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sábado, 27 de mayo de 2017

AGUA


         Puedo entender que en latitudes de Latinoamérica o similares se encuentren en temporada de lluvias y les suene raro un  texto como éste pero hay que entender que aquí  estamos a final de Mayo y los termómetros alcanzan fácilmente los 35 grados y los sobrepasan, lo que quiere decir pleno verano meteorológico si bien podemos alcanzar todavía hasta 10 grados más en Julio o primeros  de Agosto. La angustia  que podemos sentir todos en las horas centrales del día es grande y los más pequeños lo mismo. Es difícil que haya muchas aulas con aire acondicionado porque no se rentabiliza adecuadamente el gasto. En pleno verano las escuelas suelen estar cerradas por vacaciones. Para combatir el calor disponemos, sobre todo, de las sombras y del agua.

         Este año hace siete que dejé la responsabilidad directa del trabajo con pequeños y empiezo a sentirme cobarde a la hora de ofrecer referentes directos porque el tiempo vuela y siento que cabe la posibilidad de que sin darme cuenta me encuentre hablando para el pasado. De ahí que valore tanto los testimonios directos de hoy que algunos compañeros nos ofrecen generosamente. Me atrevo a seguir proponiendo el aire libre como medio excelente para que los pequeños se desenvuelvan en cualquier climatología, sobre todo en el calor y el agua, sobre todo el agua, como medio de primer orden  para captar el interés de cualquier persona, mucho más si es pequeña y se encuentra al alcance de nuestra mano, es barata y su manejo habitual ofrece consecuencias positivas de todo orden para el crecimiento y el dominio de las destrezas motoras que los pequeños necesitan tanto como el comer.

         Con frecuencia he repetido como cualquier abuelo cebolleta secuencias con agua en las que  una y otra vez se pone de manifiesto el placer del contacto con el elemento y los beneficios profundos y variados que ofrece a los menores. Pongo de ejemplo la recomendación de pedirles cuando pasen delante de alguna fuente, bien en el colegio o en  la calle que no toquen el agua y comprobar,  que están de acuerdo con lo que les estamos diciendo y al mismo tiempo desplazan la mano hasta el chorro de agua que sale lujurioso y que tiene el mismo efecto de atracción que el azúcar del néctar de las flores para cualquier insecto. En ambos casos, irresistible. En nuestro caso más de una vez nos convertimos en machacones para lograr que terminen por no atender esa capacidad tan fuerte de atracción que el agua ejerce sobra ellos con lo fácil que sería darnos cuenta de los efectos tan beneficiosos que su contacto tiene y que en estos casos lo mejor es ponernos en la dirección del interés y permitir que se produzcan los beneficios que saltan a la vista.


         Es verdad, no se puede negar la evidencia, que el contacto con el agua tiene unos primeros momentos, sencillamente de inundación, vamos de ponerse como una sopa, pero si somos un poco  sensatos nos daremos cuenta de que con estas temperaturas las ropas se secan en un plis plas y aunque no se secaran tampoco habría ningún drama porque no hace frío. Muy pronto vamos a darnos cuenta de que el proceso de aprendizaje hace su efecto y rápidamente usan el agua con mucha más seguridad y son ellos los que dirigen la interrelación para conseguir objetivos cada vez más complejos como en cualquier otro proceso de adquisición de conocimiento. Sé que esto que digo son palabras, es verdad. Pero cuando uno se ha pasado años y años constatando el contenido, todo lo más que puede hacer es ofrecer su credibilidad profesional y aceptar que al final, tanto en esto como en todo, es cuestión de elegir y habrá personas que se crean lo que aquí se cuenta y otras, con todo su derecho, que sencillamente no estén de acuerdo. Ambas posturas me parecen respetables aunque yo deje aquí explicada cual es la que defiendo.

5 comentarios:

  1. Hay dos lugares de Granada: la Alhambra y el Parque de las Ciencias a donde sólo me gusta ir con el calor, a principio o a final de curso, porque es cuando los niños necesitan y pueden jugar con el agua que se les ofrece generosa en formas diferentes para disfrutarla; sin riesgo de que sus cuerpos y sus ropas mojadas sean el preludio de un buen resfriado.
    Pasar por la Escalera del Agua y no mojarse debería estar prohibido por las rígidas normas del Patronato de la Alhambra. En cambio, la norma, con muy pocas excepciones (casi siempre por respeto a seres vivos), del Parque de las Ciencias es "prohibido no tocar".

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    1. Reconozco que hablas desde una realidad que yo he vivido menos, al menos el Parque de las Ciencias. En lo de la< Alhambra sí que estoy completamente de acuerdo contigo. Además tanto en una como en otro lo que sí es cierto es que el agua juega un papel profundo y muy evidente. Ojalá seamos capaces de abrir los ojos y ver lo que pasa por delante como lo ven con todo el cuerpo los niños. Un abrazo

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  2. Gran recomendación...

    Un gran saludo
    P.S:Händel genial

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  3. Me gusta lo que dices es como leer historia

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  4. Gracias por tus palabras en recomenzar.
    Tenemos en común los años que hemos vivido y ponemos en letras lo aprendido .
    Sigo trabajando conmigo
    y mimándome.
    La vida al final es nada más que vislumbrar y echarnos la culpa de lo imbéciles que fuimos tentados a veces
    por la pasión del vivir
    un abrazo grande compañero

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