otoños, las primaveras. No sabes cómo te agradezco estas colaboraciones. Un abrazo

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  3. Ciertamente una gran base para la formación del individuo...

    Saludos
    P.S.: gran Rachmaninov

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  4. Me ha gustado tu entrada. Ya desde niños es bueno a prender a saber que hay que tener un turno para hablar y escuchar y el maestro moderar la reunión y dejar que todos se expliquen.
    Gracias
    Un abrazo

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  5. Gracias por tus palabras, Antonio, de corazón las agradezco.
    Sor.Cecilia

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  6. Una profesión preciosa la tuya, de las que dejan una huella imborrable. Me ha encantado el primer post que leo tuyo. ¡No será el último! Y la música, complemento bellísimo. Un abrazo.

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